Habrá que hacer un reconocimiento a los magistrados de la Sala Superior del Tribunal Federal de Justicia Fisca y Administrativa (TFJFA) por haberse quitado de encima a la mafia que, durante los últimos tres años, hizo ahí de la suyas en cuanto a corrupción de todo tipo se refiere (Ver Índices Políticos del 30 y 31 de diciembre recientes).
Por siete votos a favor resultó electo presidente, el 2 de enero, el magistrado Manuel Luciano Hallivis Pelayo. Los votos en contra fueron, precisamente, los del grupo mafioso encabezado por Juan Manuel Jiménez Illescas, quien precisamente ese día dejó el cargo… y varios contratos con prestadores de servicios, signados con anticipación.
El presitigiado abogado Raúl Domínguez da cuenta de que Hallivis es el más veterano de los magistrados del TFJFA, ya que desde 1997 fue designado magistrado de la Tercera Sala Regional Metropolitana del Tribunal que ahora preside.
También que, en septiembre de 2002, según su currículum, llegó a la Sala Superior del Tribunal y es autor del libro intitulado “Interpretación de Tratados Internacionales Tributarios”.
En 2004, Hallivis fue designado presidente de la Segunda Sección y en 2007 ocupó la presidencia de la Primera Sección de la Sala Superior del Tribunal; en octubre de 2008 fue nombrado para un nuevo periodo, hasta 2023, como magistrado de la Sala Superior, que está conformada por 13 integrantes. Ahora mismo, cabe señalar, Juan de Dios Castro, propuesto en su momento por Felipe Calderón –quien también nombró a otros 10 magistrados– se mantiene en el limbo, dado que tras ya muchos meses, el Senado no ha tramitado la aprobación de su encargo.
Pero, volviendo a Hallivis –siempre con datos proporcionados por Domínguez–, antes de ser magistrado del TFJFA, en 1993 fue coordinador de asesores del secretario general del IMSS; al año siguiente coordinador de asesores del director general de la Comisión de Aguas del DF y en 1995 ingresó a la Secretaría de Hacienda, donde ocupó dos cargos, el primero como administrador central de normatividad de la administración general Jurídica de Ingresos, y al año siguiente administrador central de operación de esa misma administración general.
Desde 2012, Hallivis Pelayo es Vicepresidente del Instituto Latinoamericano de Derecho Tributario para el periodo 2012-2014, su designación la hizo la asamblea general de ese organismo, en el marco de las XXVI Jornadas Latinoamericanas de Derecho Fiscal,que se efectuó en Santiago de Compostela en el Reino de España; es doctor en Derecho por la UNAM y cuenta con maestría en The University of Michigan, así como un posgrado en el Instituto de Estudios Fiscales del Ministerio de Economía y Hacienda de ese Reino Hispano; también ostenta un Master Degree in Law of The Tulane University en New Orleans USA, éste es el plantel que también forma a los cuadros de inteligencia naval del Pentágono para el gobierno norteamericano.
EXPERIENCIA Y HONRADEZ
Hay ahora mismo un nuevo y mejor ambiente en el TFJFA. La experiencia y honradez de Hallivis han inyectado ánimos a los magistrados, incluso a los regionales, cuyo trabajo saben ahora sí será justipreciado.
La carga de trabajo que les espera, además, es enorme, dado que la llamada reforma fiscal recién aprobada –una miscelánea cada vez más enredada, en realidad–, traerá aparejada una mayor cantidad de litigios entre los contribuyentes y el recaudador Sistema de Administración Tributaria.
Ya se ha avanzado aprovechando las nuevas ventajas tecnológicas, a través del juicio en línea, lo que ha desahogado miles de juicios, cuando los montos no son muy significativos.
Va ahora el TFJFA por la mediación, a lo que la Constitución le obliga, con lo que serán muchos miles de juicios más los que encontrarán rápida solución, lo cual es ventaja para el contribuyente y, por supuesto para el erario público.
Nuevos buenos tiempos en este Tribunal, pero para que todavía mejoren más es necesario que las denuncias sobre la corrupción que hasta hace poco se enseñoreó sobre él sea investigada a fondo y, por supuesto, castigada ¿no cree usted?
Índice Flamígero: Muy destacada la labor de la procuradora de Defensa del Contribuyente (Prodecon), Diana Bernal. El siguiente paso es buscar la autonomía de este nuevo órgano pues ahora depende del propio SAT.