Claudia Rodríguez
Rápido y sencillo, con apenas unos votos en contra de diputados del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el 13 de junio del presente, el Congreso de Campeche aprobó la licencia absoluta a Rafael Alejandro Moreno Cárdenas para separarse del cargo de gobernador, y se erigió en Colegio Electoral para designar al mandatario constitucional sustituto local, que recayó en Carlos Miguel Aysa González, quien fuera hasta entonces, el secretario de Gobierno de la presente Administración de la entidad, con término al 15 de septiembre del 2021.
Es cierto que no hay sorpresa en que los cargos incluso votados por la ciudadanía, sean interrumpidos para aspirar a nuevos rumbos; no obstante se violente el sufragio ciudadano y hasta rueden por los suelos las promesas de prioridad de trabajar para los gobernados.
Es el caso repetido de Moreno Cárdenas, que está en la pelea por la dirigencia del Partido Revolucionario Institucional (PRI) –por cierto en terapia intensiva–, pero que además cree el ex mandatario campechano, que sólo será otro peldaño más en su carrera con meta a la candidatura presidencial priista en el 2024.
En Campeche son muchas las molestias respecto a que el gobernador electo, los haya dejado colgados, casi casi, ninguneados, pero sobre todo el gran desagrado entre los otrora gobernados, versa en torno a la riqueza por ahora inexplicable del que nombran “Alito”, acumulada durante los cargos públicos que él mismo ha desempeñado.
En sólo tres años de 2012 al 2015, como diputado federal, Moreno se hizo de 15 inmuebles y autos de lujo que es patrimonio visible, pero hay quienes además señalan que también sus cuentas bancarias fueron beneficiadas, tanto como otras acumulaciones de bienes.
Hasta ahora no hay auditoría que tenga verificativo, mucho menos en contra de los señalamientos de desvíos millonarios durante el mandato presente truncado en el Gobierno de Campeche.
El señor Moreno que recién creó un cisma al interior del PRI, desde hace tiempo tiene la ruta trazada.
Ya desde el 2017 se advertía de las cercanías y alianzas con la derecha panista y priista, de quien justo ahora tiene grandes probabilidades de llegar a ser el médico resucitador del Revolucionario Institucional: Miguel Ángel Osorio Chong, José Murat, Felipe Calderón, Juan Camilo Muoriño y ciertamente hasta con Enrique Peña Nieto.
El 24 de junio de 2015, Alejandro Moreno supo que los casi 140 mil votos con los que obtuvo la gubernatura de Campeche eran sólo la catapulta real de sus verdaderos y personalísimos intereses políticos y económicos.
Acta Divina… Moreno Cárdenas aseguró que en su gobierno no habría impunidad, y que Campeche daría “un salto al desarrollo y a la modernidad”,
Para advertir… El salto lo dio sólo Moreno… y espera saltar más y más.
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