• Oceanografía y el estercolero de la historia
• Un fraude del tamaño de la avaricia sexenal
La denunciada corrupción en las operaciones de la empresa Oceanografía, la preferida de Pemex en los gobiernos panistas por mandato de Martha Sahagún y sus hijos Bribiesca, y el escandaloso fraude al CitBank (Banamex) tendría que poner a reflexionar a los legisladores mexicanos, que hasta ahora pareciera que se están haciendo tontos con el asunto de la creación de la Comisión Nacional contra la Corrupción, uno de los compromisos, hasta ahora no concretados, del presidente Peña Nieto.
De acuerdo con informes periodísticos, en los dos sexenios panistas – Vicente Fox y Felipe Calderón – Oceanografía obtuvo poco más de 160 licitaciones públicas nacionales (la verdad es que la mayoría fueron adjudicaciones directas, sin concurso) e internacionales para proveer servicios y obra pública para Petróleos Mexicanos (Pemex) y su subsidiaria Exploración y Producción (PEP), relacionados con labores de inspección, monitoreo, reforzamiento, mantenimiento, flete, transportación, hospedaje, alimentación, rehabilitación de pozos y construcciones, por un monto que superaría los 31,000 millones de pesos (mdp).
Pero el escándalo de corrupción se hizo mayúsculo cuando, hace unos días, Oceanografía fue acusada y demandada por el Citi-Banamex, por un fraude multimillonario. Unos 360 millones de dólares más o menos.
Citi anunció en Nueva York que ajustó a la baja sus resultados financieros del cuarto trimestre del 2013, así como los correspondientes a todo el año, por un monto estimado de 235 millones de dólares, debido al fraude descubierto de su subsidiaria en México.
Al 31 de diciembre de 2013, al amparo de un programa de descuento de cuentas por cobrar con Petróleos Mexicanos (Pemex), Citi, a través de Grupo Financiero Banamex, registraba en sus libros financiamiento de corto plazo por aproximadamente 585 millones de dólares a Oceanografía. Hasta esta fecha, Banamex también otorgó financiamiento a esta empresa por aproximadamente 33 millones de dólares, tanto en crédito directo, como en la forma de cartas de crédito.
Oceanografía ya está inhabilitada por la Secretaría de la Función Pública. Ésta lo anunció el pasado 11 de febrero. La empresa presuntamente defraudadora no puede ya celebrar nuevos contratos con el Gobierno Federal. En tanto, Banamex inició, junto con Pemex, una revisión detallada del financiamiento otorgado a Oceanografía y del programa de cuentas por cobrar durante los últimos años.
Pemex informó a Banamex el 20 de febrero de 2014, que una porción significativa de las cuentas por cobrar a Pemex registradas por Banamex en el citado programa eran fraudulentas, y que las cuentas por cobrar válidas eran sustancialmente inferiores a los 585 millones de dólares mencionados. Hay infinidad de contratos fraudulentos.
A principios de año, Oceanografía comenzó a mostrar serios problemas financieros al caer en un impago de intereses respecto a un bono de deuda por 335 millones de dólares (mdd), emitido en 2008. La empresa incumplió con 19 mdd el pasado 15 de enero, según reportes de la agencia Bloomberg.
El dueño de la empresa, Amado Yáñez Ozuna, amigo y recomendado, muy recomendado, de Martha Sahagún – la primera dama de entonces – y los Bribiesca incómodos – los primeros hijos del primer matrimonio – dijo en una conferencia telefónica con inversionistas, al referirse al impago, que sólo tenían 50 millones de dólares de flujo en caja.
Pero el asunto tendría que estar ya muy aclarado. Oceanografía se hizo de multitud de contratos fraudulentos de Pemex, financiados por Banamex, al amparo de los Fox, primordialmente, y de paso avalados por Calderón.
Los directores de Pemex de ese entonces – Luis Ramírez Corzo y Raúl Muñoz Leos – obviamente apapacharon a la empresa de Yáñez Ozuna, por órdenes de la casa presidencia de Los Pinos. Y no se sabe si se dieron cuenta de que las facturas que autorizaban con su puño y letra eran para la práctica del timo en grande a una institución bancaria que tampoco se dio cuenta de que le estaban agandallando el billete. Qué raro. Banamex tiene una enorme experiencia financiera y más su casa matriz, el Citi de Nueva York.
La historia no da para 700 palabras. Pero quedan en el aire muchas interrogantes. Los diputados integrantes de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados acordaron no llamar a comparecencia al director de la paraestatal, , Emilio Lozoya Austin, aunque decidieron que las fracciones legislativas le hagan preguntas por escrito y sólo en el caso de que las respuestas no sean satisfactorias, habría preguntas cara a cara.
Lozoya Austin tiene la obligación de informar cuál fue el papel de Pemex en este horroroso desaguisado que destapa todo el estercolero de los gobiernos de Fox y Calderón.
La Procuraduría General de la República (PGR) aseguró ya a Oceanografía. El fraude a Banamex podría ascender a los 360 millones de dólares en créditos, relacionados con el otorgamiento de fianzas previstas en la normatividad en materia de contrataciones públicas, relacionadas con Pemex. Y firmadas de puño y letra por funcionarios de la paraestatal.
La compañía, protegida por los hijos de Marta y por ésta, quedó bajo disposición del Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Pero… Y luego qué. Por qué los legisladores no se deciden de una vez a crear la Comisión Nacional contra la Corrupción, prometida por Peña Nieto.
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¿Por qué no se deciden? Por algo o por mucho, señor Gómez Maza.
La cola es muy larga.