La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
El síndrome de la casa de los espejos: creen que reflejando imágenes multiplican votos
Revisando portales noticiosos y denuncias partidistas documentadas, se confirma que el gobierno de Cuitláhuac García, puso a disposición de MORENA, todo el aparato burocrático estatal para que, con garrote de por medio, acudan de espectadores a los mítines de los y las candidatas oficiales.
La práctica es vieja, de los tiempos en que el PRI era partido de Estado, sin embargo, sigue vigente, lo cual es inmoral (y delictuoso), sobre todo, porque los de ahora se dicen ‘distintos’, además, en sus documentos básicos, se pronuncian en contra del voto corporativo (dicen).
Pero bueno, el asunto radica en que dicha estrategia, es tan efectiva como una aspirina contra el cáncer de páncreas, ya que, lo único que provocan es que los trabajadores se indignen y demuestren dicho enojo, votando en contra de todo lo que huela a sus sojuzgadores, es la forma que tienen de rebelarse.
En sentido figurado, el Cui y sus adláteres, son los constructores de su propio acorazado Potemkin, incuban el huevo de la inconformidad con base en al autoritarismo patronal: cooperas o cuello…nada más iluso en un régimen multipartidista.
En fin, poseedores de una impericia involuntaria, pero, de la que hacen cotidiana gala, escriben ya su epitafio: no se culpe a nadie de nuestra derrota.