• Se la está cargando el payaso: la pesimista realidad
• Se recupera paulatinamente: Secretaría de Hacienda
Los buenos deseos del doctor Luis Videgaray Caso no se llevan nada con los números duros de la economía.
No obstante su optimismo, los jovencitos de la secretaría de hacienda se topan con una realidad socarrona, terca, porfiada, reaccionaria, pesimista, mala leche.
En el Informe Semanal del Vocero, que semana a semana le endilga logros y triunfos falsos a la estrategia económica, los economistas de don Luis se empeñan en decirle a una bola de imbéciles que quién sabe dónde está, porque simplemente no existe, que la economía va. Que todos los indicadores económicos indican una recuperación de la actividad económica.
Es que estos muchachos o son excesivamente optimistas, o creen que su jefe es estúpido y les va a creer lo que le cantan al oído. Increíble, pero cierto: los niños del ITAM o del IPADE están ciertos de que la actividad económica está registrando en 2014 una paulatina pero importante recuperación, la cual se espera que se vaya consolidando a lo largo del año…
Bueno. No les entiendo. El galimatías del Informe Semanal de Hacienda sólo revela supino analfabetismo funcional de quienes analizan las cifras, los porcentajes, las estacionalidades, las curvas de gini etc.
Y a pesar de que la mirada de los economistas de hacienda es miope, cantan, pregonan, que “en esta línea, el gobierno de la república seguirá desarrollando las acciones que permitan robustecer la política hacendaria para potenciar su contribución al desarrollo nacional, manteniendo la estabilidad macroeconómica e impulsando la productividad de los factores. A través de estas medidas, se espera lograr un crecimiento económico sostenido e incluyente que mejore el bienestar de las familias mexicanas”.
No se miden. En el mismo documento incluyen las cifras, los porcentajes y los datos duros. Estos desmienten el ingenuo optimismo de los aprendices de econometría.
El desempleo se ubicó en 5 por ciento en el mes de marzo. Una cifra preocupante. Quiere decir que hay mucha demanda de puestos de trabajo, pero no hay oferta. Y si no hay oferta, a la economía se la está cargando el payaso. En cifras desestacionalizadas, la Tasa Nacional de Desempleo se ubicó en 5.25%, la cual se compara con la de 4.81% registrada en febrero.
La Tasa de Informalidad Laboral fue de 58.42 por ciento de la población ocupada en marzo, mientras que la de doce meses antes fue de 58.03. La tasa de informalidad registra el comportamiento de las legiones de trabajadores que se ven precisados a irse a la economía subterránea, o porque no encuentran empleo en la formalidad o porque sus ingresos, o salarios, no les alcanzan para satisfacer sus necesidades apremiantes.
Como quien dice, el enfermo no va ni pa’tras ni pa’lante. Ahí está, apoltronado.
Dice el informe de hacienda que la actividad económica se aceleró en el segundo mes del año. Alguien podría decirme como se acelera una tortuga. Y se apoyan los Hacienda Boys en que el indicador global de la actividad económica creció casi dos por ciento real anual en febrero, lo que significó, según ellos, el mayor incremento anual desde julio de 2013. Pero son números pinchurrientos, que no se merece el aparato productivo de una de las economías más importantes del mundo, como es la mexicana, aunque no más importante que la del estado de California en los Estados Unidos.
Otro dato chocante con los optimistas hacendarios y lo terrible es que ellos mismos lo destacan en el Informe: En febrero, las ventas al menudeo, que reflejan el comportamiento del consumo interno, reportaron una variación mensual de signo negativo: (-1.27%) real. Las ventas al mayoreo se elevaron 0.4% real anual en febrero, lo que significó su tercer incremento anual consecutivo, en tanto que se contrajeron 1.16% real en términos mensuales. Repámpanos.
Y ya parqué más datos duros. Con estos es suficiente para no seguir el juego mediático de los optimistas orgánicos. Y si de ganancias hablamos, hablemos sólo de las ganancias de quienes invierten, los que pueden invertir, en el sistema financiero. También su situación es deplorable. Les dan un premio por sus ahorros de entre 3.25 a 3.5 por ciento. Pero en la práctica no ganan nada, porque la inflación, medida en base al índice nacional de precios al consumidor, es de 3.53 por ciento, aunque digan los analistas de don Luis, que va para abajo.
Ellos mismos, los economistas gubernamentales, se ponen la soga, cuando apuntan que los indicadores compuestos de The Conference Board reportan que el indicador coincidente de febrero se elevó 0.1 por ciento mientras que el indicador adelantado, que anticipa la posible trayectoria de la economía en el muy corto plazo, se contrajo medio punto en el lapso referido.
El colmo: El informe registra prácticamente sin cambios las expectativas de crecimiento que maneja la banca privada sobre la economía nacional. Banamex, por ejemplo, revisó su previsión de crecimiento del PIB para 2014 a 3% desde 3.05%…
Como la ve usted, amigo, amiga. Yo lo veo todo muy gris, como dicen que ven la realidad los perritos. O como bien dice mi compadrito Felipe de Jesús, “esperando a Godot”, la obra en la que Becket pone a dos vagabundos – Vladimir y Estragón – esperando en vano…
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