• El PAN pide desaparición de poderes en Guerrero
• Más lo importante es que aparezcan los muchachos
Guerrero se ha convertido en el ícono del Estado fallido, es cierto. Pareciera un territorio sin ley. El narcotráfico y autoridades corruptas hacen lo que se les antoja. Pero hierve la indignación en el mundo por la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa.
La violencia está en todo su esplendor. Estudiantes y maestros están actuando con rabia. No tienen derecho de afectar a los ciudadanos. Pero, ante la desaparición de los 43, no razonan.
Qué procede. ¿Reprimirlos con la saña con la que siempre han sido reprimidos por los gobiernos estatales, incluido el de Aguirre cuando fue gobernador provisional? Qué procede. ¿Desaparición de poderes como lo solicita el PAN al Senado? ¿Juicio político al gobernador?
Está en chino que los senadores se inclinen por una u otra opción. Tendría que ocurrir lo mismo en Michoacán, en Tamaulipas, en Nuevo León, en Sinaloa, donde operan las bandas del crimen organizados en complicidad con autoridades gubernamentales corruptas, facinerosas.
Este miércoles, el Grupo Parlamentario del PAN en el Senado entregó a la Oficialía de Partes de esa instancia legislativa una petición para que se declaren desaparecidos los poderes en Guerrero y para que el ejecutivo federal presente una terna para nombrar a un gobernador provisional.
Tendrían los senadores que tener pruebas concretas de que Aguirre Rivero es culpable de algún delito grave, en este proceso de la desaparición de los 43 estudiantes, cuando los hechos ocurrieron en un municipio libre de acuerdo con la constitución política, y dedonde anda huido, a salto de mata, el presidente municipal, acusado de complicidad con el crimen organizado, concretamente con la banda de los Beltrán Leyva.
El secretario de gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong; el comisionado de la Policía Federal, Monte Alejandro Rubido, el Procurador Jesús Murillo Karam y el director del Cisen, Eugenio Ímaz, estuvieron este miércoles en una encerrona con el presidente de la Mesa Directiva del Senado, Miguel Barbosa, seguramente intercambiando opiniones en torno al caso guerrerense, pero no trascendió nada de lo que en privado trataron en las propias oficinas de la Mesa Directiva, en el Senado.
Algo tendrán que decidir, pero ya, cuanto antes, los encargados de la seguridad y la justicia del poder ejecutivo federal. El caso, por estar involucrados delitos de crimen organizado, está ya en manos de la Federación y concretamente del Ministerio Público Federal (Procuraduría General de la República).
Lo importante no está en que desaparezcan o no los poderes en Guerrero – ejecutivo y legislativo -, o que se le haga juicio político al gobernador – son acciones difíciles de ejercer – sino que mexicanos y el mundo preocupado, sepamos algo de los 43 alumnos desaparecidos; si los restos hallados en las fosas clandestinas de la periferia de Iguala no son de ellos, entonces de quienes son. (La PGR descartó que los 28 cuerpos hallados el 4 de octubre en 5 fosas pertenecieran a los normalistas desaparecidos.) Quiere decir que son de otros tantos desaparecidos, asesinados y enterrados clandestinamente, pero por quién. Es obvio el contubernio entre cuerpos policiacos y grupos del crimen organizado. Las policías responden al mando del crimen. Es más claro que el agua. Inclusive ya lo sabe la PGR. La pregunta que debe tener una respuesta inmediata: Dónde están los 43. Quien los tiene. Ya tendrían que haber aparecido vivos o muertos. Aunque lo más seguro es fueron asesinados, y sus cadáveres desaparecidos.
El presidente Enrique Peña Nieto aparentemente no dice nada en concreto, pero su discurso debe leerse entre líneas. Y da la clara impresión que ya le retiró totalmente su apoyo a su amigo Aguirre Rivero. Y ya le envió mensajes que el gobernador no ha querido entender. Ya debía de haberse ido de la gubernatura para dar paso a una recomposición de raíz de las relaciones sociales y políticas del Estado.
Este miércoles, Peña Nieto insistió: “el Estado mexicano hallará y aplicará ‘todo el peso de la ley’ a los culpables de la desaparición de los 43 estudiantes normalistas y de los hechos violentos en Guerrero.”
“Frente a estos crímenes no habrá impunidad. El Estado mexicano hallará y aplicará todo el peso de la ley a los culpables. La violencia, venga de donde venga, es contraria a lo que somos como país, la violencia nunca será la solución ni el camino para un mejor futuro”, puntualizó el mandatario.
Recordó que ayer la Procuraduría General de la República dio a conocer información relevante que ha permitido establecer nuevas líneas de investigación, y manifestó su deseo que este trabajo lleve a la localización de los jóvenes desaparecidos.
Con todo, Aguirre Rivero tendría que reflexionar muy en serio. Su permanencia en el gobierno local no ayuda en nada. No garantiza imparcialidad.
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