La Espinita
Andy S. K. Brown
- Afiliaciones a Morena, inválidas
- Cédulas de identidad: fracasos
- “¡Auxilio!”, gritaba Lenia Batres
Ni Luisa María Alcalde, como tampoco Andy López Beltrán, fueron a los domicilios particulares de los senadores y diputados a quienes recién registraron como militantes del Movimiento de Regeneración Nacional.
Simplemente instalaron módulos en ambas Cámaras del Congreso y, con el señuelo de que, quienes se credencializaran, también obtendrían la foto del recuerdo con alguno de ellos se dieron a la tarea con la que pretenden sumar a Morena, antes del 2027, a diez millones de mexicanos.
Pero… ¡alto ahí!
Resulta que, de acuerdo con la diputada de Morena Claudia Rivera, eso no se vale. Que los estatutos y reglas del órgano partidista señalan que “esta etapa de afiliación y reafiliación son que sea casa por casa, incluso la misma aplicación en las tabletas es por sección electoral, eso obliga a que todas y todos los que éramos protagonistas del cambio verdadero y que ahora somos reconocidos en los estatutos como defensores de la cuarta transformación, tengamos que hacerlo cara a cara con la ciudadanía, en cada una de las secciones electorales, casa por casa”.
Obvio que la inmensa mayoría de senadores y diputados no viven en las proximidades del Senado y de San Lázaro (menos ahí) y que, por lo tanto, su morenismo oficializado es inválido.
Tremendo lío para el Junior del Bienestar y para su superiora (sic) Luisa María.
Así que Miguelito Yunes, Alejandro Murat y, entre otros, el controvertido Gerardo Fernández Noroña ya pueden ir rompiendo la credencial que les dieron los jerarcas morenistas y esperar a que alguno de los empadronadores acuda a sus domicilios particulares, para hacer legal su afiliación.
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Desde la Administración de Ernesto Zedillo se ha intentado la creación de una cédula única de identificación. Lo quisieron concretar Felipe Calderón y Enrique Peña. Todas esas intentonas se frustraron.
A lo más que se llegó fue al CURP que desde hace meses, por módicos 400 pesos, certifica el Registro Civil.
Ahora, a través de un par de ¡otras dos iniciativas de ley!, el gobiernito de Claudia Sheinbaum pretende concretar que, desde el nacimiento hasta la muerte, todos y cada uno de nosotros estemos plenamente identificados.
Es un riesgo más para la ciudadanía. Porque contendría datos biométricos de todos y cada uno de nosotros. El gobiernito, al que a cada rato kackean, lo tendría en su posesión. Ahí también estarían nuestros datos fiscales, domicilio, cuentas bancarias, números telefónicos… ¡un manjar para los delincuentes complicitados con la 4T!
Y ahora que ya mataron al INAI, que podría haber sido el necesario contrapeso, ¿quién podrá defendernos?
Ya hasta el personaje que lo interpretaba en la TV pasó a mejor vida.
La argucia: Que esto se crearía para resolver un gran problema: el de los desaparecidos.
Pero crea otro mayor: La 4T nos pondría en manos de los delincuentes.
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Nada bien le ha ido a la autollamada “ministra del pueblo” Lenia Batres en sus presentaciones públicas como parte de un campaña muy adelantada y… pagadas con recursos de la Suprema Corte de Justicia.
Apenas, en la Universidad Autónoma de Tabasco, lanzaba gritos de “¡auxilio, auxilio!” mientras estaba en el podio y en uso de la palabra, como si le estuviera incendiado el huipil.
Sus desesperados gritos, por supuesto, no se debían a que el fuego le estuviera consumiendo las enaguas, sino por lo gritos de rechazo que los y, principalmente, las universitarias le lanzaban en señal de abierto rechazo a su discurso cargado de referencias parciales, cuatroteras.
Una de las asistentes, incluso, le lanzó:
¡“Auxilio!, ¿por qué?, ¿para qué?”
Por fortuna la reclamante no recibió de Batres su ya clásico “¡deja ya a esta hija de su…!”
Porque Lenia hubiera sido capaz de actuar como suele hacerlo en el patio de su vecindad.
@AndySKBrown1