0 y van 4 nevadas brutales en Manhattan. Barack Obama firma el primer decreto presidencial.
Durante los últimos nueve años en Manhattan nunca viví un invierno tan cruento. La madre naturaleza se ensaña, nos trae como a perico a toallazos. Desde el nueve de enero no cesa la inclemencia invernal que nos hace la cotidianeidad casi imposible.
Hoy, como ya se hizo costumbre, esperamos estoicamente en auto arresto domiciliario, de 48 horas, la cuarta gran nevada del 2014. El pronóstico anuncia ráfagas de viento de sesenta kilómetros por hora, en la costa las olas se abalanzarán sobre la arena con altura de 3 metros promedio.
La nieve, que no deshiela por las bajas temperaturas, se acumula cada día más en las aceras y áreas verdes. Arrogante por su altura, mira desafiante al Empire State: “Si te descuidas te rebaso”.
Los accidentes de tráfico vehicular enriquecen el panorama urbano, mientras los habitantes se anidan en los rascacielos, avituallados con toda clase de alimentos, bebidas, y sobretodo golosinas, las dulces y las parlantes.
Sin dejar de cruzar los dedos para no perder la señal del Internet, o peor aun, la de cablevisión. ¡De suceder! La armonía del arresto domiciliario se torna perturbadora, qué hacer consigo mismo durante 48 largas horas sin el navegador y la tele.
Adónde despachar a la parlante que agita, con preguntas impertinentes y vocecilla aguda, la serenidad de las paredes del departamento.
En fin… “Such is life in tropical countries”.
Aquí cuando menos es frío, inconveniente climatológico, sin necesidad de brigadas de autodefensa, sin padecer la presencia de los “perjudiciales” y policías estatales o municipales que los acompañan, tampoco de caballeritos de nombres rimbombantes: El Kike, la Tuta, el Templario, el WYZ, esa fauna que asedia sin clemencia a Michoacán, al igual que a otras regiones y estados del “Cuerno de la Abundancia”.
En cambio, por acá, precisando, en la capital del país, en Washington, D.C., el presidente Barack Obama, se brinca al Congreso de la Unión y, firma el primer decreto que formaliza el aumento de los salarios mínimos para empleados del gobierno federal a $10.10 la hora, que lo mismo aplica para los contratistas del mismo.
Sobre aviso no hay engaño, en el discurso del Estado de la Unión se la canto a sus adversarios republicanos de la Cámara Baja: “Utilizaré todos los medios que le otorga la Constitución al presidente y comandante en jefe de las fuerzas armadas para sacar de la parálisis legislativa a la Nación. ¡Sopas perico! No que no tronabas pistolita…