CIUDAD DE MÉXICO, 7 de julio (Almomento Noticias).- Si hay algo complicado en la vida es decidir el mejor momento para empezar a ahorrar. A veces nos lo pensamos tanto que se viene la época de “vacas flacas” y ya no lo podemos hacer.
Luego regresan los buenos tiempos y sentimos que tenemos que recuperarnos. Cuando por fin vamos a ahorrar nos preguntamos qué es mejor cada día o mensualmente.
La ciencia da una posible respuesta
Neil Lewis de la Universidad de Michigan y Daphna Oyserman de la Universidad de Southern California realizaron un estudio con una conclusión interesante, cuando las personas piensan sus metas de ahorro en cuestión, no de años y de meses, sino de días inician esta actividad más pronto.
Está claro que tenemos un problema para lidiar con el futuro, ¿No es así?
Al pensar en espacios más pequeños como un día, es mucho más fácil para nosotros manejarlo.
Lo cual guarda cierta lógica, consideramos que la idea de un año es muy lejana hasta que nos damos cuenta que se acabó de la noche a la mañana. Igual que cuando dices “Ay qué rápido se fue el año”.
Ahorrar diario tiene una gran ventaja pero también un gran problema.
Empecemos por la parte mala, siempre parece que lo que guardamos es muy poquito.
La parte buena es que puedes ahorrar grandes cantidades sin que te des cuenta. Tomar 10 pesos de nuestro bolsillo durante 30 días al final nos dará como resultado 300 pesos.
Las pequeñas cantidades y la constancia sí hacen la diferencia a lo largo del tiempo. Además de que nos ayudan a desarrollar el habito del ahorro más rápido.
¿Cómo planear mi ahorro diario?
Como en un día tenemos ‘relativamente’ pocos gastos, podemos tener una idea más o menos concreta de cuánto usamos. Lo cual nos hace muy sensibles sobre a dónde va a parar ese dinero.
Con esto en la cabeza, ponte una meta de ahorro por cada 24 horas: 10, 20, 50 o hasta 100 pesos, ¿Cuál se acomoda más a ti?
Tiene que ser una cantidad que no sea una carga o que percibas como un “enorme gasto”.
Ahora sólo empieza a depositarlo en una caja, sobre, alcancía o hasta una botella. A fin de mes, cuenta todas tus monedas te llevarás una sorpresa.
Cuando tengas una cantidad considerable, por ejemplo 500 o 1000 pesos, puedes depositarlos en el banco o en algún instrumento de inversión (¡pss, pss! como en piggo).
AMN.MX/fm
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