Aquí en el Congreso
Por José Antonio Chávez
La elección del domingo dejo dos lecciones, primero, que Morena ya no es invencible, comenzó a desmoronarse y, segundo, la necesidad de cerrar filas en la oposición, PRI, PAN y MC si realmente quieren derrotar al partido de López Obrador en 2027.
No solo perdió el Partido oficial en Veracruz y Durango en la paliza que les dieron en la elección de municipios, sino con el propio pueblo bueno y sabio que desobedeció al llamado de salir a votar por la gran farsa de un nuevo Poder Judicial.
En cambio, recibieron 3 millones y medio de mentadas de madres y otras frases de rechazo escritas en las boletas que originaron votos nulos, que incluyó ese recordatorio al propio presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña.
Naturalmente que hay hartazgo de la militancia y del pueblo que votó por ellos, contra sus liderazgos, sus gobernadores, pero lo más grave por mantener un país en llamas, con una inseguridad desbordada donde el crimen organizado se ha encargado de la extorsión, robos en carreteras al transporte de carga, desapariciones forzadas, reclutamiento de jóvenes a sus cárteles y secuestro con toda la impunidad.
Esa molestia al interior del partido, se reflejó el domingo en las elecciones de Veracruz y Durango donde perdieron más de 500 mil votos.
Desde luego que el líder del PRI, Alejandro Moreno “Alito” celebró que hayan aplastado en Durango a Morena, no les valió, incluso que se haya apostado en esa tierra del norte el hijo del ex Presidente, Andy López Beltrán. Su operación un total fracaso.
Que Morena ya no es un mito, que no solo se le puede ganar, sino se le puede aplastar como ocurrió en ese estado.
En Veracruz también se repitió la pesadilla, los opositores Movimiento Ciudadano, PAN y PRI le arrebataron al partido oficial de la gobernadora Rocío Nahle, el 60 por ciento de la gobernabilidad de los 212 municipios, 41 al partido naranja, 34 a los panistas, 23 a priistas y 28 al Partido del Trabajo. Fue una severa derrota.
Naturalmente que la militancia de Morena, andaban muy enchilados contra los opositores, y en represalia, tomaron las instalaciones de la OPLE, organismo encargado de contar los votos. El coordinador de los senadores del partido naranja, Clemente Castañeda denunció que tomaron las instalaciones en Posa Rica, municipio que ganaron, para evitar que puedan contar los votos. Que se los quieren arrebatar a la mala.
Por ello, desde el Senado le exigieron a la Presidenta Claudia Sheinbaum y la gobernadora Roció Nahle que respeten los resultados que obtuvo Movimiento Ciudadano, concretamente la victoria en Poza Rica. Porque además en este momento está en peligro la integridad física de los funcionarios del OPLE.
En tanto, los senadores panistas con su coordinador Ricardo Anaya, el vicecoordinador, Enrique Vargas, el coordinador de los diputados, Elías Lixa y los diputados, Tania Palacios Kuri y Homero Niño de Rivera, señalaron que lo cierto es que, en el gobierno de Morena se creyeron invencibles y en una sola jornada del domingo, fueron derrotados por partida doble: desaire del pueblo a votar al Poder Judicial (solo 13 de cien millones) y la caída en Veracruz y Durango.
El fracaso que han tenido, es la factura por haberle dado la espalada a la gente, por haberse creído los dueños de la democracia.
Tampoco les gustó, para nada a los senadores y diputados de Morena, cuando les atizaron los opositores esos datos de la derrota y que para Claudia Sheinbaum, ese 13 por ciento que voto, fue una elección exitosa, maravillosa. Que a decir también de ella, en Durango y Veracruz no les fue tan mal.
La secretaria del PRI y senadora, Carolina Viggiano les recordó que los priistas con la alianza del PAN, ganaron 21 de 39 municipios, pero lo más triste es que Morena, sin aliados, solo ganó un solo municipio.
Y que el gran perdedor fue Andy López Beltrán a pesar que se fue a vivir a Durango con cientos de operadores del Estado de México, unos cien diputados federales y senadores.
Y aquí la lección más clara es: Morena no es invencible. Que no nos vengan con las dos que siempre quieren venir a decirnos: no hay de otra.
Carolina Viggiano les soltó la puntilla cuando les dijo que es claro, “ustedes no saben gobernar. El tema es que sólo saben ser oposición y hoy son su propia oposición. Y por eso les está yendo como les está yendo”.
De reojo, escuchaban en la sesión permanente de esos datos que le pegaban a la bancada de senadores y diputados de Morena, Adán Augusto, Noroña y el propio Sergio Gutiérrez, estos últimos presidentes de ambas cámaras, pero solo les quedó apechugar.
Jachavez77@yahoo.com