Acusó a familiares del ahora secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, de tener vínculos con la delincuencia organizada.
A Emilio Gamboa Patrón, quien hoy es coordinador de la bancada del PRI en el Senado de la República, lo llamó “gángster de gánsgsters” de la política.
Hizo berrinche, ese día –21 de enero de 2012– porque el PRI no lo postuló candidato a la gubernatura de Morelos.
Según él, satisfacía todos los requisitos y había acumulado todos los méritos: se peinaba como Enrique Peña Nieto; como él, hacía gala de juventud, y, presumía, se había reunido con el entonces gobernador del Estado de México. Nada más.
Manuel Martínez Garrigós era entonces presidente municipal de Cuernavaca.
Un presidente municipal muy cuestionado por sus oscuros manejos financieros, por el alto endeudamiento contraído, por sus negocios al amparo del presupuesto de la comuna cuernavaquense, por innumerables líos, algunos de ellos incluso de faldas… que levantaba con recursos públicos, como leyó usted en este espacio
Y aún así, le dieron un par de premios de consolación. Recibió de los priístas el encargo de dirigir al comité estatal del tricolor, desde donde saboteó la campaña por la gubernatura de Armando Orihuela Trejo… y le regalaron una diputación local de esas que llaman plurinominales.
Martínez Garrigós apoyó con recursos –se calculan 18 millones de pesos– al contrincante Graco Ramírez Garrido Canabal Abreu, con quien –él lo sabía de antemano– ya se había “concerta-cesionado” la posición, a cambio del apoyo de “Los Chuchos” a Peña Nieto y, claro, por la firma de éstos al Pacto por México.
No obstante, pese a que le quemaron el pico, Martínez Garrigós siguió comiendo huevo.
Ya en el PRI estatal de Morelos, lo acusan los propios priístas, ¡se robó 20 millones de pesos!
Lo acaban de expulsar de las filas del tricolor.
CAMACHO, ¿FASCISTA?
Infantil, que no juvenil, los berrinches de Manuel Martínez son más grandes que la larga cola que los mismos priístas ya le pisan.
El 14 de octubre anterior le notificaron la pérdida de su militancia priísta.
Y cual reacción arremetió contra el presidente del CEN del PRI, César Camacho Quiroz, a quien mediante un desplegado en medios nacionales, a través de terceros, calificó como “fascista” e “hijo Mussolini”, leyendas con las que ordenó pintar sobre muros y bardas en diversos puntos de la entidad morelense.
Congruente –¡faltaba más!– hace un par de días, declaró a la prensa que las medidas estatutarias impulsadas por el dirigente nacional priista César Camacho son “fascistas” y “nazistas”.
Y calificó la suspensión de sus derechos partidistas como “un atropello, un acto de anarquismo (sic).” Y se preguntó: “¿Quién les enseñó? ¿Mussolini? ¿Hitler?” y avisó que recurrirá ante las instancias partidistas, penales, judiciales y electorales para reivindicar sus derechos políticos y partidistas.
No tiene la culpa Martínez sino quienes lo hicieron compadre. Osorio, Gamboa, Camacho, entre otros muchos.
Arremete el joven Martínez de manera indiscriminada contra estos de sus congéneres “políticos” sólo porque lo acusan de robar dineros. Usó recursos de su ex partido, además, para denostarlos.
¿Por qué Martínez Garrigós no había denunciado antes a Osorio, a Gamboa, a Camacho?
De haber sido candidato a gobernador –difícilmente hubiera ganado, ya había compromisos con “Los Chuchos”–, seguro hoy los estaría abrazando.
Sirva de lección a los priístas. Una lección muy vieja, por cierto, misma que reza: “El que con niños se acuesta…”
¿A poco no?
Índice Flamígero: Si usted cree que Graco Ramírez se congratula por la crisis priísta en Morelos, puede que se equivoque. Familiares del tabasqueño avecindado en Cuernavaca fueron cercanos colaboradores de Martínez Garrigós en la alcaldía de la llamada Ciudad de la Eterna Primavera. Hay complicidades que…