De que el país y sus instituciones, así como los diferentes grupos de la sociedad nos encontramos en crisis, de eso no existe ni la menor duda.
Sin embargo el cuestionamiento más reiterado es el porqué la cabeza de esta administración, pese a su decálogo en contra de la violencia, la inseguridad y la pobreza en nuestro país; no ha ido más allá.
Las acciones para frenar la violencia son hasta ahora meros paliativos, que se escudan en la legalidad y su reconformación.
Pero lo que más asusta es todo el asunto económico y si me lo permite usted amable lector, el aderezo del gran escándalo del posible tráfico de influencias operado desde la más alta esfera del gobierno mexicano. Sí, ese que ahora comandan los priistas.
Ya no sólo son los tópicos del precio del petróleo a la baja y la urgente inyección de subasta de dólares por la elevada paridad del peso frente al dólar; el tema del tráfico de influencias desde el ámbito gubernamental, es asunto que también pone en jaque a la presente administración.
Hay mayor desconcierto ahora que el Wall Street Journal informó que también el secretario de Hacienda, Luis Videgaray le compró una casa en Malinalco, Estado de México; a una de las empresas constructoras de Juan Armando Hinojosa, el mismo que fue beneficiado durante el gobierno de Peña Nieto en el Estado de México con grandes contratos y que tiene relación directa con el escándalo de la llamada casa blanca y la suspensión del tren rápido México-Querétaro.
Una esperaría más acción desde la administración de Peña Nieto que dar explicaciones a medias, utilizando los medios de comunicación ahora tan satanizados –hasta por el propio presidente del Instituto Nacional Electorlal (INE), Lorenzo Córdova.
Parece que en el ámbito gubernamental se está representando una mascarada como para no afectar el curso de algo de lo que no estamos enterados como sociedad. La inacción hace sospechar tal cosa.
¿Será acaso el estado de salud del presidente Enrique Peña Nieto?
Más allá de su cansancio natural, al presiente de México se le ve desmejorado.
¿Acaso la inacción y algunas bravuconadas en razón de defender el trabajo presidencial entre los elementos de su gabinete, es una forma de mostrar respeto a su jefe?
Acta Divina…“No vamos a ceder aunque la plaza pública pida sangre y espectáculo”: Aurelio Nuño, jefe del gabinete presidencial.
Para advertir… Por cierto, grupo H&G en Malinalco, curiosamente recibe subsidios por el pago de predial.
Aviso… Agradezco a todos quienes me han acompañado en este 2014 en mi Acta Pública. No me voy de vacaciones. Voy a librar otra batalla de una guerra declarada. Espero nos reencontremos aquí mismo en enero del 2015.
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