En la víspera del 9/11, Obama, sin declaración de guerra, propone el aniquilamiento no convencional del “Califato Islámico, el EI”. Asume el liderazgo de la liga de las naciones aliadas de occidente y el oriente cercano… ¿China y Rusia? “Milando…”
En un mensaje a la nación a través de todos los medios de comunicación en tiempo estelar, Obama traza la estrategia para acabar con el EI. La retórica del presidente de EE.UU., despierta dudas de su efectividad, la indeterminación, la falta de contundencia es palpable.
Vamos a aniquilar al EI sin tropas, solo con ataques aéreos y soporte de asesores militares en Irak y, en Siria, a los rebeldes que simpatizan con nuestra causa. Hace una semana desconocía de los fundamentalistas del islam quienes eran aliados o no. En siete días reconoce a quien deberá apoyar con armas, pertrechos, financiación y, asesoría militar, con la convicción, que esos son los mejores aliados entre sunís, yihadis y, chiitas. En cada una de esas tribus religiosas existen extremistas y no extremistas. Igual que republicanos y demócratas. El parteaguas lo determina la fascinación religiosa. Igual que en EE.UU. los devotos, los hipócritas y los Kukuxklanes.
También conocía que la telaraña de miembros del EI, tiene presencia en 50 países, incluido los estados unidos. Surge la cuestión, qué más sabía Obama antes del discurso de hoy. Los fines políticos domésticos han sido mayores a su “alergia retórica” a enviar tropas estadounidenses a ultramar.
Plausible que la obligación electoral le orilló a liderar la coalición de naciones contrarias al EI, contraviniendo su posición de un año atrás, de mirar los toros desde la barrera para no tomar posición determinante en Siria. De haberlo hecho en su momento, el dolor de cabeza llamado EI, no hubiese crecido de tal forma.
El EI, se fondea con ingresos petroleros de las plazas que toma en Medio Oriente. El crudo lo vende al mercado negro a precios irrisorios. Se estima este ingreso, para su causa, solo por este comercio, cuando menos en un millón de dólares diarios y, al mes 100. Sin descontar otras fuentes de fundamentalistas simpatizantes, crímenes como el secuestro silencioso, no denunciado, de personajes en Occidente. El tráfico de armas y otras chuladas criminales que estos deslamados son capaces de hacer para desestabilizar la región, los precios internacionales del petróleo y, de acuerdo a su convicción, acabar con el mundo pecador occidental.
Es temprano para conocer el impacto en los ciudadanos del discurso de Obama, en los medios y en la política surgirán cuestionamientos, pero, a pesar de la falta de contundencia de la retórica, se ha tomado un gran paso adelante. EE.UU no puede ser un espectador de la geopolítica global, la circunstancia, pésele a quien le pese, continua siendo la mayor potencia económica mundial, por eso, China, en esencia “mila”, Rusia observa cómo tomar partido del acontecimiento.
Al final, como es costumbre, solo nos enfrentamos a otro conflicto de intereses económicos; fabricantes de armas y equipos bélicos, laboratorios farmacéuticos, proveedores para avituallar a las poblaciones y tropas, un motivo para desarrollar tecnología, para justificar el papel de la ONU, la OTAN, a la Organización de Derechos Humanos, a la Cruz Roja, a Médicos sin Fronteras y, la lista podría llegar hasta el insaciable INE, que “a su según, México tendría elecciones intermedias transparentes en el 2015, como nunca, así dicen los jilgueros ineos, por igual, aplicaría para acelerar la construcción del nuevo aeropuerto de la ciudad de México por estratégico en este safari de contradicciones. Los mexicanos, vivos, vivirían, para mirar con orgullo, con generosa admiración a EPN a inaugurar la majestuosa obra, antes de irse a su casa a sacarse los mocos.