En la ceremonia del Día Nacional del Ingeniero, el pasado primero de junio, organizado por la Unión Mexicana de Asociaciones de Ingenieros (UMAI), Carlos Morales Gil, ex director de Pemex Exploración y Producción (PEP), pronunció su discurso de despedida como presidente de esta unión, en el que mencionó entre otras cosas, que la ingeniería aporta innumerables beneficios a la sociedad que se plasman en la construcción de infraestructura, explotación de recursos energéticos, elaboración de infinidad de productos manufacturados, etc.
Le faltó decir algo de lo que él carece: que la ingeniería, como todas las actividades de la vida, debe de ir acompañada inalienablemente de la ética, un valor que demostró no tener en los diez años que fue director de PEP.
Durante ese tiempo construyó una tramoya de corrupción y lealtades inconfesables, cuya joya de la corona fue el caso de Oceanografía –no investigada a fondo por la Procuraduría General de la República y la Auditoria Superior de la Federación–, lo que ha dado lugar a que varios funcionarios de PEP, incluido Carlos Morales Gil, anden tan quitados de la pena paseando la impunidad que impera en nuestro país, sabiéndose seguros de que cuentan con la protección de las altas esferas del poder, cuya cabeza visible es el director general de Pemex Emilio Lozoya –el hijo– y de los “impartidores de justicia”.
Pero esto no solamente indigna a la sociedad mexicana, sino que también provoca desconfianza en los empresarios extranjeros que desean invertir en el sector energético mexicano.
Tanto la PGR como la ASF poseen toda la información y todos los elementos “con pelos y señales”, para encontrar a los culpables de semejante fraude, propio de una gavilla de ladrones tipo Alí Babá, encabezados por el propio Carlos Morales Gil.
Es necesario destacar que las estimaciones o certificaciones de trabajos realizados son firmados y avalados por funcionarios de PEP (solamente ellos tienen el poder notarial para hacerlo) y todos los que conocen las entrañas de Pemex saben que no hay contrato que esté fuera del control de un director de subsidiaria, en este caso PEP, así fueran contratos con montos de pocos millones de pesos, cuantimás tratándose de los contratos millonarios que obtuvo Oceanografía. De tal manera que no nos quieran engañar que no hay funcionarios de Pemex involucraos en el fraude que hizo esa compañía a Banamex, pues entonces ¿quién les firmó las estimaciones?
Aún más, la corrupción de Carlos Morales Gil se hizo patente porque se alió con las compañías Schlumberger, Halliburton, Weatherford y Baker Hughes, con las que obtuvo grandes beneficios económicos personales. Baste recordar el fracaso del proyecto Chicontepec, donde esas compañías se llevaron cientos de millones de dólares dejando un beneficio mínimo para PEP. Habría que revisar las cuentas bancarias de este ex funcionario y las de sus lisonjeros en paraísos fiscales.
En toda esta historia digna de la novela “El Padrino” sobresale una relación “incestuosa” con la compañía CBM Exploración y Producción S.A. de C.V., del originario de Venezuela Luis Vielma Lobo, empresa de capital venezolano registrada en México en el año 2003, que tuvo su máximo esplendor en los diez años en los que Morales Gil estuvo al frente de PEP, y en los que llenó de técnicos venezolanos las instalaciones de esa filial y por supuesto también de billetes verdes a Vielma Lobo, ya que le pagan a razón de 8 mil 500 dólares por semana por cada técnico que aporta.
Esos venezolanos fueron corridos de PDVSA por ineficientes y vinieron a vender espejitos a México con la complacencia de Morales Gil (dicen las malas lenguas que es socio con prestanombre ad hoc en esta compañía), porque inexplicablemente ha crecido en una escala logarítmica, ya que tiene contratos –a la fecha– en todas las áreas y en todos los rincones de PEP, a veces sin que sea necesaria su “asistencia” técnica; hasta secretarias y técnicos en diseño son contratados por medio de esta compañía burlando las jurisdicciones sindicales del sindicato petrolero (STPRM), a ciencia y paciencia de Carlos Romero Deschamps.
Como puede observarse, además de todo lo anterior, se están violando los aspectos laborales debido a que los colegios de ingenieros no están haciendo nada por reglamentar los trabajos técnicos de las compañías, lo que está agudizando el desempleo de especialistas petroleros nacionales que son desplazados por los técnicos extranjeros.
Y esta situación hará crisis cuando entran de lleno las compañías extranjeras que vendrán a invertir con motivo de la reforma energética.
AO TOCAR A BUNDA DE UMA MULHER
El fenómeno del turismo sexual no se puede aplicar sólo a países caribeños o a Acapulco, cuando se ha señalado que manipulan las imágenes de rosados niños y negros superdotados para imantar gruesos flujos de visitantes, procedentes de lugares fríos ,que buscan paraísos tropicales para canalizar pasiones contenidas.
Ahora fue Brasil, el que empezó desde hace meses una campaña turística para promover el Mundial de futbol, alrededor de los contornos glúteos de sus mujeres, exhibiéndose en las playas de Río. Bombardearon al mundo con las preciosas nalgas de sus garotas.
Cuando unos infelices panistas reprimidos, forrados con recursos públicos malhabidos y embelesados, seguramente, con los contenidos lúbricos de esa propaganda machacona, se atrevieron a tocar una prominencia glútea brasileña, fueron sentenciados, a priori, a treinta años de cárcel. Muchos colegas en la radio a la cabeza de los espantados.
Por lo pronto, sea pleito de cantina o tocamiento lascivo, ante la imposibilidad de juzgarlos por no poder demostrar arraigo, tampoco se puede aplicar la regla del “lugar del delito”, porque el juez no ha decidido, ¡hasta dentro de seis meses, si hay delito!
Oootra vez, como decía “La Pésima Musa” que escribió Sor Juana: “¿quien tiene más culpa, el que peca por la paga o el que paga por pecar?”.
Índice Flamígero: Todos los teóricos del Legislativo, como si fueran los miembros del Sanhedrin, se desabotonan las camisas para enfatizar los mayores logros de la reglamentaria Telecom. Tarifas menores en larga distancia, eliminación del roaming (que en la comunidad europea, de país a país, lo lograron en unas horas), eliminar llamadas promocionales a los domicilios (tarea del IFAI), menores costos en tarjetas de prepago (que pudiera haberse logrado en una sentada a tomar café con un eficaz titular de SCT), etc., etc. ¿Para qué tanto embrollo legislativo? ¿Por esto detuvieron y encajuelaron el presupuesto público de las mayores instancias del país y destruyeron la posibilidad de cientos de miles de empleos, en una población que se está muriendo de hambre? En cualquier país con un gobierno eficiente, todo esto y más se hubiera logrado fuera del Congreso, porque se trata de medidas administrativas, nunca legislativas. ¿Me creen que son hasta materia de reglamentos internos, circulares y acuerdos de titular de dependencia? Cómo respuesta, lo que hizo el mexico-libanés más rico para burlar la preponderancia, fue recurrir a dos o tres testaferros y ¡sanseacabó! ¡Qué humillación para el Poder, antes de todos tan temido! Espero que no vuelvan a hacer el oso con la Energética. El pueblo no aguanta tanta frivolidad.
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