Hoy en día, en cualquier consulta médica en el área de seguridad social, el ataque contra la obesidad es la prioridad. No es para menos. El sobrepeso en niños y adultos es un tópico que aqueja a los mexicanos por la diaria ingesta de alimentos con altos índices calóricos y de grasas; que además conlleva a un sin número de otros padecimientos en el área de la salud.
Las presentes líneas, no tienen el objetivo de criticar la dieta diaria de millones de mexicanos que depende de innumerables factores y que además la mayoría de estos no son una decisión personal. El objetivo de esta colaboración, es resaltar cuánto preocupa hoy en día al Gobierno federal, el gasto que se invierte en el sector salud en el tratamiento de enfermedades a largo plazo como la diabetes en cada uno de los asegurados.
Los mismos secretarios y funcionarios a nivel federal y local del sector salud, desde hace al menos doce años, han insistido en cuánto cuesta en dinero a las Administraciones del país, el tratamiento de padecimientos derivados del sobrepeso de cada uno de los mexicanos que lo presentan.
Así que ahora, cada vez que se acude al médico de cualquier área del sector salud, el padecimiento a tratar se enlaza de inmediato con el peso del paciente y se le advierte que ese es prioridad en su vida. La verdad, no está mal señalarnos en el área médica sobre el cuidado de nuestra talla, pero habría que evaluar qué tan preparados están todos los médicos para advertirnos de la manera más adecuada del cuidado de nuestra ingesta diaria.
Porque si el asunto es preventivo como para que no reviente el presupuesto designado al área de la salud pública, es reprochable que sólo se quiera señalar a los obesos como los causantes de la inviabilidad de poder sostener la seguridad social en el aspecto médico para el Gobierno de Mèxico.
La verdad es que en nuestro país el gasto de presupuesto está mal de origen. Cabría preguntarnos si el Estado en sí no es obeso, al tener que presupuestar miles de millones de pesos para un sistema político-electoral en donde parece que lo que permea es la corrupción pues hasta un Tribunal Electoral con sueldos mayúsculos tenemos que mantener los contribuyentes de toda índole.
Habría que plantear esquemas de gastos no justificados en todas las áreas de la Administración Pública y no sólo en el área de salud por la obesidad, a la que ciertamente ha contribuido con mucho el propio Estado.
Acta Divina… La Secretaría de Salud advierte que México gasta 7 por ciento del presupuesto destinado a salud para atender la obesidad, sólo por debajo de Estados Unidos que invierte el 9 por ciento.
Para advertir… Empieza la verdadera guerra por adjudicarse la paternidad sobre el aumento a los salarios mínimos.
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