Redacción, MX Político.- En el tercer intento, a tropezones, sin suficiente claridad en sus argumentos, la mayoría legislativa en San Lázaro, conformada por Morena, PT, PES y PVEM, logró aprobar el miércoles 28 que 33 mil millones de pesos del Fondo de Salud para el Bienestar puedan ser usados para atender la contingencia sanitaria provocada por el covid-19.
Una vez más, enfrentó en un agrio y reiterativo debate al bloque opositor del PAN, PRI, MC y PRD, que ante la imposibilidad de detener su aprobación recurrió a las mentiras y a la referencia machacona, sin sustento, de que dicho fondo desaparecerá y que con el traslado de esa multimillonaria suma a la Tesorería de la Federación (Tesofe) se deja en la indefensión y “se condena a la muerte” a miles de mexicanos.
La legisladora emecista Lourdes Contreras González llevó su discordia hasta predecir para México la extinción de la niñez.
“Estimadas y estimados compañeros, antes de votar reflexionen en lo que están haciendo, piensen en las familias de México que harán sufrir, en las madres que dejarán a sus hijos, en nuestras niñas, niños, que perderán la oportunidad de vivir y de disfrutar este maravilloso país”, arengó desde la tribuna camaral.
La diputada jalisciense remató su intervención mezclando los proyectos “faraónicos” de la 4T con el apocalipsis: “¿Para qué quieren un Tren Maya si no vamos a tener niñas y niños que lo puedan disfrutar?”
El legislador guanajuatense del PAN Héctor Ramírez Barba se fue al insulto y a tono con su compañera opositora, acusó a la mayoría de estar cometiendo “un crimen de lesa humanidad”:
“Usaré mis minutos sabiendo que discutiendo con legisladoras y legisladores que han renunciado al uso de la razón, que se han descerebrado conscientemente (hasta) quedar como anencefálicos, es como administrar medicina a los muertos.
“Compañeros legisladores, casi anencefálicos, lo que están haciendo es un crimen de lesa humanidad para los mexicanos y más para los más pobres.”
Así se pusieron las cosas en la Cámara de Diputados.
De panzazo
La mayoría legislativa había intentado de manera infructuosa durante la aprobación de la extinción de los 109 fideicomisos introducir la posibilidad de usar los fondos de salud, lo que generó un primer y prolongado debate hasta que, luego de la toma de tribuna por la oposición, optó por posponer la tentativa.
Una segunda, también fallida, se dio en comisiones cuando en el dictamen de la Ley de Ingresos se trató de incluir los 33 mil millones para acabar, nuevamente, retirando el punto.
En la tercera, al fin pudo aprobar que se considerara en la Ley General de Salud la disponibilidad de los 33 mil millones de pesos para requerimientos del sector salud, aunque lo consiguió con apenas cuatro votos por arriba del mínimo requerido.
Hasta el segundo trimestre del presente año, el Fondo de Salud para el Bienestar tenía un saldo de 97 mil millones de pesos en números redondos. De esa cantidad, el dictamen de la mayoría consiguió que a más tardar para el 1 de abril de 2021 se puedan disponer de 33 mil millones de pesos, por lo que para esas fechas el mencionado fondo se quedaría con 64 mil millones si no se le depositaran más recursos, precisó a Proceso el diputado de Morena Iván Pérez Negrón, promotor del polémico dictamen.
Contrario a lo que sostuvo de manera reiterada la oposición, en ningún lugar del escrito aprobado el pasado miércoles 28 desaparece el fondo ni se queda sin recursos.
Aún más, en el cuerpo del dictamen avalado sólo con votos de Morena, PT, PES y PVEM, se informa que el promedio anual de recursos utilizados por el Fondo de Salud para el Bienestar en el periodo 2012–2019 es de 11 mil millones de pesos, por lo que el saldo existente, una vez retirados los 33 mil millones, serviría, si se siguiera erogando esa cantidad anual, para cubrir las necesidades de al menos los próximos cinco años.
