Las consecuencias del colonialismo estadounidense en Centroamérica retornan como un boomerang incontenible con el inusitado arribo de más de 47 mil menores sin papeles no acompañados por algún adulto durante el primer semestre del 2014. (Se estima que al finalizar del presente año la cifra alcanzará los 90 mil).
Este particular no es un problema de legislación migratoria sino el resultado del vasallaje en algunos países de Centroamérica; Guatemala, El Salvador y Honduras. Y en menor escala México y otros Latinoamericanos. De acuerdo a las declaraciones del vicepresidente Joe Biden durante su visita a Guatemala se debe: “En concreto a la pobreza, la inseguridad y la falta de ley y orden”. Añadió: “Las maras, las violaciones, la extorsión (…) la violencia en general y la pobreza en particular diezman a Guatemala, Honduras y El Salvador de sus poblaciones, que desesperadas huyen hacia el norte en busca de un futuro mejor, algo que ahora también hacen los niños”,
¿Qué no funcionó Señor Biden? Los Estados Unidos han sido aliados de los citados gobiernos, lo mismo han mantenido dictadores que igual los han derrocado cuando esos no se alinean a los intereses de su país. También han defendido el establecimiento y respeto a la democracia ejerciendo todo el poder político y económico para mantener la dependencia al Tío Sam, so pena, a establecer sanciones económicas cuando se les ocurre contravenir a la agenda de su país, pegándoles en donde más les duelen a los países en el subdesarrollo, desarrollo o emergentes.
La Doctrina Monroe que se sintetiza en “América para los americanos”, esta cobrándole a sus creadores derecho de piso. Por si fuera poco esta arrogante afrenta contra la soberanía de los demás países que integran el continente americano, El Corolario Theodore Roosevelt es, aún más fuerte, por la cercanía en tiempo, 1904, y la bárbara magnitud del contenido: “Si un país americano amenazaba o ponía en peligro los derechos o propiedades de ciudadanos o empresas estadounidenses, el gobierno estadounidense estaba obligado a intervenir en los asuntos de ese país para “reordenarlo”, restableciendo los derechos y el patrimonio de su ciudadanía y sus empresas”.
En pocas palabras este corolario supuso, en realidad, una carta blanca para la intervención de Estados Unidos en América Latina y el Caribe.
Ahora con el tsunami migratorio de menores sin papeles no acompañados por algún adulto, el gobierno estadounidense no sabe para dónde voltear, o a quien culpar, o cuando menos compartir la responsabilidad del dramático acontecimiento.
“El H. vicepresidente Biden” comentó al respecto: “La migración ilegal de los menores es un tema humanitario, y que el problema es compartido entre Estados Unidos, México y Centroamérica”. ¿Entonces habrá que comprarle el problemón? ¿O qué?… De no hacerlo, sancionarán al país que rechace el ofertón…
No olvidemos que la administración del presidente Barack Obama pregona que la criminalidad e impunidad dan por resultado la crisis migratoria.
También está claro, y no se vaya con la finta apreciado lector, que por razones humanitarias estos chicos “pudieran ejercer algún derecho migratorio en La Unión Americana. La realidad es que no se les permitirá quedarse, llueva, truene o relampaguee. Inevitablemente serán deportados, inclusive, aunque fueran acompañados por las madres. Esta es una falsa idea preconcebida, otra leyenda urbana.
Creo que echarle la culpa a los Estados Unidos por tratados anteriores es como seguir achando la culpa de todos nuestros males a España, (el haber sido conquistados, etc), Creo que cada gobierno tiene la responsabilidad de velar por sus ciudadanos y cada familia de hacerlo por sus miembros. Es muy fácil echarle la culpa a cualquier gobierno por el hecho de que la gente tenga muchos hijos de maera irresponsable. Ese es el principal problema.
Yo no culpo, ni juzgo a nadie. Igual que no aconsejo a nadie, seria arrogancia, solo sugiero. Declaro el proceder. Al informar, como debe ser, es con argumentos sólidos. Objetivo. Siempre he dicho que ser objetivo es una quimera, todos nos inclinamos más al este o al oeste, al sur que al norte y viceversa. Lo que no se vale es ser tendencioso. Verdades, hechos, Si, NO, rumores de radio pasillo. En mi nota, escribí (como suelo hacerlo con hechos) lo que dijo el vicepresidente Biden, más la realidad de la Doctrina Monroe y, el Corolario Roosevelt. Esto es innegable, la presencia es permanente. La historia, la que desearías olvidar como consecuencia del presente, equivale a negar el pasado Inca o el Azteca, la Conquista, Las Grandes Guerras del Siglo XX. La historia en conjunto es el resultado del presente. Acaso, la realidad en Medio Oriente, o el Oriente cercano, es consecuencia de un nuevo conflicto socio-económico-religioso que por combustión interna surgió a partir dela revolución de verano en Egipto. No, no, es el resultado de la historia. De sojuzgar, avasallar, de impunidad, de maniobras financieras en contra de los débiles. De acuerdo a tu argumento lo mejor es callar, agacharnos, y continuar prisioneros de la injusticia. No mi querida Blanca, vivo en NY, y hasta donde me de la libertad de expresión argumentada defenderé lo indefendible. Si el “buen Putin”, ex KGB, nostálgico de la URRSS, se pitorrea de Occidente, de la UE, por recuperar el imperialismo soviético, en pos del balance geopolítico, ¿qué crees que hace Occidente? ¿Chuparse el dedo? Los enfrentamientos son diferentes al siglo pasado, hoy, es inteligencia, tecnología, sanciones económicas, al menos eso ve el público. Sin descontar otros temas que en esta ocasión los brinco. Jamás olvidar que todo lo anterior es la persecución del dominio financiero y las consecuencias en la arena de dominio y poder global.
Qué bueno que Cazalet es autor de novelas de ficción verdadera. Un remanso dentro del río revuelto.