CIUDAD DE MÉXICO, 1 de diciembre (AlmomentoMX).- México importa entre 65 y 70% de gasolina y diésel, mientras refina entre 30 y 35% del combustible que se consume en nuestro país. El encarecimiento del combustible puede producir un golpe directo al bolsillo de los consumidores.
El pasado 30 de noviembre, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) logró un acuerdo histórico para reducir su producción de petróleo en 1.2 millones de barriles diarios. El anuncio motivó un aumento de más de 8% en el precio del WTI y el Brent, y aunque podría pensarse que un petróleo más caro podría beneficiar a México, un país productor del hidrocarburo, las condiciones actuales sugieren todo lo contrario.
El recorte puede derivar en más gasolinazos. México importa entre 65 y 70% de gasolina y diésel, mientras refina entre 30 y 35% del combustible que se consume en nuestro país, recuerda el especialista energético de la firma Caraiva y Asociados, Ramsés Pech.
“Si sube la materia prima (el petróleo), tiene que subir la gasolina y el diésel”, indica el analista.
Además, se aproxima la liberalización del precio de la gasolina, que adelantó el gobierno mexicano a enero de 2017, y cuya expectativa es al alza el próximo año. Ramsés no está solo en este pronóstico. El 1 de noviembre, el banco Citibanamex estimó que el precio de la gasolina subirá 10% tras la liberalización.
“Dentro de seis meses, ni la Comisión Reguladora de Energía (CRE) podrá fijar el precio de la gasolina. Entonces el acuerdo nos afecta en cuanto al consumo de petrolíferos”.
Pese a las promesas gubernamentales de menores costos energéticos y el cese de gasolinazos en 2016, la gasolina y diésel aumentaron sus precios en septiembre, después de que Hacienda informara un aumento de 0.14% a 13.98 precios por litro de Magna, mientras que el diésel subiría 3.36% a 14.45 pesos por litro, de acuerdo con datos de la dependencia que hoy dirige José Atonio Meade.
La venta anual de gasolinas en México (Magna y Premium) generó 377,087 millones de pesos (mdp) entre 2011 y 2015. Hasta noviembre de 2016, el precio de la gasolina en nuestro país se mantuvo sin incrementos durante los últimos tres meses.
Otra guerra entre EU y la OPEP
Mientras México se enfrenta al tema de una gasolina más cara, a Estados Unidos le conviene la gasolina barata para que sus ciudadanos puedan trasladarse más. Sin embargo, este escenario puede cambiar con el ascenso del precio de hidrocarburos ante una menor oferta.
Tras el anuncio de la OPEP, el precio de la mezcla de crudo WTI y Brent subió entre 8% y 9% en la jornada del 30 de noviembre, llegando a la barrera psicológica de 50 dólares por barril.
Hoy, mayores distancias recorridas con vehículos en la principal economía del mundo producen cambios de llantas, aceites, filtros etcétera. “Está moviendo la economía alrededor de la industria automotriz, pues su economía se basa en la movilidad de la gente”.
Una de las razones que explican el acuerdo es que los miembros de la OPEP no pueden mantener la producción debido al aumento de costos de la tecnología extractiva, cuyos principales proveedores son Estados Unidos y Gran Bretaña.
A EU no le preocupa el cese productivo, pues posee un petróleo súper ligero que no necesita refinarse como el crudo de los países de la OPEP, compuesto por Argelia, Angola, Ecuador, Indonesia, Irán, Iraq, Kuait, Libia, Nigeria, Catar, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Venezuela y Gabón.
Además, Estados Unidos cuenta con el descubrimiento del yacimiento de crudo superligero más grande en su historia, al oeste de Texas, con el potencial de producir 20,000 millones de barriles .
Estados Unidos hará todo lo posible para mantener el precio en 55 dólares el próximo año y así conservar el dinamismo de su economía, considera Pech: “Cualquier cambio que surja a raíz de una pelea entre EU de pelearse con la OPEP que aumente la producción, pues Estados Unidos cayó en 800,000 barriles, afectaría a México si baja el precio del barril”.
En septiembre de 2014 y enero de 2016, el precio del petróleo pasó de 100 dólares por barril a 30 dólares. La consecuencia: México recortó en 100,000 millones de pesos el presupuesto de la paraestatal Pemex en 2016. Ese recorte de recursos obligó a la empresa que dirige José Antonio González Anaya a reducir su producción en 200,000 barriles, lo que significó menores ingresos para la nación.
“México mantendrá su meta de producción para 2017 contenida en el Plan de Negocios de Petróleos Mexicanos (Pemex) estimada en un millón 944,000 barriles al día, cifra menor a la producción que muy probablemente se alcanzará al cierre de este año de aproximadamente 2 millones 159,000 barriles diarios. Esta reducción contribuirá a la estabilidad del mercado internacional de crudo y se debe principalmente a la declinación natural de los campos petroleros del país, que inició desde el año 2004”, dijo la Secretaría de Energía en un comunicado.
Ante ese escenario, el margen de maniobra para Pemex quedaría aún más reducido si el precio vuelve a caer. Pech advierte que el gobierno México vería más ingresos presupuestales por la venta de un crudo más caro, pero una mayor afectación para el consumidor mexicano.
AM.MX/fm
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