Astrolabio Político
Por: Luis Ramírez Baqueiro
“El ánimo es la más sana medicina.” – Salomón.
La obesidad infantil se ha convertido en una crisis de salud pública en México, y Veracruz no es la excepción.
Según datos de la Secretaría de Salud, en Veracruz, el 18.1% de los niños de 5 a 11 años presentan sobrepeso, mientras que el 17.5% padecen obesidad.
Alarmantemente, el 10% de estos niños ya muestra indicios de diabetes tipo II, una enfermedad tradicionalmente asociada con adultos.
Ante esta problemática, el gobierno federal implementó el programa “Vida Saludable”, que desde el 29 de marzo de 2025 prohíbe la venta de comida chatarra en todas las escuelas del país.
Esta medida busca reducir el consumo de alimentos “ultraprocesados” con altos contenidos de azúcares, grasas saturadas y sodio, que contribuyen significativamente al sobrepeso y obesidad en la población infantil.
En Veracruz, donde gobierna Rocío Nahle García operan más de 22 mil escuelas, la implementación de esta disposición representa un desafío logístico y cultural, que habrá de llevar a buen puerto su secretaria Claudia Tello Espinosa. Sin embargo, es una oportunidad invaluable para fomentar hábitos alimenticios saludables desde la infancia.
La prohibición no solo se centra en eliminar productos nocivos, sino también en promover el consumo de alimentos nutritivos y locales, garantizando además el acceso al agua potable en los planteles.
La continuidad y éxito de esta medida son esenciales. De no mantenerse, corremos el riesgo de perpetuar una tendencia alarmante: se estima que para 2035, el 56% de la niñez mexicana podría sufrir sobrepeso, incrementando la prevalencia de enfermedades crónicas como diabetes y afecciones cardiovasculares.
Estas condiciones no solo afectan la calidad de vida de los individuos, sino que también imponen una carga significativa al sistema de salud pública, quien deberá destinar muchos más millones de pesos para la atención de dichos padecimientos.
Es imperativo que autoridades educativas, padres de familia y la sociedad en general trabajen conjuntamente para asegurar la efectividad de esta iniciativa. La educación nutricional debe ser una prioridad en los programas escolares, y las familias deben reforzar estos hábitos en el hogar. Solo a través de un esfuerzo colectivo podremos aspirar a una generación más saludable y consciente de la importancia de una alimentación adecuada.
Aquellos que comiencen a señalar que es contraria la medida, que se afecta a las cooperativas escolares y demás argumentos falaces, habrá que cuestionarnos si no son parte de la cadena corruptiva que ha lucrado a lo largo de los años con la vida y la salud de millones de infantes, que hoy tienen en un serio problema de salud a la sociedad mexicana, pues en la realidad México es el país con mayor problema de obesidad infantil del mundo y la medida asumida por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo es la primera que le pone un alto a las grandes trasnacionales que vieron en el país una fuente inagotable de recursos a costa de las propias vidas de sus consumidores.
Al tiempo.
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