La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
No por ser un Comité Directivo Estatal, lo tiene que dirigir un aldeano
En días recientes, lo que aún queda de las huestes del tricolor en Veracruz, entraron en efervescencia, debido a que el periodo de Marlon Ramírez al frente del CDE, culminaría el domingo 14 de mayo, por tal motivo, surgieron varios aspirantes al cargo.
Entre la y los tiradores se encuentran: Carolina Gudiño Corro, Fernando Kuri Kuri, Adolfo Ramírez Arana, Cirilo Vázquez Parissi, Manuel Guerrero Sánchez y Ramón Reyes Viveros, todos sin presencia estatal, aprendices de brujo, digamos.
Sin embargo, todo indica, que más allá de los plazos legales, será decisión de Alejandro Moreno Cárdenas, resolver cuando se va Marlon, por lo pronto, trascendió que seguirá al frente hasta nuevo aviso.
Aunque pareciera un evento de rutina, el hecho pone de manifiesto dos temas: la carencia de liderazgos locales sólidos en el ex partidazo y el control absoluto que ejerce Alito, nadie le hace sombra.
En este contexto, resulta irrelevante si Ramírez (de mediocres resultados electorales), se queda o se va, ya que, ninguno de los potenciales sucesores, ofrece mejores expectativas, sus historiales políticos no dan para mucho.
Aunado a lo anterior, el verticalismo del campechano, impide un debate real, que posibilite la construcción de acuerdos que den impulso al alicaído partido.
Ya veremos, como se desarrolla el asunto, por lo pronto, los priistas veracruzanos tendrán que allanarse a las disposiciones del patrón, no les queda de otra, lo único positivo, es que están acostumbrados a ser ‘institucionales’. Ahí la llevan.