De acuerdo a un reportaje, el exfuncionario recibió “visa Einstein” para residir en EU, reservada para “gente con habilidades extraordinarias”.
Redacción NoticiasMX.- Según reportaje de Ryan Deveraux, para The Intercept, el exsecretario de Seguridad Pública mexicano, Genaro García Luna, que hoy enfrenta proceso judicial, habría recibido un tratamiento “más que especial” durante los últimos 17 años por parte del gobierno de los Esatdos Unidos, viviendo plácidamente sin problemas en territorio de aquel país, hasta que abruptamente y en los últimos meses, llegó esta acusación de conspiración en tres diferentes modialidades para la introducción con diferentes fines de sustancias prohibidas a territorioo americano.
Según el reportaje, reseñado en informacióon de OEM Editores y que proviene de BBC Mundo, Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública durante el sexenio de Felipe Calderón, obtuvo la residencia legal en Estados Unidos con un permiso conocido como “visa Einstein”.
El periodista Ryan Deveraux, en una investigación para The Intercept, informa que este tipo de visa está reservada para “gente con habilidades extraordinarias” y no está claro cómo García Luna, quien colaboró con el gobierno de EU, pasando información de seguridad en México, consiguió la preciada visa.
¿Qué es la “visa Einstein”?
Oficialmente se llama Visa EB-1, pero por el tipo de personas que la reciben, se la conoce como “visa Einstein”, en honor al destacado científico Albert Einstein que emigró de Alemania a Estados Unidos y que, sobre todo, aportaron un conociminto o un beneficio político o cultural al pueblo de los Estados Unidos, siendo extranjero.
De acuerdo a los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de EU, los candidatos ideales son académicos sobresalientes, ejecutivos de empresas multinacionales, medallistas olímpicos, actores ganadores del Oscar o periodistas premiados con el Pulitzer.
Para obtener este tipo de visa por “aptitudes extraordinarias”, un migrante tiene que proporcionar evidencia de fue acreedor de “premios o galardones” nacionales o internacionales, o cumplir con tres de 10 criterios que demuestren la excelencia en su campo.
El solicitante debe demostrar que su trabajo ha sido reseñado en publicaciones importantes o que ha hecho contribuciones científicas, artísticas, en el campo académico, en los deportes o en los negocios y que son “de notable importancia”.
Es decir, en casi 17 años en que supuestamente observó conductas ilícitas en perjuicio de los Estados Unidos de América, según las “voluminosas pruebas” que tiene en su poder la Fiscalía que lo acusa, nunca se pudeiron percatar los investigadores que el haberle otorgado una condición de “residente honorable”, con visa de científico, no correspondía a la naturaleza de sus “actividades”.
Vaya paradoja.
hch