De acuerdo con la Ley General de Salud, el dinero del Fondo de Salud se puede usar sólo en los siguientes rubros: para atender 66 enfermedades que provocan gastos catastróficos, entre ellas los diferentes tipos de cáncer que pueden padecer niños y adultos, para necesidades de infraestructura en salud y en el abasto y distribución de medicamentos y otros insumos, así como para garantizar el acceso a exámenes clínicos de la población no asegurada.
Con el dictamen aprobado, los objetivos del Fondo de Salud se extenderían a solventar la necesidad gubernamental de disponer de recursos públicos para destinarlos a la atención de la pandemia del covid-19.
El documento aprobado adiciona un párrafo segundo al artículo 77 bis 17, modifica el párrafo segundo del artículo 77 bis 29 de la Ley General de Salud y añade un segundo transitorio.
Un día después de la aprobación del dictamen, el legislador morenista Iván Pérez Negrón declaró a Proceso: “Los 33 mil millones de pesos están etiquetados en el ramo de salud desde nuestro dictamen de Ley de Ingresos y quedarán en el Presupuesto de Egresos 2021.
“¿Qué hicimos el miércoles? Garantizar que quede en la Ley General de Salud. Por eso el incremento que menciona el presidente Andrés Manuel López Obrador de 9.1% en términos reales al presupuesto de salud, porque están considerados esos 33 mil millones.”
–¿Por qué no se solucionó el diferendo con la oposición etiquetando en la reforma a La Ley General de Salud los 33 mil millones al Sector Salud y en específico a la compra de la vacuna contra el covid-19?
–Porque es claro que un recurso que sale de un fondo de salud se va a destinar a la salud, no tiene vuelta de hoja. Lo que ha intentado la oposición es confundir, primero diciendo que se iba a desaparecer el fondo, después que los recursos irían al gasto corriente.
–¿Qué hubiera pasado si en el dictamen se incluye lo que solicitaba el bloque opositor de que quedaran etiquetados esos recursos?
–No era necesario, así está dispuesto en la exposición de motivos de mi iniciativa, está perfectamente claro en las disposiciones que justamente regulan al fondo de salud para el bienestar y los recursos que de ahí salen obviamente etiquetados para fines de salud. No era necesario, fue un argumento para tratar de obstaculizar el proceso legislativo.
–Insisto para clarificar: la oposición reiteró y machacó una y otra vez en que al pasar los recursos a la Tesofe se podrían usar a discreción y no necesariamente para salud, por eso insistían en que se etiquetaran y que si lo hacían hasta apoyarían el dictamen.
–Es una falacia, es un argumento que no se sostiene porque ya está plenamente garantizado que estos recursos se van a ir a la atención de la salud.
–La oposición también proponía cambiar el verbo “podrán” por el “deberán” garantizarse los recursos para necesidades materiales en el rubro de salud. ¿Qué me dice al respecto?
–Es un tema de interpretación que hacen ellos. En el artículo 77 bis 17 se establece en efecto que se podrán destinar los recursos a fortalecer acciones en materia de salud, a través del reintegro correspondiente a la Tesofe o mediante el propio Fondo de Salud para el Bienestar, y obviamente, los recursos del fondo no se pueden destinar a otra cosa que no sea la salud. Así lo establece la ley, las propias reglas del fideicomiso.
El tema llegó a “la mañanera” del presidente el jueves 29.
Carlos Calzada, reportero de Radio Educación, preguntó al secretario de Hacienda, Arturo Herrera Gutiérrez –presente en dicha conferencia, donde se anunció el acuerdo con Naciones Unidas para la compra masiva de medicamentos–, si los 33 mil millones de pesos comprometidos en ese convenio se tomarían del Fondo de Salud para el Bienestar.
El funcionario respondió: “Efectivamente, lo que se aprobó ayer en la Cámara de Diputados va a permitir que los recursos de ese fideicomiso pasen a formar parte del presupuesto que va a tener la Secretaría de Salud”.
El mismo jueves, en la Cámara de Senadores se incorporó en la Ley de Ingresos la partida de 33 mil millones etiquetados “para el cumplimiento de fines en materia de salud”.
Dicho dictamen regresará a los diputados, que deberán volver a votar la modificación realizada por los senadores.
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