Los saldos de la absurda tozudez de un mandatario que no merece ser el líder de Venezuela.
Resultados a 34 días de iniciarse las manifestaciones pacíficas opositoras al régimen dictatorial de Nicolás (in) Maduro: 28 muertos (27 venezolanos y una chilena; del total 1 funcionario público y 4 guardias nacionales); 365 heridos (109 entre policías y militares); se han incautado 25 armas de fuego a los aprehendidos durante las manifestaciones, además se han decomisado artefactos explosivos, como cócteles molotov, y explosivo C-4.
Estas son las cuentas de la fiscal general, Luisa Ortega, alineada al régimen bolivariano. La realidad indica dialogo inexistente con los opositores. La brutal represión de la guardia nacional impera. Los colectivos, fuerzas armadas especiales leales al fallecido comandante Chávez, equivalentes a la temida SS de Hitler, asesinan a sus compatriotas, luego culpan a los manifestantes por esos sucesos. No se duda que algún contrario al régimen porte un arma, pero jamás para matar a un compatriota, más si para defenderse de militares agresores.
De acuerdo a la diputada independiente, María Corina Machado, en ese país no se requiere de permiso para salir a las calles a manifestarse. Resalta, que a las marchas a favor del régimen de Maduro no se les exige el citado permiso, pero a los opositores si, lo que se traduce en ciudadanos de primera y, ciudadanos de segunda. A todas luces el gobierno es discriminatorio.
¿De cuál fuma Maduro? Conforme pasan los días, criticado justamente por la comunidad internacional, expuesto al escrutinio por su incapacidad de gobernar, sumido en la exasperación producto de su incompetencia para solucionar los legítimos reclamos del pueblo enardecido, mira solo a los Estados Unidos como el incitador.
Estas son las declaraciones del secretario de estado John Kerry que sacaron de sus casillas a Maduro: “Llamo al gobierno de Caracas a respetar los derechos humanos y que cese esta campaña de terror contra su propio pueblo”. Que a juicio de la administración estadounidense, es lo que ha desatado las protestas.
La Casa Blanca contestó, a través de un vocero del Departamento de Estado, de “absurdas” las declaraciones de Maduro y estimó que el gobierno venezolano “necesita enfocarse en solucionar sus crecientes problemas económicos y sociales, en vez de hacer inadmisibles acusaciones contra Estados Unidos”.
En dónde está la agresión, la incitación a la que se refiere Maduro. Después, el canciller Elías Jaua arremetió contra Kerry con estas incendiarias declaraciones: “Lo denunciamos a usted como asesino del pueblo venezolano, señor Kerry (…). Cada vez que estamos a punto de aislar y reducir a los violentos, sale a declarar Kerry e inmediatamente se activa n las guarimbas -barricadas en llamas- en los principales focos de violencia”.
Por otra parte designa un nuevo embajador en Washington (Veremos si las Cámaras del gobierno de Obama aceptan la solicitud) y declara: “Las relaciones con Estados Unidos las seguiremos llevando con prudencia, con firmeza, con claridad”. Cualquier país del mundo llevaría las relaciones así. Cuál es el mensaje señor Maduro. ¿A quién desea impresionar? Agrede con discursos infundados y envía mensajes solicitando comprensión a su errático proceder.
Tan sencillo es proveer a los venezolanos de productos básicos, de fomentar las inversiones y la productividad, establecer un tipo de cambio juicioso, en vez, de cinco, reducir la inflación del 57% a un razonable 2%, de atender en los hospitales a pacientes que llevan hasta 10 meses sin servicios de cirugía y otros, de abastecer a estos con los productos y medicinas necesarios para su operación, retirar al ejército y a los colectivos de las calles, ¿o, no tiene cuerpos policiacos como en cualquier otro pais?.
Realizar alianzas comerciales con la comunidad internacional, establecer dialogo permanente, escuchar los reclamos de la sociedad, quitarle el bozal a los medios de comunicación, respetar los derechos humanos, gobernar para todos los venezolanos, no solamente para los que le favorecen por las prebendas otorgadas, que el sistema judicial opere sin impunidad, deje al lado los “ismos”.
Sea congruente, deje de mirar moros con trinchetes en cada esquina, no aislé a su país.
Qué significa esa amenaza a las aerolíneas comerciales que de reducir los vuelos, o cancelarlos nunca más podrían regresar a su país. ¿Acaso también desconoce la manera de operación de las compañías aéreas internacionales? Si las rutas no son productivas se marchan y regresan cuando lo son. Es un negocio, al que la política le tiene sin cuidado.
Ve que fácil es, aplíquese en estos rubros y le aseguro que dormirá tranquilo, y los venezolanos no tendrán motivo de reclamo. Le recuerdo que vivimos en siglo XXI, la edad del oscurantismo y de los dictadorzuelos ya pasó. Las democracias, los actuales regímenes escuchan a los votantes, a los ciudadanos y, evitan los enfrentamientos. Diálogo, diálogo, negociación aunque sea la menos mala.