La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
En efecto, muy kafkiano, se acostaron fifís y despertaron siervos de la nación
Como resultado de las votaciones en Coahuila y el EDOMEX, nos enteramos que el PRD perdió el registro en ambas entidades al no alcanzar el 3% de la votación necesaria para conservarlo, lo que se suma a los 15 estados en los cuales ya no tenían dicha prerrogativa.
Con estos datos, la pregunta es obvia: ¿para qué carambas sirve aliarse con el Sol Azteca de Jesús Zambrano? ¿aporta votos o al final acaba restando?
En lo que corresponde al PAN, vale señalar que, cuando Marko Cortés, asumió la dirigencia nacional en 2018, su partido gobernaba en once entidades, ahora sólo conservan cinco, por lo tanto, su saldo es negativo, por lo que cuestionamos: ¿se puede confiar en las estrategias electorales de un líder deficitario en triunfos?
Por lo que toca al dirigente tricolor, Alejandro ‘Alito’ Moreno, qué podemos decir de él, en términos prácticos, es un personaje impresentable, más allá de que, durante su gestión, el PRI ha tocado fondo: cerrarán el año con un par de gobernadores: Coahuila y Durango.
Así las cosas, con este trio de politicastros, la mentada coalición opositora acumula más negativos que positivos. Sí, en el mejor de los casos, lograran construir una candidatura presidencial atractiva, su presencia sería un lastre monumental, sin embargo, es tal su estulticia, que, ni por asomo, piensan en hacerse a un lado.
En realidad, el más feliz, feliz, feliz, por este tipo de adversarios, es el presidente López Obrador y quién resulte la ‘corcholata’ elegida, lo señores mencionados, tan ufanos de sus ‘logros’, acabarán convertidos en tres tristes tontos útiles, que pavimentarán el camino para que la 4T se afirme en la silla embrujada. Ni hablar.