* Las empresas dedicadas a la medición de las preferencias electorales, parecen tomar más en cuenta los vedetismos políticos y los aspirantes a influencers que a los verdaderos méritos en el servicio a la población; será por ello que ediles como Jorge Márquez de Tulancingo, que previno acciones para evitar Inundaciones en su municipio, o José Ramón Amieva, que trabaja de manera eficaz en Mixquiahula o la ex diputada María Luisa Pérez Perusquía, no aparecen en los sondeos de opinión, pues de hacerlo seguramente que los pronósticos rumbo al 2022, serían muy diferentes
SILOGISMOS
Por Antonio Ortigoza Vázquez / @ortigoza2010
Especial de Expediente Ultra
En los últimos tiempos la política ha sido dominada por el “vedetismo” que resulta eficaz para captar la atención de las masas, en detrimento de hombres públicos que realizan trabajo sólido. Los “estrategos” de la propaganda aprovechan los nuevos medios masivos para forjar personalidades de cartón, en tanto que los políticos serios se quedan al lado.
¿Será que ya hay un “influencer” rumbo a Palacio Nacional y no nos hemos dado cuenta?
En el caso del estado de Hidalgo, donde ya se mueven piezas rumbo a probables candidaturas al gobierno del estado, el fenómeno —como en otras partes del país— se comienza a ver con crudeza en la “metodología” de las casas encuestadoras y la selección previa que hacen de prospectos para solicitar a los ciudadanos sus preferencias.
Pareciera ser un descarte “a priori”, tan arbitrario como doloso. O peor: se gratifica el escándalo y el “vedetismo” por encima de la trayectoria y capacidades intrínsecas. Verbigracia: el caso del ex cantante y diputado “chapulín” (lleva en su haber media docena de partidos) Francisco Xavier Berganza.
En cierto momento, el notable periodista Andrés Oppenheimer lanzó un reto al aire en su programa de televisión en Miami: “¿Alguien sabe quién es el primer ministro de Holanda? ¿De Singapur? ¿De Dinamarca?” El sondeo tuvo efectos significativos: tanto Mark Rutte, Lee Hsien Loong y Mette Frederiksen, pasan totalmente desapercibidos para el gran público, porque lo único que han hecho es gobernar países con altísimos niveles económicos, educativos, sociales, de salud y muchos otros.
En cambio ¿Quién no ha oído hablar de Nicolás Maduro, Daniel Ortega, Fidel Castro (ya finado), ¿el turco Erdogan? todos ellos, tristemente célebres.
NO APARECEN EN LAS ENCUESTAS, PORQUE… SOLO TRABAJAN
En el caso de Hidalgo, las encuestas, a la hora del intento de pulsar las preferencias de los electores rumbo a los comicios para gobernador, no toman en cuenta, por ejemplo, al alcalde de Tulancingo, Jorge Márquez, del PRI, quien comenzó en mayo pasado una intensa y concienzuda tarea de limpieza de los cauces de ríos y drenes que atraviesan la ciudad. Se utilizó maquinaria pesada para remover con eficacia la acumulación de desperdicios de todo tipo, desechos sólidos, ramas, troncos secos, plásticos y mobiliario desvencijado.
Sucedió, pues, que a la llegada del feroz huracán “Grace”, el alcalde Márquez, a diferencia de otros ediles de la entidad, no figuró en los noticiarios de televisión locales, nacionales e, inclusive, internacionales, que reportaron varios días los desastres causados por el meteoro, con muertos, heridos, damnificados y miles de familias que perdieron vivienda, muebles, ropa, todo.
Nada de eso sucedió en Tulancingo, porque se procedió, con mucha antelación, al trabajo, humilde, claro, de hacer limpieza y prevención de desastres. Pero el alcalde, por si acaso, dispuso 11 albergues y personal de auxilio para cualquier eventualidad. No fue necesario, y se puso todo eso a disposición de los damnificados de otros municipios.
Pero eso no es noticioso, no hubo videos del alcalde haciendo salvatajes de última hora de víctimas del huracán. Quizá por eso no aparece en las encuestas.
Otro alcalde cuya discreción le mantiene fuera del elenco de “encuestables” es José Ramón Amieva, edil de Mixquihuala. Se trata de un político con amplísima trayectoria en altos niveles, tales como haber sido Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, cargo al que accedió cuando Miguel Ángel Mancera optó por la candidatura del PRD al Senado.
Después de estar en los altos niveles de la administración pública, Amieva no tuvo empacho en poner toda su experiencia administrativa y política en el municipio de Mixquihuala.
En su campaña electoral, Amieva candidato expuso los principios básicos de la política de auténtico servicio, como la receptividad a las críticas y quejas de la comunidad; la transparencia, por medio de la cual un gobernante explica sus intenciones con las que toman las decisiones, a la luz pública de lo que se pretende lograr, los porqués se toman esas decisiones, cómo se llevarán a término, sin dobles intenciones como una obligación moral.
Otro caso de olvido de los encuestadores es la ex diputada María Luisa Pérez Perusquía, la que como legisladora marcó un camino fructífero y trascendente, lejos de intriguitas de pasillo, típicas de todos los Congresos.
Entre algunas de sus propuestas, destaca la Ley de Protección de los Derechos de los Animales en la que planteó la integración de un Consejo Consultivo de la sociedad civil para coadyuvar con las autoridades competentes en la protección de la fauna.
Por otro lado, como legisladora no perdió tiempo para volver la mirada a los artesanos indígenas del estado, que se han visto vulnerables por la desprotección cultural, con el plagio de 23 marcas, entre los años de 2012 a 2019, de diseños y bordados, en perjuicio de indígenas de Oaxaca, Chiapas e Hidalgo. Se comprobaron 39 casos de apropiación cultural ilegal
En razón de lo anterior, Pérez Perusquía ha puesto énfasis en apoyo de las comunidades indígenas y su trabajo artesanal.
Por otro lado, abordó también el siempre terrible tema de desaparición forzada de personas, y además hizo fuertes llamamientos al orden a los alcaldes para la protección de áreas verdes y pulmones, sobre todo, después de lo sucedido en el “Jardín de los Hombres Ilustres”, de Pachuca, al costado de Plaza Juárez, donde el gusano descortezador dañó 293 árboles, los que fueron talados.
Tenemos así tres casos en los que los encuestadores han pasado de largo al momento de realizar sondeos de popularidad.
Si los incluyeran, tal vez habría sorpresas.