Luego del reciente escape carcelario del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera “El Chapo” –el primero fue en el 2001–, mientras el presidente Enrique Peña Nieto volaba a Francia, es válida la pregunta: ¿A qué fue el jefe del Ejecutivo a Francia con una comitiva de más de cuatrocientas personas?
Seguro al menos en el discurso y en el papel se cumplieron con las expectativas a corto plazo de la visita de la comitiva mexicana a tierras galas.
Fue la misma Presidencia de la República la encargada de informar de manera previa que el objetivo de la visita de Estado de Peña Nieto a Francia se enmarcaría en el proceso de profundizar relaciones entre México y la nación europea citada; sobre todo en terrenos de lo empresarial, lo político y cultural.
Pero para ser francos –de franqueza–, los eventos en las que estuvo presente sobre todo el mandatario mexicano y su grandísima comitiva fueron opacados por dos cuestiones fundamentales. Una indirecta pero tangencial y otra personalísima.
Del cómo se firmaron los 60 acuerdos bilaterales en materia económica, científica, tecnológica y educativa entre nuestra nación y la francesa, poco supimos al respecto.
Claro que la fuga de “El Chapo” de la cárcel catalogada de máxima seguridad del Altiplano, en el Estado de México; adosada la acción de factores de alta ingeniería, de una muy buena cantidad de corrupción y colusión, así como de nula capacidad del aparato de inteligencia nacional; contribuyeron en un gran porcentaje a que para los mexicanos la visita de Peña Nieto a Francia y todas las actividades concurrentes nos pasaran “de noche”.
Pero no sólo eso. Hay un tema personal de la pareja que habita en Los Pinos y que viene llamando la atención de manera pública y multicitada desde la misma reciente visita a México de los reyes de España, Felipe VI y Letizia; y no es otro asunto que el posible enojo y distanciamiento que existe entre el presiente Peña Nieto y su esposa Angélica Rivera.
En Zacatecas junto a los monarcas españoles, fue captado en video el momento en que Rivera intenta tomarle la mano al presidente cuando ella le queda a su espalda. Angélica al sentir que él la ignoró, de manera visible en un segundo lo mira con desprecio y baja la mirada hasta la mano del caballero negada.
En Francia, las cosas al respecto no fueron mejor, pues tanto Peña Nieto como Rivera volvieron a protagonizar un llamado “momento incómodo”, durante el desfile militar del 14 de Julio en Francia. Circula un video que advierte una situación similar a la vivida en la visita de los reyes españoles. Primero Angélica Rivera parece desairar a su esposo y luego él en dos ocasiones la rechaza, al retirarle la mano y luego el brazo.
La pregunta es: ¿A qué fueron a Francia? Las respuestas son varias, pero quedó claro que con la estancia de Peña Nieto fuera del país, el Estado mexicano dejó en claro su ineficacia en el punto vulnerable de la seguridad, además de que en Los Pinos la relación de los consortes les impide comportarse a la altura del protocolo político y social.
Para advertir… ¿Divorcio en Los Pinos? No tiene que ser legal, ni eclesiástico.
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…y tan orondo q iba !!