• El crimen ¿infiltrado en el PAN michoacano?
• ¿Al carajo, el matrimonio por conveniencia?
Dos golpes mediáticos sufrieron este jueves los lectores de noticias de la prensa digital y de la televisión: ¡Cocoa! Fue la única personalidad de establecimiento que buscó acercamiento con los Caballeros Templarios, denunció el cabecilla de esa banda, La Tuta. El PRD rompió su matrimonio de conveniencia con el presidente Enrique Peña Nieto y se levantó de la mesa del Pacto.
Qué predicamento para la senadora María Luisa Calderón Hinojosa, y de paso para su hermano incómodo. El diario mexicano El Universal divulgó un video de poco más de 16 minutos, en el cual Servando Gómez, el nombre detrás del apelativo La Tuta, denuncia que “la única persona que tuvo acercamiento con nosotros (Los Caballeros Templarios), cuando en las campañas del 2011 para la gubernatura de Michoacán, fue la señora Luisa María Calderón Hinojosa”.
La denuncia del presunto delincuente ocurre, y pareciera contraataque, en momentos en que el ambiente legislativo hierve debido a que la Cocoa denunció, la semana pasada, que un grupo de sujetos, presuntos Caballeros Templarios, acudió al Senado para buscar un encuentro con legisladores. En el video, La Tuta denuncia que el acercamiento con el grupo lo buscó Calderón Hinojosa por medio de un tal Francisco Girón del Toro, de quien incluso muestra una imagen con la senadora Cocoa.
Un liazo. Mientras se averigua, el golpe está dado y seco. Al mero corazón del hermano incómodo, quien ha denunciado por su parte que el crimen organizado ha infiltrado a las instituciones desde que Peña Nieto asumió el mando del poder ejecutivo.
En el mero ojo del huracán están ahora los hermanos Calderón Hinojos. Entre la espada de los Templarios y la pared frontal del Senado de la República.
En otro frente, como escribiera mi tocayo Francisco Cárdenas Cruz cuando escribía Frentes Políticos en el verdadero Excélsior, cimbró las estructuras políticas la decisión de la cúpula perredista, pastoreada por Jesús Zambrano Grijalva, de romper el matrimonio por conveniencia de Los Chuchos con Peña Nieto y ese partido se retiró del Consejo Rector del Pacto por México, en momentos en que el mandatario presume de que su gobierno es un gobierno de acuerdos democráticos.
Al decir del ex integrante de la Liga Comunista 23 de Septiembre, aposado El Tragabala, el retorno del PRD a la mesa del Pacto estaría sujeto sólo a que “se enmienden las violaciones al proceso legislativo, en el caso de la reforma energética, y a que se corrijan las omisiones de temas ya acordados de la reforma político electoral.”
Y en Ojinaga, en Chihuahua, Peña Nieto advirtió que el gobierno federal ha sido “invariablemente” claro con todos los firmantes del Pacto de que, para consolidar las reformas estructurales, no se debía alcanzar unanimidad, pero sí el consenso y el respaldo mayoritario en beneficio del país.
Pero entonces el presente no es como se pinta. La decisión de Chucho Zambrano indica que el estado de las relaciones políticas está muy enrarecido. Claro que el perredista podría estar matando dos pájaros de un tiro. Por un lado, marcar como los gatos un territorio al retirarse del Pacto. Por el otro, amarrar la hegemonía de Los Chuchos en el Comité Ejecutivo Nacional del PRD, pues aunque Cuauhtémoc Cárdenas haya insistido mil y mil veces que él no aspira a la Presidencia de la agrupación, hay una fuerte corriente de opinión que votaría por él para rehacer lo que queda de ese partido autodenominado de izquierda.
Mucho habrá de qué hablar en los núcleos de opinión de ahora en adelante. El asunto Cocoa-Crimen Organizado tiene que aclararse del todo. Felipe Calderón Hinojosa fue el gran perdedor ante las bandas criminales. La casaca de Comandante Supremo le quedó muy guanga. Y Luisa María, icono de la “pureza” panista, fue puesta en un gravísimo predicamento por La Tuta y el estigma no se lo borrarán con deslindes partidistas o declaraciones de banqueta.
Ah, México. Parece un país de caricatura.
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