Inopinadamente, Enrique Peña Nieto invocó a San Pedro para que cesaran las lluvias. Y “la piedra sobre la que se fundó la Iglesia Católica” se le apareció. Le cayó encima.
Fue en el más reciente editorial del semanario Desde la Fe, órgano oficial de la Arquidiócesis de México, o como él mismo se define, “voz autorizada de la Iglesia en México en el ámbito eclesial nacional y en el discernimiento de temas pastorales, teológicos y litúrgicos” y, de vez en vez, terrenales, muy terrenales.
La crítica abarca a toda la clase política, por la que semana a semana piden los fieles en los templos. Pero no se concreta el milagro.
Por eso, habla “la voz” de la Iglesia:
“El territorio nacional en poco tiempo pasa de una catástrofe a otra. Aún no se reponía del anterior desastre natural cuando los medios de comunicación dieron cuenta, por partida doble, de impresionantes fenómenos de la naturaleza, como el paso simultáneo de los huracanes ‘Ingrid’ y ‘Manuel’. De un extremo al otro, México pasó de una histórica sequía –que arrasó con la ganadería de los estados del norte–, a lluvias torrenciales que provocaron el desbordamiento de presas, ríos y lagunas, con decenas de millares de damnificados, un lamentable número de decesos, así como pérdidas económicas aún no cuantificadas, pero que ya incidieron de forma negativa en el crecimiento del país.
“Los fenómenos naturales que padecemos actualmente los mexicanos no desaparecerán en el futuro, por el contrario, aumentarán, toda vez que nuestra ubicación geográfica y los más de 11 mil kilómetros de litorales nos ponen en un inevitable riesgo ante los acontecimientos meteorológicos y el cambio climático que venimos sufriendo, amén de que nuestro territorio está situado entre los dos océanos más grandes del mundo. A causa del calentamiento global, México será testigo de más sequías en el norte, de un aumento del nivel del mar, de inundaciones en el sur y de una mayor escasez de agua en el centro. Nada nuevo, simplemente nuestros males se seguirán incrementando.”
NEGLIGENTES, CORRUPTOS, IMPROVISADOS
“Frente a esto, mucho de la tragedia que estamos viviendo, es consecuencia del cambio climático, aunque cabría preguntarse: ¿qué es lo que sí pudo haberse prevenido?, o más aún ¿qué medidas dejaron de aplicar las autoridades por negligencia, corrupción o por una total falta de previsión?
“A sabiendas de que vastas regiones del territorio nacional son susceptibles de ser dañadas por la naturaleza, a estas alturas es deplorable que las autoridades de los distintos niveles sólo traten de eludir responsabilidades, culpándose unas a otras, en lugar de poner en marcha acciones efectivas encaminadas a salvaguardar la vida y el patrimonio de las personas que habitan en lugares de alto riesgo, sea cerca de lagunas, a orillas de los ríos o en terrenos que no son aptos para la construcción.
“Lo anterior, puso de manifiesto –una vez más– la ya intolerable corrupción de autoridades federales, estatales y municipales, y la voracidad de empresas constructoras que, sin la mínima ética y responsabilidad, anteponen sus negocios e intereses a la seguridad de las viviendas que autorizan y construyen, poniendo en riesgo la vida de millones de personas, la mayor parte de ellas gente pobre, que son los que siempre terminan pagando las consecuencias.
“Cuando se transmiten por televisión y se difunden en los periódicos las imágenes de incontables puentes derribados, tramos de autopistas y carreteras destruidos por los deslaves, presas dañadas estructuralmente, así como otras obras afectadas –donde para construirlas se utilizaron materiales de ínfima calidad–, queda claro que detrás de los procesos de licitación existen groseros actos de corrupción.
“La población no espera excusas de parte de las autoridades, sino respuestas. Una de éstas puede ser que se sienten las bases para aprender de las dolorosas experiencias del pasado, como debió ocurrir al menos desde 1997, con el tristemente célebre huracán ‘Paulina’. Aquí vale la pena proponer una vigilancia permanente para la correcta aplicación de los recursos destinados a las áreas de protección civil de estados y municipios, fondos que se presupuestan año con año y que muchas veces van a los bolsillos de funcionarios corruptos.
“En vez de lo anterior, los recursos deberán utilizarse con sensatez para diseñar estrategias dirigidas a proteger la integridad física y la vida de las personas, valiéndose –además–, de la pericia profesional en materia de protección civil.
“Ha sido ejemplar la solidaridad del pueblo de México, que envía en cada catástrofe su generosa ayuda a los hermanos damnificados, pero sabemos que siempre será insuficiente y que queda pendiente el camino fatigoso de la reconstrucción, responsabilidad que el gobierno no debe evadir”.
… que el gobierno no debe evadir.
¿Sabrán algo los clérigos?
Índice Flamígero: En Tixtla, Guerrero –según reporta el diario Reforma—decidieron que Satán sería más efectivo que los gobernantes. Y este domingo le ofrendaron tamales, mezcal de damiana, mole verde, flores de cempasúchil y veladoras. “‘Vamos a rezarle al amigo para que nos deje trabajar en paz’, señaló Guadalupe Gutiérrez Carmona, quien afirma que fuerzas ‘extrañas’ no permiten que el agua estancada de la Laguna se vaya por un resumidero que es conocido como ‘La Cueva’.” ¿Sabrá más el diablo por diablo que por…?
— seguro q saben “algo”, que le habran platicado los ricardones a su ilustrisima ahora q recien ando por tierras gallegas celebrandoles la santa misa ?? sobre todo de corrupciones y corruptelas…uumm bocados de cardenal !!!