NO PASA NADA
Por:Jesús Solano Lira
Donde el horno no está para bollos es en el Tribunal Superior de Justicia del estado de Morelos, cuya presidencia continúa acéfala, tras la entrada en vigor de la Reforma Judicial que en automático dejo fuera a quien fuera su titular, Luis Jorge Gamboa Olea, que dicho sea de paso, era el último del ex gobernador y ahora diputado de Morena, Cuauhtémoc Blanco.
Hace una semana, el Poder Ejecutivo publicó la Reforma al Poder Judicial, previamente aprobada por el Poder Legislativo, sin embargo, en el cabildeo no terminan por ponerse de acuerdo los magistrados para nombrar a quien sucederá a Gamboa Olea.
Además de la falta de acuerdos, no se ha alcanzado el cuórum entre los 22 magistrados que conforman el Poder Judicial de Morelos, por diversas causas, pretextos y hasta jaladas de cabello, como el que olvidaron su toga, enfermedad, compromisos, y como que no le quieren entrar al toro.
Ahí le va, la terna que sigue más que firme está conformada por la magistrada Nancy Giovanna Montero Mercado, quien ha mantenido la delantera en las votaciones, pero sin lograr la mayoría calificada, que son 15; a Montero le pisa los talones el magistrado Javier Mújica Díaz, y la que de plano no ha figurado es la magistrada María del Carmen Aquino Celis.
Y como los chismes y el dinero son para contarse, se dice que para sacar adelante el proceso de elección del nuevo presidente del Tribunal Superior de Justicia de Morelos, algunos magistrados han pedido dos millones de pesos, asó como su haber de retiro, que no es otra cosa que su pensión, y le entran.
Ahhhh, y eso no lo digo yo. Resulta que hace unos días se filtró un audio bastante largo en el que se escucha a un magistrado, nadie ha dicho esa boca es mía, revelar que integrantes de otros poderes ofrecen el haber de retiro, con una base de más del 30 por ciento, a cambio de su voto por el magistrado Javier Mújica, para la presidencia del TSJ, así como dos millones de pesos. Ofertón que huele a corrupción.
El que no aplica la máxima del No Pasa Nada, es el magistrado Juan Emilio Elizalde Figueroa, encargado del proceso para elegir al manda más del Tribunal morelense, quien negó las versiones sobre los presuntos sobornos para favorecer a Javier Mújica.
Por cierto, el decano de los magistrados rechazó haber recibido algún ofrecimiento, y sumanente molesto, considero como “vil manejar esa información sin pruebas”. Y defendió su honorabilidad al sentenciar que en su “caso, nunca he sido tentado ni ofertado”, quiúboles, chulada de magistrado.
La que de plano ya manifestó su preocupación por la falta de acuerdo para elegir al nuevo presidente del TSJ es la gobernadora, Margarita González Saravia, por el vacío que hay en el Poder Judicial de la entidad.
La mandataria, que se ha mantenido al margen de este embrollo, hizo un respetuoso llamado al Poder Judicial del Estado para que, en el marco de su autonomía, resuelva a la brevedad el proceso de designación de la titularidad del TSJ de Morelos.
Para la mandataria: “Si bien se trata de un asunto estrictamente interno del Poder Judicial, su pronta resolución es clave para garantizar la estabilidad institucional, gobernabilidad y continuidad de los esfuerzos conjuntos en materia de seguridad y justicia”.
González Saravia reiteró que: “El Gobierno del Estado será siempre respetuoso de la vida institucional de cada poder. No obstante, confiamos en que esta situación pueda resolverse con prontitud para seguir fortaleciendo la gobernabilidad, institucionalidad y seguridad en beneficio del pueblo de Morelos”.
Y mientras son peras o manzanas, esta semana debe haber humo blanco en el Tribunal Superior de Justicia de Morelos, cuyo control no quiere dejar el grupo minoritario del destituido presidente del poder judicial morelense, Luis Jorge Gamboa Olea.