Parece que aquel retintín famoso “hijo de tigre, pintito” no se puede aplicar ya con la contundencia e infalibilidad que antes se estilaba. No cabe duda, tempus fugit, y hasta en política, “el tamaño sí importa”.
Herederos del prestigio intelectual y político del Grupo Atlacomulco, temido por sus hombres multifuncionales, arrojados y atrevidos, a los que ningún prejuicio, dogma o costumbre detenía, los Fabela, Baz, Hank, Labra, Albarrán, Martino, Colín, etc. se sentirían, cuando menos, defraudados, por los que en su nombre, accedieron al poder político nacional, codiciado durante casi un siglo por los fundadores del envidiado Grupo.
Excepción que confirma: López Mateos, el antecedente inmediato, gobernó con un gabinete de lujo, que lo elevó a la cima de la admiración.
Imitando al Grupo Sonora, que en la segunda década del siglo pasado no dejó títere con cabeza al llenar todo espacio de poder, los nuevos muchachos se abalanzaron sobre el botín como aves de rapiña, sedientos de fama y fortuna. Desplazaron toda idea de representatividad nacional y encumbraron a los amigos que necesitaban para sus planes, que nunca han visto más allá de un corto plazo. Obvio, las ideas y el talento de Del Mazo y Montiel, no alcanzan para gobernar.
Postergaron toda idea de Nación. Asumieron que lo necesario para gobernar Toluca, sobraba para gobernar México. Se impuso su provincianismo y se desbordó todo sentido de la proporción . Trataron de imponer modo y manera.
Desplazaron cualquier vestigio de talento y de operación priísta. Despreciaron la posibilidad de la asesoría de Estado nacional y la experiencia de los antecesores en los cargos. No hay un sólo think thank de esa familia de gobierno que sea consultado.
Dejaron en las posiciones intermedias, en los goznes del poder, donde se toman decisiones informadas a burócratas panistas, con el señuelo de que actuando así, tendrían el apoyo incondicional del blanquiazul. Equivocación supina.
No presentaron una sola idea sobre política rural, industrial o manufacturera, los sectores vertebrales de la economía nacional. Siguiendo las pautas toluqueñas, pensaron que con sólo conceder privilegios a sus élites todo marcharía. Y no.
“GOBERNANTES” CONFUNDIDOS
No hubo nunca una idea de Nación. Un solo modelo de desarrollo. Todo lo enfocaron a esperar dormidos que las “inversiones extranjeras y las reformas estructurales “hicieran el milagro”, aunque el país se estuviera cayendo a pedazos. Un modo de pensar del fatídico siglo diecinueve.
El mercado interno, para ellos, fue sólo una mosca inoportuna. La productividad, la capacitación y la competitividad, vendrían de la mano de las compañías extranjeras. Hacerlo desde el Estado era una pérdida de tiempo, cual lo corroboraba una “reforma laboral” a la medida de los patrones. Una mentalidad de país y gobernantes coloniales, sometidos por vocación.
¿Castigar a los delincuentes? ¡Jamás! No hubo autoridad moral para siquiera averiguar los desmanes en la Línea 12. Tlatlaya, Iguala, pueden dormir el sueño de los justos. Ángel Aguirre, a la Rotonda. La decisión es del PRD, no del gobierno nacional. El colaboracionismo, por encima de la justicia.
La dictadura de la imagen, antes que el ejercicio responsable. “Gobierno” de rating, con fondo de frases huecas, masiosarescas, que aturden y desesperan. Crece el clamor de la dimisión, no sólo en Guerrero, sino en el Altiplano.
No puede ser de otra manera. No se puede responder al hambre con persecución fiscal; a la inseguridad con “gendarmerías”; a las cuestiones apremiantes con poses neurolingüísticas; a la exigencia de empleo, con estadísticas del INEGI.
Un gobierno que confunda la equidad en la distribución del ingreso con el reparto de pastelillos está condenado al fracaso.
Si en eso está confundido, ¡imagínese usted en todo lo demás!
NEGOCIACIÓN SOBRE CADÁVERES
Y sí. Le han dejado al PRD y a Ángel “El Gordo” Aguirre –así le dicen– la solución de los muertos y desaparecidos de Iguala, que ya es un caso semejante a una olla exprés a punto de estallar, pues la válvula federal está atascada.
Y el PRD de “Los Chuchos” juega sus fichas.
También el propio Aguirre.
El todavía gobernador sólo fintó con aquella iniciativa de referendo o consulta popular que decidiera si seguía o no en el cargo.
Finta, pues el espera que transcurra el tiempo y, después del 15 de enero, él mismo pueda designar a su sucesor.
¿Por qué a partir del 16 de enero?
Pues porque en los términos del artículo 68 de la Constitución guerrerense –“en las faltas temporales del Gobernador que no excedan de treinta días, se encargará del despacho el funcionario que el Jefe del Ejecutivo designe”– el propio Aguirre decidiría a quien deja, mientras él solicita una y otra licencia de 29 días, por ejemplo, hasta que culmine el periodo sexenal.
Si “Los Chuchos” no le dan ese chance a “El Gordo” bohemio y apostador –porque ellos son quienes manejan el tinglado guerrerense, ante la omisión del “gobierno” federal–, entonces se tendrá que actuar conforme al artículo 72 de la citada Constitución local –“Cuando la falta absoluta del Gobernador ocurra en los cuatro últimos años del ejercicio constitucional, si el Congreso estuviera en sesiones elegirá desde luego el Gobernador sustituto que deba concluir el período. Si el Congreso no estuviere reunido se procederá en términos del artículo 68–, pero tal debería suceder antes del 15 de enero, cuando culmina el actual periodo ordinario de sesiones de la Legislatura del estado que lleva el nombre del prócer Vicente Guerrero.
Y como sucede que, también, el Congreso local está controlado por “Los Chuchos”, éstos quieren dejar ahí a un títere que sólo les obede$ca a ellos y, además, influya en la próxima elección de gobernador para el sexenio 2015-2021.
Sin vela en el entierro –y además con un dirigente asesinado por cuestiones políticas–, el PAN quiere que se opte por la aplicación del 76 de la Constitución federal (declaratoria de desaparición de poderes), para atraer el caso hasta la Cámara de Senadores.
Y mientras, el PRI – “gobierno” juega con el tiempo y con las circunstancias, buscando en el camino de la negociación utilizar monedas de cambio, como la sucesión en la CNDH… la conclusión del paro en el IPN que –no se ría, por favor—Osorio Chong iba a arreglar en 30 minutos… pero sobre todo, y de cara al proceso electoral federal de 2015, que esto “no contamine el proceso de consolidación de las once reformas estructurales”.
Negociación sobre cadáveres y desparecidos, pues.
Índice Flamígero: Dice Margarita Zavala que ella y Calderón pueden caminar tranquilos. Nosotros no, señora. Nosotros tememos que nos asalten o nos maten, gracias al desmadre que dejó su marido. Ustedes caminan escoltados por elementos que pagamos con nuestros impuestos, ¿qué no?
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No es correcto hecharle la culpa a los que ya pasaron”Que hicimos enese tiempo”?.El pueblo tiene lo que se merece,los mas llorones son los que vendieron su voto,y el que gano compro el puesto,así que no se siente ligado o comprometido,El compro.