La decisión gubernamental anunciada por Miguel Ángel El Chino Osorio de nombrar a Humberto Mayans –quien hasta que lo licencien seguirá cobrando como senador– nuevo Zar de la Frontera Sur, es uno de los peores desatinos del presente gobierno que, a todas luces, parece de guiñol.
En primer lugar, le otorgan toda la confianza a quien, como secretario general de gobierno del Estado de Tabasco, llenó hasta el asco los bolsillos del principal opositor del régimen, Andrés Manuel López Obrador, para intentar todas sus aventuras petroleras.
En segundo lugar, manda el mensaje de que todo aquel que le dé dinero a AMLO está lavado de entrada. Véanse si no, los casos de “El Padre de la Patria” Manuel Camacho y el del Chelito Ebrard.
En tercer lugar, dejan la frontera sur del país en manos imperitas, en las de alguien que ha demostrado hasta la ignominia que no sabe hacer nada, excepto ser protegido de Enrique González Pedrero, padrino original del “El Peje”.
En cuarto lugar, confirman la especie, manejada en varios comederos, de una alianza anti natura entre Los Pinos y López Obrador, contra el PRD y el PAN, con miras a la elección del 2015.
En quinto lugar, manda el pretexto exacto para pegarle en la línea de flotación a las reformas reglamentarias del ramo energético.
En sexto…
¡Uffff!
SAGARPA: ¿EL CAMPO? ¡DE BEISBOL!
Grandes dolores de cabeza y hasta síntomas migrañosos le han dado al exquisito titular de Sagarpa, Enrique Martínez y Martínez, toda vez que se ha tenido que someter casi a una lobotomía para entender qué significa eso de los “Foros para la transformación y modernización del campo”.
Como se sabe, la Administración está calentando el brazo para proponer desde hace tiempo una reforma de fondo en el desarrollo rural y agropecuario del país, pero a Martínez y Martínez esto no le cabe en la cabeza, ya que lo suyo ha sido, desde chiquito, vender autos último modelo en Saltillo.
Su principal afán no es por ahora el campo, sino impulsar a José María Chema Fraustro –de esos incondicionales que le conocen todo todo a su jefe– a la gubernatura para hacer otra dinastía tipo Moreira, y por eso ha llenado a su dependencia de coahuilenses. La única ave rara es René Villarreal, jefe de asesores, gente de Alfredo Del Mazo, cuya especialidad es la reconversión industrial, pero no el campo. ¡Para nada el campo!
Las diferencias de Martínez y Martínez con su Oficial Mayor, Marcos Bucio, gente de Francisco Labastida –a quién el coahuilense traicionó pidiendo a sus amigos gobernadores norteños votaran por Vicente Fox–, fue porque en la compra de los carros (un millar) de la Secretaría, no le avisó a tiempo… ¡y los compró a otro distribuidor!
Por ello, ahora que EPN le pide que se ocupe del campo, a lo mejor el coahuilense está pensando en un picnic o en el campo beisbolero de “los Saraperos” de Saltillo, o en una nueva conquista rural, o en su último fin de semana –¡ardiente!– en Cancún. ¡Cada quién!
SOLUCIÓN: IMPORTAR MÁS AUTOS USADOS
Ahora que circular en el DF y estados circunvecinos se ha convertido en un dolor de cabeza para los propietarios de vehículos con cierta edad, la solución está en importar vehículos usados en buen estado.
El tema de la importación de vehículos es un compromiso establecido por nuestro país en el marco de TLCAN, con sus contrapartes canadiense y estadounidense, que observa una apertura gradual a partir del primero de enero de 2009 y hasta el 2019.
La importación de vehículos, lejos de competir con la industria nacional, cubre un segmento de mercado muy específico que no puede comprar coches en el país por precios inaccesibles y falta de créditos. Por ejemplo, con cifras de abril de este año, la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz reporta un incremento en la producción de automóviles de 16.3% y un crecimiento en las exportaciones de 12.9%. El valioso crecimiento de la industria automotriz es un reflejo de que la importación de autos cubre un segmento de no competencia.
Lejos de satanizarlos, los autos extranjeros usados –en buen estado– pueden y deben ser la solución, ¿a poco no?
Índice Flamígero: Reporta el colega tabasqueño Leobardo Pérez Marín: “Humberto (Mayans), como se sabe, es hermano de Fernando Mayans, que es senador por el PRD, y es también cuñado de Adán Augusto López, senador adherido a Morena, el partido nuevo de López Obrador. Pero Humberto Mayans es también cuñado de Rosalinda López Hernández, quien aún milita en el PRD pero que podría buscar la alcaldía de Centro como candidata ciudadana y respaldada principalmente por una alianza PRI-PVEM, de donde también salió Humberto. Rosalinda, además, está casada con el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Chiapas, Rutilo Escandón, quien es mano derecha del gobernador de Chiapas emanado del PVEM. Para irse coordinador de la Frontera Sur, Humberto Mayans pidió licencia al Senado y su espacio es ahora ocupado por su suplente, el priísta Arquímedes Oramas, quien es esposo de la diputada local del PANAL, Aracely Quevedo, mientras que el hermano de Arquímedes, el doctor José Luis Oramas Vargas, será el director del nuevo hospital de Pemex en Villahermosa. No se trata del programa de Chabelo, pero todo queda en familia. Nadie ha dicho que no estén trabajando, al contrario quizá por eso les va mejor.” Vivir fuera del presupuesto, decía el afamado e incomprendido Tlacuache Garizurieta, es vivir en el error. Demostrado, ¿o no?