CAFÉ DE MAÑANA
Por José Luis Enríquez Ambell
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) emitió un mensaje con motivo de la Navidad 2025 y el Año Nuevo 2026, invitando a la comunidad católica y a la población en general a la reconciliación y a la construcción de la paz, con la esperanza de vivir de la mejor manera estos días de fin de año.
“Vivir la esperanza y la reconciliación” ha sido el mensaje central que los obispos han venido externando, no solo en Veracruz, sino en todo el país, y a esta línea la han denominado “Del pesebre a la esperanza”, invitando a los fieles a ver el nacimiento de Jesús como fuente de alegría y fraternidad.
Este mensaje busca hilvanar acciones a favor de la construcción de la paz, llamando al perdón y al trabajo cotidiano por la paz desde los hogares y las comunidades, como un esfuerzo por unificar al país, especialmente en regiones donde la intranquilidad derivada de la inseguridad aún no ha sido superada.
La Iglesia también ha sumado un enfoque en la caridad, exhortando a estar atentos a las pobrezas y a promover la solidaridad con los más necesitados, así como el trabajo permanente por la justicia social.
En la liturgia de las misas durante estos días de Navidad se ha observado este mismo mensaje, y se espera que hacia el fin de año la eucaristía y los valores espirituales coincidan en ese sentido, dentro de la solemnidad católica, con oraciones que inviten a la humildad y a la voluntad de desprenderse de lo material, reafirmando la fe en Dios como ser supremo. Asimismo, se ha llamado a evitar supersticiones o prácticas ajenas a la doctrina, como la bendición de semillas, borreguitos u otros amuletos con fines de “buena suerte”, pues estas prácticas se desvían del significado de la confianza plena en Dios.
La Iglesia Católica ha venido acercándose al Estado mexicano y viceversa, respetando sus respectivas estructuras y métodos, pero coincidiendo en el bien común como eje central de su actuar.
DE SOBREMESA
La libertad de expresión tiene fronteras y, al mismo tiempo, límites.
En los artículos 6° y 7° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos se establece la normativa en relación con la libertad de expresión, consagrando el derecho a buscar, recibir y difundir ideas e información sin censura previa, limitado únicamente por el respeto a la moral, los derechos de terceros, el orden público y la seguridad nacional, e incluyendo la protección del secreto profesional y de la intimidad. De este modo se marcan límites y fronteras claras.
Lo anterior obliga al Estado, al sector gobierno y a sus entes autónomos a brindar protección a la población y a la sociedad en su conjunto.
El artículo séptimo reafirma la inviolabilidad de la libertad para difundir opiniones e información por cualquier medio, prohíbe restringir este derecho mediante controles oficiales o particulares y no permite la censura previa ni la coartación de la libertad de difusión.
Existen otros artículos constitucionales relevantes, como el primero, que establece la obligación de todas las autoridades de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos, incluida la libertad de expresión, y que además prohíbe la discriminación; y el noveno, que reconoce el derecho de reunión pacífica y asociación, fundamental para la manifestación pública y la expresión colectiva.
En síntesis, los artículos 6° y 7° constituyen el núcleo constitucional de la libertad de expresión en México, complementados por el artículo primero y el artículo noveno, además de la legislación secundaria, como la Ley Reglamentaria del artículo 6°, párrafo primero, que desarrolla estos principios.
La “frontera delgada” de la libertad de expresión se define hoy por la brecha entre su sólida protección constitucional y una realidad compleja, caracterizada por la violencia, las agresiones y hasta acoso judicial persistente contra periodistas y medios de comunicación.
La ley establece límites claros para prevenir ataques a la moral, la afectación a los derechos de terceros y la provocación de delitos, dentro de un contexto social delicado con “la figura de terrorismo”.
En el caso de Rafael “Lafita” León Segovia, periodista que en la zona sur de Veracruz enfrenta un proceso que implica privación de la libertad por delitos que se le imputan, es importante no adelantarse a juicios y permitir que las autoridades continúen y concluyan el procedimiento correspondiente, sin caer en estigmatizaciones que puedan generar desinformación bajo el argumento de una supuesta censura como acción de gobierno.
Así que, ¿ para qué adivinar lo que tarde o temprano se va a saber ?
UN CAFÉ LECHERO LIGHT
El lamentable accidente ferroviario del Tren Interoceánico hace unas horas en el tramo Salina Cruz – Coatzacoalcos, requerirá de las investigaciones profundas que lleven en caso necesario a responsabilidades de servidores públicos y particulares ante los daños que las autoridades del gobierno de la república han estado comunicando.
Y las responsabilidades conllevaría también a la reparación de daños a todas las víctimas, por este “desafortunado accidente”, que lleve a evitar la desinformación y que la Secretaria de Marina, reconozca la verdad, atendiendo todo esté triste hecho que incluso ha movilizado equipo aéreo de operaciones de otros estados del país al lugar del evento ferroviario.
¡ES CUANTO!
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