Reza la frase coloquial; ¨no hay mal que dure cien años, ni pendejo que los aguante”, y he aquí a los mexicanos, demostrando con patriotismo ramplón la excepción que confirma esta regla.
¿Cómo hemos logrado llegar a tal circunstancia social actualmente?.. difícil en verdad dilucidar el origen de ello, pero yo insisto en la inconsciencia generada por siglos y siglos de adoctrinamiento en la fe, en la esperanza, y en el abandono de la voluntad en beneficio de generaciones de una oligarquía letal cual virulentos reinados virtuales .
¨Los colmos de los absurdos” se rebasan ya con toda cotidianidad ante la mirada impávida de millones de mexicanos que a fuerza de injusticia, fe e inconsciencia cierran los ojos voluntariamente ante una realidad que lacera… y mucho.
Y regresamos a las frases; “sólo en México señores”, y parece que lo mejor elaborado en México es la corrupción y la inconsciencia.
Cada día es un día de absurdos, como el absurdo de un Ferrari bañado en oro, indigno hasta para el príncipe de Brunei, en posesión del ¡hijo! de un político (que ya suena a ¡hijo de puta!), representante ciudadano y líder sindical, posiblemente cabeza del crimen organizado, porque en esté país de absurdos la poca lógica restante señala que estamos en manos de criminales en el poder.
El absurdo de obtener siempre migajas de un convite entre poderes, serviles cobardes y pueblo inconsciente.
El absurdo al haber pensado que las votaciones, una vez más, serían la solución para un pueblo arrodillado, sumiso ignorante e indolente.
El absurdo al pensar que un candidato, líder, o emancipador glorificado logrará por fin lo que otros supuestos pares nunca lograron en el pasado, no por incapacidad sino únicamente por ser ellos mismos parte del engaño de la esperanza.
El absurdo al dejar salir de México a la cónyuge del otrora señor feudal de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, con miles de millones de pesos saqueados de las arcas públicas y seguramente producto beneficio del crimen organizado, mientras al pueblo pendejo se le arrojan los pellejos de una prostituta o generosamente llamada ¡su amante! como sacrificio del sistema político mexicano, una de aquellas cientos de miles de prostitutas (hombre y mujeres) que abundan en las lujosas oficinas de nuestros “esforzados” servidores públicos, una de esas mujeres que inician sus carreras arrodilladas debajo de un escritorio y terminan con una plantilla de lambiscones arrodillados a sus caprichos, de esas que terminan siendo madres de nuestros futuros dirigentes, líderes y autoridades en este absurdo sistema político basado en favores sexuales que arropa una absurda democracia.
Un México de absurdos de gran calado, como el absurdo de pedir cuentas a un país hermanado en raíces culturales comunes por la supuesta tiranía de un gobierno, cuando aquí ni al menos tenemos un gobierno pero si una gerencia extranjera.
Un México absurdo, un país con nombre pero sin soberanía, sin autonomía, un pueblo rendido ante el decadente país del norte.
Un México sin presidente tan sólo un CEO (chief executive officer) empleado de una corporación extranjera que dicta los destinos de un pueblo pendejo… apendejado en la esperanza y el perdón.
Un México absurdo donde después de 100 años de malas experiencias y confirmaciones aún se cree en el sistema electoral vigente, en los actores políticos emanados de esos 100 años de absurdos, y en la estructura de gobierno corroída por más de 100 años de saqueo indiscriminado…
Un México absurdo en donde algunos como quien sólo algunos pasajes de la Biblia ha leído, como un borracho reprimido y asesino, como un palurdo megalómano y drogado que escribe ¡vivora! sin vergüenza alguna, han sido presidentes de esta república bananera en complicidad con esos “cantamañanas” y “bragueteros” quienes ahora rasgan sus vestiduras por semejantes personajes.
Un México absurdo en donde centenas de miles han muerto y desaparecido tan sólo en un par de décadas pero donde la clase pudiente, intelectual y dominante se vanagloria, enarbola la representatividad, la lucha y defensa de los derechos humanos en otros países como Venezuela; un país en la mira de los grandes capitales e intereses petroleros concentrados por nuestros dueños y señores del norte.
Un México absurdo en donde vale más la mentira de un prelado que la verdad de decenas de niños y sus familias.
Un México absurdo en donde la opinión e intereses de un multimillonario siempre tendrá mas peso que el clamor y necesidades de miles de vulnerados.
Un México absurdo donde el pasado corrupto de un político es perdonado por la gracia y espíritu santo de un tabasqueño.
Un país absurdo en donde se considera ¡salvador de México! a un candidato de izquierdas y golpes de pecho, quien lo único que atina es pedir al papa intervenga para resolver el conflicto en Venezuela, desconociendo que tal acto “divino” ya ocurrió siendo un rotundo y celestial fracaso. (Sería conveniente aproveche el peje y ruegue por la intervención del “Vicario de Cristo y Pastor de toda la Iglesia” ante “la crónica de un fraude anunciado” en el estado de México, tal bendición papal y continuar acudiendo a las instancias “legales e institucionales nacionales” seguramente resolverán cualquier fraude electoral presente y futuro, alabado sea el señor.)
Un México absurdo en donde la muerte de 49 bebes y 106 heridos se difumina ante la candidatura y cara dura de la prima encubridora moralmente de la injusticia en el proceso y deslinde de responsabilidades en el caso de la guardería ABC.
Un territorio absurdo en donde la desaparición de 43 estudiantes a manos de las autoridades ha sido prácticamente olvidado.
Un México absurdo, lleno de gente absurda, dirigentes descabellados y generaciones sujetas, esclavizadas a doctrinas disparatadas en una búsqueda febril de una estúpida felicidad emanada de un sistema con total falta de lógica hacia el bienestar social integral y el cumplimiento de los derechos humanos.
Y tendremos una muestra más de la magnificencia del absurdo el próximo año en donde millones de obnubilados se tragarán el cuento de la voluntad popular canalizada a través de un sistema totalmente corrompido como el electoral mexicano, a pesar de la cucharada amarga y anticipada de “democracia” en el estado de México en las recientes elecciones.
Seguramente Franz Kafka estaría feliz y sorprendido al atestiguar a millones de acólitos del absurdo si estuviera aún vivo.
¿Así qué quieren una solución inmediata y eficaz?.. Bien señores, mi respuesta y solución es; vamos a votar esté 2018 por el menos peor, no es la mejor solución, no es el mejor candidato, no es el mejor sistema, ni al menos es una democracia, pero es una solución absurda en un México absurdo repleto de inconscientes…
Victor Roccas.