Las piezas del rompecabezas van asomando. Falta ahora que la PGR las vaya acomodando, les vaya dando sentido, con la ayuda de lo que queda de la Secretaría de la Función Pública y de la Comisión Nacional Bancaria, entre otras entidades públicas.
Por lo pronto, como dos más de esas piezas, anote los nombres de un par de empresas que, a partir del escándalo de Oceanografía, también saldrán “salpicadas”: Global Drilling Fluids de México y Navix.
En los directorios de ambas aparecen personajes con ligas familiares y comerciales con el ex secretario de Hacienda del foxismo Francisco Gil Díaz, también relacionado con Grupo Gasolinero Mexicano, Caja Libertad, casinos Big Bola y todas las demás “lavanderías” que utilizó su sobrino Martín Díaz y que hoy están en la picota, a partir del fraude de Amado Yáñez a Banamex, con facturas apócrifas de Pemex.
Gil Díaz, de acuerdo a los enterados, aprovechó bien su posición como encargado de las finanzas públicas a comienzo de este siglo. Con el apoyo de su antecesor Pedro Aspe –encargado de los manejos de los dineros producto de los negocios paralelos del hoy director de Telefónica–, y de su hermano Alfonso Gil Díaz, a quien le tenía encomendado todo lo relacionado con Aduanas –incluidos los famosos fideicomisos privados a los que fueron a dar cientos de millones de pesos del erario público–, y del propio Martín Díaz, ahora multimencionado, hiló para incrementar en muchos millones su fortuna.
Desde Hacienda, Gil Díaz se asomaba a las empresas “emproblemadas” como en varias ocasiones estuvo Oceanografía. Las apoyaba con toda suerte de facilidades, contactos y hasta préstamos para que salieran airosas de sus compromisos y se quedaba, me dicen, con el 10 por ciento de las acciones. Ahí entraba Martín Díaz a formar parte de los respectivos consejos de administración.
Le sucedió a Global Drilling, una empresa dedicada a la perforación de pozos, que para 2003 estaba quebrada. Con sus “buenas artes”, Gil Díaz la saneó y, prácticamente, se quedó con ella. Así fue que al frente de la misma colocó a su primo Alfredo Coppel Salcido, quien antes de ello se dedicaba a patear botes de cerveza en las playas de Mazatlán.
Negocio redondo. En ese momento, otro sobrino de Francisco Gil Díaz, Juan José Suárez Coppel era director de finanzas de Pemex… a la que más tarde, con la ayuda invaluable de su tío, llegaría a dirigir.
TENER UN TÍO ASÍ…
Coppel Salcido, empero, no hizo huesos viejos en Global Drilling.
Me remito hoy a la columna Perforando, del experto Antonio Carrera, quien apenas en diciembre de 2013, hace unos meses, daba cuenta de las relaciones peligrosas de la transnacional Weatherford por su alianza con la empresa que hoy le comento:
“Sin duda, Weatherford (WFO) es de las trasnacionales que con tal de seguir haciendo grandes negocios en la industria petrolera mexicana hace caso omiso de la ética o moralidad de las empresas con las que va haciendo alianza. Y lo digo porque hoy va de la mano con la empresa Global Drilling Fluids de México, S.A. de C.V., que –presuntamente- aun es investigada por la Secretaría de la Función Pública por diversos delitos, pero sobre todo por la entrega de contratos durante la gestión de Juan José Suárez Coppel al frente de Petróleos Mexicanos (Pemex).
“El otrora CEO de Global Drilling Fluids de México, Alfredo Coppel Salcido –quien fue identificado como primo de Suárez Coppel – prefirió “abandonar” la empresa y dejar todo en manos de WFO, quien –además- de heredar todo el negro historial de Ámbar Mexicana y Global Drilling Fluids de México, también heredará las buenas relaciones adquiridas, sobre todo, cuando Suárez Coppel ha estado en algún directivo en Pemex (fue Director Corporativo de Finanzas y Director General de Pemex)… donde los contratos llegaron a manos llenas.”
No llegaron solos tales contratos.
La corrupción de Gil Díaz y la familia Coppel –a la que en realidad pertenece– fueron clave para este negocio más a costa de la empresa que, dicen, “es de todos los mexicanos”.
Mañana le platico aquí de Navix y sus negocios en Pemex y en la CFE. Sofome fundada, entre otros, por Gonzalo Gil White, hijo de Paco Gil Díaz.
Índice Flamígero: ¿Y los bribones hermanos Bribiesca, hijos de la detestable Martha Sahagún?, pregunté al experto. “Hicieron negocitos. Pequeños. Como pequeños son ellos. Tontitos”, fue la respuesta. + + + Del Poeta del Nopal, seudónimo de don Alfredo Álvarez Barrón me llega su colaboración intitulada Vicios y Costumbres: “¿Quién lo hubiera imaginado? Los honorables políticos panistas, además de finísimas personas, resultaron ser alumnos de excelencia; escasos 12 años disfrutando las mieles del poder les bastaron para aprender e incluso perfeccionar los vicios y costumbres de nuestra peculiar democracia, la guerra sucia y el haiga sido como haiga sido son dos claros ejemplos de cómo el manso corderito panista ha superado, en cuestiones de perversidad política, al viejo dinosaurio priísta; ¡esas ya son palabras mayores! Por lo pronto, en medio de los habituales jaloneos y descalificaciones, los panistas ya se preparan para elegir (o reelegir, faltaba más) a su próximo dirigente nacional. Que Dios los agarre confesados: Dicen que la ropa sucia / ellos la lavan en casa / y que sus jefes de plaza / son un dechado de astucia; / en las Actas de Marusia /
consta de forma fehaciente, / no hay nada más repelente / que lobo en piel de cordero, / los pleitos de lavadero / ¡no son de gente decente!”
Don Paco y estemos seguros que nada pasara haran un buen pacto de rateros digo de politicos y todo arreglado
Se sabe y desde hace mucho tiempo sobre la corrupción de Gil Diaz, de sus tentáculos insertos en todo el gobierno federal con el único fin de hacer negocios desde el poder, corrupción pues. Y SIMPLE Y LLANAMENTE NO PASA NI PASARÁ NADA. CORRUPCIÓN GARANTIZADA. AL TIEMPO…..