Es cierto que el país sigue caminando. Pero más por la necesidad de cada uno de nosotros de continuar nuestras vidas a como dé lugar, que por las condiciones en que se desarrolla nuestro día a día.
Son ya dos años de la gestión presidencial de Enrique Peña Nieto y hasta ahora parece que hay que apuntarle más errores que aciertos.
No se trata de una crítica malsana, ni descalificadora, mucho menos desestabilizadora. Se realiza el apunte de los focos rojos, el diagnóstico les toca a otros y de ahí las acciones a tomar.
A nivel micro, es casi terrorífico cómo en las grandes urbes, millones de mexicanos nos desplazamos de formas cada vez más caóticas e inseguras.
El costo de los traslados en cualquier modalidad –particular o pública–, se encarecen cada vez más y no hay remedio. Hay que pagar el valor cada vez más alto de los combustibles que mueven tales vehículos.
¡Qué decir del abasto para llevar comida a los hogares! Es una verdadera angustia esperar la noticia del costo total de los comestibles.
No hay tranquilidad de ningún tipo por la violencia cotidiana en la que estamos inmersos. Todos tenemos una historia propia o muy cercana de un asalto o hasta de muerte por causa del crimen.
Podríamos totalizar todas las adversidades generalizadas de los micro entornos de la gran mayoría de los mexicanos y aún habrá quienes nos señalen que esos, no son culpa de los gobiernos, ni de quienes nos administran.
Seguro habrá quien responda que en cuanto a economía, la mayor influencia negativa la tienen el comportamiento de los mercados y economías externas. Y nos estarán mintiendo.
En cuando a la inseguridad y la violencia que nos aqueja como nación, ya hubo respuesta concreta: Fue Calderón.
En afán de impugnar las críticas vertidas por el ex presidente Felipe Calderón a la estrategia planteada por el mandatario Enrique Peña Nieto en materia de seguridad, César Camacho Quiroz, el aún dirigente nacional del PRI; le pidió a Calderón sea autocrítico y puntualizó: “Estamos viviendo las secuelas de la absurda guerra en la que involucró al país”…“El sexenio calderonista hizo su aportación, lo digo con sarcasmo a la situación que enfrenta ahora el país en materia de seguridad”.
Que mal. Dos años de gobierno peñista y las cosas no podían estar peor.
Más se entiende. Si los diagnósticos son tan malos, las estrategias no pueden ser mejores.
Acta Divina… En materia de seguridad, el presidente Enrique Peña Nieto propondrá al Congreso de la Unión, una reforma constitucional para crear mandos únicos policiales por entidad federativa, un operativo especial de seguridad en la región de Tierra Caliente y la creación de un número para emergencias nacionales (911).
Para adviertir… ¡Y faltan cuatro años!
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