Lo de Ayotzinapa allá en Iguala, Guerrero, duele tanto, que casi es imposible imaginar que Ángel Aguirre Rivero, aún gobernador de los guerrerenses esté más preocupado por salvar no tanto su pellejo político, sino el de su hijo Ángel Aguirre Herrera que intenta ser el alcalde de Acapulco.
Es casi increíble, el que el gobernador guerrerense esté enfocado en no bajarse del puesto por un asunto político, y acuse a la “opinodemocracia” de querer removerlo, cuando lo que nos tiene a todos dolidos y avergonzados es la desaparición y segura muerte de jóvenes –casi niños—normalistas, que fueron emboscados por la policía municipal.
Mientras se advierte si las fosas encontradas contenían los cuerpos de los muchachos desaparecidos en Ayotzinapa, de los que claman sus familiares “vivos se fueron, vivos que nos los regresen” y en Los Pinos, noche a noche se celebran reuniones al puro estilo “cuarto de guerra” para dilucidar no sólo cómo preocuparse de esta crisis sangrienta que enluta al país, sino también ocuparse; por las redes sociales corren imágenes y declaraciones de que los chicos fueron cazados, vejados y hasta desollados antes de ejecutarlos.
Lo de Ayotzinapa empero, no es ningún suceso aislado. En nuestro país llevamos décadas viviendo entre autoridades represoras y hasta asesinas que incluso se asocian con la más alta elite criminal. La lista de acontecimientos similares es larga y penosa, pero tampoco pueden quedar fuera los crímenes efectuados con la misma saña a una sólo persona.
El país no puede quitarse el luto ni el dolor por la sucesión de ataques a jóvenes que reclaman constitucionalmente sus derechos, pero que la misma autoridad y justicia no ha alcanzado a garantizar sus derechos y sobre todo, su seguridad.
No veo cómo salir del hoyo. Es un país que quiere volar, pero la cantidad de lodo, inmundicia, corrupción, ineficiencia pero sobre todo de sangre y dolor, lo único que logrará es hundirnos aún más.
Acta Divina…El gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, pidió ser denunciado si consideran que hace proselitismo a favor de su hijo Ángel Aguirre Herrera, quien aspira a la candidatura del PRD a la Alcaldía de Acapulco. Señaló el gobernador de Guerrero: “No hago ningún activismo si alguien me puede demostrar si en algún momento yo he pedido el voto a favor de mi hijo, de Ángel, pues que me denuncien de inmediato”.
Para advertir… Todos los hijos valen lo mismo.
actapublica@gmail.com