CARACAS, VENEZUELA, 16 de junio (Al Momento Noticias).- Los españoles Alfredo Serrano Mancilla y Manuel Cerezal Callizo, miembros de CEPS, la fundación afín a Podemos, y amigos de Pablo Iglesias, aconsejaron al presidente venezolano Nicolás Maduro retrasar el referéndum revocatorio para ganar tiempo y crear los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap) que funcionan como soviets de la antigua URSS y se encargan de repartir bolsas de comida entre chavistas y simpatizantes.
El diario “El Nacional” de Venezuela, publicó una información en la que, citando fuentes próximas al Ministerio de Alimentación, afirma que fueron Serrano y Cerezal, asesores españoles del presidente Maduro, los ideólogos de esa polémica iniciativa.
Los miembros de CEPS “trabajaron en la creación del mecanismo, cuyo diseño no solo incluye la distribución directa de bolsas de comida en las zonas populares, sino que también actúa como un medio coercitivo para obligar a la población a guardar fidelidad al gobierno a cambio de alimentos”, explica el diario.
La presencia de Cerezal Callizo no es nueva en Venezuela. En 2013 fue uno de los principales impulsores del “Sistema Unitario de Compensación Regional” (Sucre), un proyecto para la creación de una moneda única para los países del Alba por cuyo proyecto el chavismo también pagó decenas de miles de euros a Juan Carlos Monedero. En su momento intentaron imponer el Sucre bolivariano como mecanismo de pago en el Alba, pero con escaso éxito. En aquel entonces Cerezal Callizo aseguró que con el Sucre se buscaba “liberar a la naciones de la dependencia estructural del dólar”.
Cerezal Callizo y Serrano Mancilla, miembros de la Fundación Centro de Estudios Políticos y Sociales, CEPS, mantienen una estrecha relación con el ministro de Planificación venezolano, Ricardo Menéndez, uno de los principales defensores de los Clap.
Si bien el diseño de los soviets de alimentación pertenece a los dos asesores españoles, la ejecución fue encargada a Freddy Bernal. No obstante, de acuerdo con “El Nacional”, su puesta en funcionamiento provocó varios problemas al Gobierno al excluir a una gran cantidad de personas y, además, propicia la corrupción y enfrentamientos por las bolsas de comida entre los más pobres. El periódico añade que la elaboración de las políticas económicas de Maduro suele estar condicionada por los consejos de sus asesores españoles, ya que, a pesar de contar con un gabinete económico propio, al final siempre toma decisiones basadas en lo que estos le sugieren.
Arma de doble filo
Serrano Mancilla recomendó hace pocas semanas al presidente Maduro el cese en la práctica del pago de la deuda externa a través de un canje hostil de bonos, una propuesta que todo el gabinete económico rechazó por las repercusiones negativas que le traería al país.
También aconsejó utilizar la fórmula «guerra económica» para acusar a los empresarios de conspiración, pero su idea ha sido cuestionada en el seno del gobierno chavista, donde muchos creen que el argumento de la cacareada «guerrita», después de tres años, no ha dado resultados ni ha convencido a nadie. Además, propuso a Maduro decretar la emergencia económica, que ha sido dos veces rechazada por inconstitucional por la Asamblea Nacional, y crear situaciones de conmoción social para distraer la atención y retrasar o suspender el referéndum revocatorio.
A pesar del rechazo y recelo que han generado las recetas comunistas del asesor de Podemos entre los chavistas disidentes, y en un sector del gabinete, Serrano aún cuenta con una fuerte influencia sobre Maduro.
El chavista Freddy Bernal, el brazo ejecutor de una nueva corruptela
Aunque los ideólogos de los llamados Comités Locales de Abastecimiento y Producción son los españoles Manuel Cerezal Callizo y Alfredo Serrano Mancilla, la puesta en marcha de estos «soviets» venezolanos ha sido encomendada al político chavista Freddy Bernal, según informa el diario «El Nacional«. La misión de Bernal, exjefe policial y exalcalde del municipio caraqueño de Libertador (2000-2008) de 54 años, es coordinar la polémica entrega de las bolsas de alimentos a los ciudadanos. Polémica porque, además de excluir a numerosas personas afectadas por el desabastecimiento, los analistas aseguran que está propiciando una nueva fuente de corrupción. Las bolsas que entregan los Clap, por ejemplo, en bastantes ocasiones son revendidas en el mercado negro.
AMN.MX/fm
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