Una vez que la elección federal reciente dio como ganador al candidato Enrique Peña Nieto quien compitió en alianza del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), los panistas agraviados con el resultado electoral de la Presidencia futura, se sumaron a los protestas de izquierda para que la autoridad electoral revisara la posible compra de votos a través de tarjetas de prepago por el Revolucionario Institucional.
Para muchos fue una operación que no sonaba acorde, pero otros la calificamos de visceral y momentánea, y no me equivoqué.
Ahora que se discutía la reforma de la Ley Federal del Trabajo los panistas volvieron a sus cauces y dieron la espalda a los perredistas con quienes en un principio acordaron ante la opinión pública ir en contra de lo que votaran los priístas y los institutos adheridos.
Los partidos de izquierda sobre todo, el día de ayer se manifestaron contrariamente a la reforma laboral en la tribuna de la Cámara de Diputados en torno a la democracia de los gremios y en relación al dictamen avalado que establece que los estatutos de los sindicatos contendrán “procedimientos para la elección de la directiva y número de miembros, salvaguardando el libre ejercicio del voto con las modalidades que acuerde la asamblea general, de votación indirecta y secreta directa y secreta”.
El hecho es que hoy en día, la ley en México en su afán de ser pronta y expedita, intenta meter a todos los eventos de controversia entre partes, en un cartabón.
Me parece que con esta reforma a la Ley del trabajo; la lógica y el respeto en una situación laboral pocas veces harán justicia cuando se trate sobre todo de un diferendo entre partes, porque ningún caso será igual y tendrá sus particularidades.
El Partido Acción Nacional (PAN), por el momento, se encuentra apoyando algo que ahora sí suena lógico a su ideología, pero que no es más que una búsqueda de estar con los poderosos del ámbito político y económico.
Ya veremos en el futuro, que Acción Nacional sólo actuará aún en alianza, en beneficio propio.
Los virajes panistas siempre buscarán única y exclusivamente su tajada grande del pastel del poder.
Gloria Bautista Cuevas, diputada del Partido de la Revolución Democrática les espetó a los priístas y panistas el día de ayer en la Cámara de Diputados: “Aquí ustedes tienen mayoría, pero en las calles nosotros la tenemos, el pueblo está con nosotros”.
Acta Divina…Apenas en septiembre, el PRD, el Movimiento Ciudadano (MC), y el PAN en la Cámara Baja se unieron para defender la propuesta presidencial en materia de transparencia y rendición de cuentas en los sindicatos.
No puede esperarse menos de los panistas, gente sin escrúpulos ni convicciones y que lo único que los mueve es el poder y el dinero, por supuesto. Y mas allá de todo: gente que jamás ha sido asalariada, que no sabe de sueldo mínimo, de horarios o lidiar con sindicatos. Dicen defender intereses de un pueblo, un pueblo que no conocen y desprecian profundamente. Saludos.