¿De quién será el guión —digno de la peor película de Juan Orol—sobre el que se versan las acusaciones criminales alrededor del video donde aparecen La Tuta y supuestos acompañantes que por ese sólo hecho han merecido condenas “patrióticas”?
¿Qué es lo que demuestra esa reunión en la que, ha trascendido, se trató de una serie de especulaciones de tipo político sobre “tiradores” al gobierno de Michoacán?
¿Quién es “la Tuta” –¿una versión nueva de Marcos?- que, con su sola presencia en una reunión, arma averiguaciones ministeriales fallidas que ponen en ridículo al sistema penal y de justicia del país?
¿Puede ser altamente incriminatoria como prueba plena en cualquier proceso penal que se respete en México una cinta magnetofónica? ¿O un video casero? ¿O un tweet? ¿O un post en Facebook, sobre todo en cuestiones que implican la seguridad nacional?
¿No estaremos cayendo en excesos jurídicos que impacten después decisiones judiciales mal tomadas, averiguaciones de quinto talón y daños sociales y políticos de incalculable valor e irreversibilidad?
¿Tanto le duele al gobierno federal —o a lo que quede de él—la facilidad con la que La Tuta destruye su credibilidad cada vez que produce un video donde se ríe de las actuaciones de las autoridades contra él?
El asunto es demasiado serio, como para dejarlo en manos de abogadillos piojos, ¿no cree usted?
MESSMACHER, THE FOREIGNER
¿Qué sensibilidad popular, qué conocimiento del país y de las necesidades ingentes de la población desastrada en las entidades federativas puede tener Miguelito Messmacher Jr., un capullo que, educado fuera del país (con sus parientes europeos) desde la primaria, casi no ha vivido en México?
Ahora, después de un breve curso en el ITAM, y ya como parte de la tribu itamita que desgobierna y destroza al país, fue habilitado por su gurú, el (vice)Presidente Videgaray –ahora también zar de la Energía– en una de las posiciones estratégicas, desde donde han llevado al barranco a nuestro pueblo. ¿Sabe usted qué hace? Pues es el badulaque subsecretario de ingresos de la SHCP, sin tener una puñetera idea de qué es eso.
Desde ahí, Messmacher junior, hijo de un urbanista más judío-alemán que mexicano, propuso la reforma fiscal que ahogó las posibilidades del sexenio y acabó con las esperanzas de los auténticos priístas. Desde ahí sostiene a la cueva de Alí Baba en que está convertido el SAT con los juniors de Ríos Camarena y una caterva de ignorantes y voraces.
Desde ahí ha definido el futuro de la coordinación fiscal con los estados de la Federación, sin alguna estrategia de redistribución en participaciones de por medio, todo a puros bastonazos de ciego, por lo que de él se quejan los gobernadores.
¡Imagínese! Su padrino y mentor es el mentecato de Manuel Bartlett, perseguido en Puebla como ladrón de ejidatarios, y también en EEUU como cómplice de trasegadores de estupefacientes.
BROMA$, LA$ ALERTAS $Í$MICAS
Ha llegado el momento de otear ante la opinión pública, con un serio requerimiento de transparencia y cultura de prevención y protección civil, los términos de contratación de la alarma sísmica, manejada con todo sigilo entre el GDF, SkyAlert y Televisa.
Los mexicanos andamos a la trompa- talega cuando se trata de alarmas sísmicas, pues o no llegan a tiempo, o llegan después y los ciudadanos nos encontramos en la más absoluta indefensión, como una canica en una caja de zapatos viajando en microbús.
¿Qué necesidad tenemos, si estamos en el punto neurálgico de una región sísmica, en un territorio tan topográficamente accidentado como Nepal, Bhután y Suiza, de andar de Roma a Santiago, dependiendo de protocolos sísmicos que han probado una y mil veces no tener precisión ejecutiva, ni el mínimo de decoro en este negocio que suena más a metálico que a lógico?
Como la burra no era arisca, es tiempo de que den la cara los responsables y ya no se escuden en el famoso “saldo blanco”, pues las cosas no pasan ¡hasta que pasan!
¿No será este otro saldo más de la administración del GDF encabezada por Mar-Chelito Ebrard? ¿La de los “bisnes” al por mayor?
Y ¡VIVA LA CORRUPCIÓN!
La sentencia dictada por un tribunal federal para impedir que la Auditoría Superior de la Federación pueda dar seguimiento a las denuncias que esta haga sobre corrupción de funcionarios, sobre todo cuando el Ministerio Público se desista de la acción penal, es letal.
La SFP asistió voluntariamente con el cirujano a quitarse la dentadura. La ASF es condenada a nunca tener dientes. Las contralorías internas de las dependencias están en manos de ex ayudantes, chalanes y achichincles de los titulares. Las autoridades ministeriales federales no atinan un solo golpe. La Corta está en receso político. El Tribunal Superior del DF, en manos de un ex traficante de terrenos turísticos patrimonio público.
A la ASF Le han quitado todo el valor que tuvo en su origen para investigar el uso y destino de cualquier recurso fiscal, ejercido por quien fuera. Luego la convirtieron en un órgano auxiliar legislativo.
Ahora… ¿ya quién sabe qué es?
Índice Flamígero: No. El problema del de Xicotepec, Puebla, Ardelio Vargas Fosado, comisionado en el Instituto Nacional de Migración, no se debe a la cantidad irresoluble de quejas que a diario recibe de la CNDH. El problema es el sistema gangsteril de “moches” que ha instalado en sus retenes a lo largo de las rutas de migrantes –adultos y jóvenes, damas, niños y caballeros– hacia EEUU y, por otro lado, a su pasado que no ha resuelto en donde se le implican con algunos asuntos relacionados con contrabandos mortíferos. ¿Por qué a la gente le gusta victimizarse y fabricar acusaciones a modo, que los “libran” de acusaciones de fondo, no tan pueriles? ¿Sólo por haber prestado servicios de “inteligencia” a EPN cuando el mexiquense ya no era gobernador y todavía no alcanzaba la candidatura presidencial?
Como siempre, muy interesantes sus comentarios de hoy. Aunque veo que cada día tenemos mas razones para estar preocupados los mexicanos. Ojalá y despertemos ya que, con esta tibieza, nos van a seguir fregando.
Gracias Don Paco y reciba un afectuoso saludos,
Saludos Cary. Gracias por sus comentarios a mi trabajo. Y sí, hay que preocuparse y ocuparse a la hora de votar.