El acuerdo entre las principales fuerzas políticas del país y el gobierno federal, se presentó con bombo y platillo a principios de este año con el atractivo nombre Pacto por México, pero que a muchos críticas les pareció que más que ser una alianza política en busca de las reformas necesarias para el país, se trató de un convenio en donde unas fuerzas políticas cederían en unos terrenos para ganar en otros, aún sobre los intereses y el bienestar de la mayoría de los mexicanos.
Con todo y los augurios negativos y la prospección del alcance político del Pacto por México en donde confluye la geografía política más diversa del país a nivel federal, este avanzó y sigue al lograr una nueva firma entre partes para el continuo del mismo.
Si hubiera que hacer un recuento de las metas alcanzadas por este Pacto entre distintos partidos políticos — con filosofías y metas distintas de su trabajo político– durante el primer año de gobierno de Enrique Peña Nieto, se podría decir que este ha marchado sobre ruedas. Ceder para ganar en el terreno de la “reformitis” peñista.
Pero de ahí a visualizarlo como un espacio para la resolución de problemas –¿nacionales?— parece existir un gran trecho.
Llama la atención el señalamiento del aún dirigente del Partido Acción Nacional (PAN), Gustavo Madero, quien hace unos días declaró que este instituto político permanecerá en los trabajos y acuerdos del Pacto por México, ya que “se trata de un mecanismo de búsqueda para la solución de problemas”.
¿Qué problemas se han resuelto con las reformas acordadas y “planchadas” por quienes han realizado una tarea meta constitucional, rebasando sobre todo al Poder Legislativo?
Valdría el apunte de que en el caso de la reforma educativa, lo que pudiera denominarse problema o problemas, se han acrecentado; al grado que ya la misma reforma ha sufrido cambios a la misma con pactos y promesas al seno de la Secretaría de Gobernación.
Tal vez los problemas a los que se refiere el dirigente panista, son resueltos con el Pacto, son aquellos que le aquejan a él, en el sentido de que no pocos de sus correligionarios critican su trabajo y labor partidista y él se cobija con el poder que le da estrechar la mano del Jefe del Ejecutivo.
Qué cosas cuando los problemas de Madero se amparan en el futuro nacional.
Acta Divina… El dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero, señaló que el Pacto es un espíritu de buscar coincidencias en una agenda que permita que México resuelva los problemas fundamentales
Para advertir… El problema más grande de Gustavo Madero se llama Ernesto Cordero. Y no pocos advierten que las dirigencias panistas y perredistas continúan en el Pacto por México por pura debilidad.
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