• La moneda sigue en el aire. El expediente Ayotzinapa continúa abierto.
El procurador Murillo Karam sólo trató de manipular informaciones y datos imprecisos para dejar dudas en la gente.
Encontraron los ministeriales, los federales, los comunitarios nuevas pistas: 6 bolsas con ceniza y restos humanos, en un río de Cocula, población vecina de Iguala, donde fueron secuestrados los 43 estudiantes por el grupo criminal Guerreros Unidos, dice el procurador, pero no lo asegura. Sólo se basa en declaraciones de presuntos criminales de los 74 que están detenidos en relación con el secuestro.
Muchos datos, presentación de un presunto integrante del grupo presuntamente criminal, presuntamente asociado con la policía de Iguala, presuntamente encabezado por José Luis Abarca, presuntamente detenido, presuntamente consignado.
Decepciona el procurador, no sólo a los padres y madres de los 43 estudiantes desaparecidos y posible y probablemente asesinados, quemados, incinerados.
Pero no da nada concreto respecto de si los jóvenes están vivos o están muertos. Los restos serán llevados a Europa para que sean analizados en los laboratorios de alta tecnología en un centro universitario de Insbruk, Austria.
Pero eso tardará mucho tiempo. Así que no desesperemos. Un día, algún día no lo sabremos. Esa es la historia de los grandes crímenes que se cometen en este país. Quién, poro ejemplo, asesinó al presidente Alvaro Obregón. Quién asesinó a Luis Donaldo Colosio.
Sea lo que fuere, Ayotzinapa es el hecho más grave, gravísimo, de violación de los derechos humanos, del derecho a la libertad de expresión, del derecho de manifestación de las ideas, del derecho a la movilidad, del derecho a la vida, del derecho a crecer, a envejecer y a morir de muerte natura.
El pecado de los estudiantes normalistas es ser muy pobres, de familias campesinas, de querer ser más en la vida, ser maestros, y luchadores. No pueden estar contentos porque viven, la mayoría en la extrema pobreza, y las normales rurales son una opción, una oportunidad.
Y ojo: la mayoría de las administraciones gubernamentales siempre han intentado desaparecer a las normales rurales, no gustan, son incómodas. Hay que recordar de que de ellas emanaron los guerrilleros de los años 70, principalmente el comandante Lucio Cabañas, jefe del Partido de los Pobres.
El presidente Peña Nieto dijo que los hallazgos presentados por el procurador indignan y el gobierno mantendrá las investigaciones hasta aclarar el crimen. A los padres de familia les prometió que se hará justicia.
Pero, ¿y dónde están los muchachos? ¿Están vivos? ¿Están muertos? La misma presunta de hace ya más de un mes.