Los menores centroamericanos sin papeles no acompañados recibirán el mismo trato migratorio que el de los mexicanos. ¿Crisis humanitaria?… ¿Crisis de refugiados? o ¿Crisis de inmigrantes ilegales?
El presidente de la Casa de Representantes del Congreso de la Unión, John Boehner, manifestó que daría todo su apoyo para realizar cambios a la actual ley de inmigración para que sean deportados- ipso facto- todos los menores centroamericanos de la misma manera que sucede con los mexicanos.
Contrario a lo que se establece la ley de inmigración, desde el 2008, que a aquellas víctimas del tráfico de menores de edad de países no fronterizos con los EUA, se les concede protección legal previo a la deportación, opuesto al trato a los menores mexicanos que señala, el regreso al origen lo más pronto posible.
Boehner confirmó que, la Casa de Representantes, debe actuar de inmediato al respecto, que además, conformó un grupo de legisladores para que estudien opciones para que durante este mes se tome una decisión. De manera peyorativa, se refirió al caso de los menores de Guatemala, El Salvador y Honduras, “países que antes no eran contagiosos, ahora requieren de un trato similar al establecido con México”.
En relación a la solicitud, del presidente Obama al Congreso, de fondos por 3.7 billones de dólares para hacer frente a la crisis por la afluencia de menores sin papeles, a todo lo largo de la frontera de México con Texas. Boehner expresó: “No le daremos al presidente un cheque en blanco”.
Se estima que en lo que va del año arribaron aproximadamente 52 mil menores, que se entregan a las autoridades estadounidenses-oficiales de la Patrulla Fronteriza- buscando protección y la posibilidad de permanecer legalmente en el país. (Conducta manifiesta de un refugiado). Igual se calcula que al finalizar el 2014 habrían llegado 90 mil menores. 4 veces más que el año pasado.
El gobierno estadounidense ha hecho del caso, uno de inmigración, lo de crisis humanitaria lo representa el qué hacer con estos menores hacinados en campos militares improvisados, cuando el tratamiento justo debería ser como refugiados, sino, juzgue usted amable lector:
La Convención de Ginebra, estipula en el Estatuto de los Refugiados: “Un refugiado es una persona que debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad y no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera acogerse a la protección de su país; o que careciendo de nacionalidad y hallándose, a consecuencia de tales acontecimientos fuera del país donde antes tuviera su residencia habitual, no pueda o, a causa de dichos temores no quiera regresar a él”.
Conocemos de sobra que estos menores huyen por la violencia, la inseguridad, de las pandillas que los acosan, del crimen organizado, de persecuciones, de la miseria…