La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Sin caminos no llegamos a Roma, sino a los Balcanes
Cuando Vicente Fox ganó la presidencia, los gobernadores priistas, decidieron impulsar una asociación de mandatarios estatales que sirviera de contrapeso al panista. Fueron los mejores años de la Conferencia Nacional de Gobernadores, en el peñato comenzó a perder su esencia y durante lo que va de la 4T, se convirtió en un adorno.
Que los diez gobernadores, de la Alianza Federalista por México, hayan decidido salirse, deja sin razón de ser al grupo por más que sigan siendo mayoría con 22 integrantes, como bien dicen en los corrillos políticos: se convirtieron en la CON-AMLO.
Ahora, estos diez ‘virreyes’ serán uno de los pocos contrapesos reales, al poder cuasi absoluto del presidente López Obrador, que tiene sometidos a los otros dos poderes y a un variopinto de actores sociales, desde empresarios hasta líderes sindicales.
No obstante, a partir de su decisión, los rebeldes plantean, en sí, un desafío al Tlatoani, que está visto, no acepta disensos a su proyecto, todos aquellos que lo expresen, en automático se convierten en ‘conservadores que buscan regresar el antiguo estado de cosas’, en otras palabras: añoran la corrupción.
No sabemos, en qué parará la intentona de los federalistas, pero si resisten los seguros embates, se pueden convertir en el núcleo de un futuro bloque opositor, ya veremos.