Como por todos resulta muy conocido existen saberes que se fundan en el conocimiento de uno, pero los hay también basados en el conocimiento ajeno. Hoy la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, A.C., se ve inclinada a aceptar la verdad que se deriva de la voluntad popular expresada mediante el voto que favoreció a Claudia Sheinbaum Pardo.
En esta ocasión nuestro saber y voluntad resultó eminentemente contrariado, más no por ello, se tiene que dejar de reconocer el triunfo de Claudia Sheinbaum Pardo, quien resultó electa como la primera Presidenta Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos. Nos atenemos entonces a la veracidad de ese resultado.
De no entenderse bien que fue lo que pasó, aún sin reprochar el hecho, tenemos que aceptarlo, sabiendo que como los demás que votaron por ella, nos asiste a los opositores el sagrado derecho a exigir como los demás, limpieza y justicia en el manejo de la procuración e impartición de la misma; en la elaboración de leyes y en que éstas respondan al beneficio que México requiere y no a los caprichos, ingeniosidades u ocurrencias de las autoridades. Sólo de esta manera tendremos una Nación justa.
El Derecho, en opinión del Ateneo de Estudios Jurídicos Penales del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, jamás debe de ser politizado, sino aplicado de manera irrestricta para combatir y sancionar la corrupción, que no solo impera en el ámbito de procuración e impartición de justicia, sino también ello deshonra a gobernantes actuales y pasados.
A la justicia y a la política la mancharon con antelación diversos gobernantes del neoliberalismo y de la Cuarta Transformación de la República; Claudia Sheinbaum Pardo, como Primera Magistrada de la Nación, no debe ni puede hacerse cómplice de ello; de esa situación de poder aberrante e injusto, ella en su calidad de Poder Ejecutivo Federal no debe de tolerarlo, de permitirlo, debe basada en la ley sancionarlo. Pero ello no se logra aplicando, atentando o persiguiendo al Poder Judicial Federal con unas reformas que dañarían la integridad de la Separación de Poderes, de la justicia, de los justiciables y de todos aquellos jueces, magistrados y ministros que por mérito propio alcanzaron sus nombramientos.
Claudia Sheinbaum Pardo, debe de reconsiderar la inútil reforma judicial propuesta por la terquedad de Andrés Manuel López Obrador, de lo contrario su gobernanza sería deleznable y daría continuidad a una insana política de desaparecer al Poder Judicial de la Federación.
No al voto popular, ni a la exigencia de tener órganos jurisdiccionales incompetentes y serviles, nuestros jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación deben de someterse a concursos de conocimientos, ello es el más óptimo sistema para tener servidores públicos dignos, doctos y eficientes.
Hay jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de mucha valía, los cuales de siempre se han distinguido por su entrega a la justicia. Existen otros, los menos, corruptos e ignorantes, a ellos hay que investigarlos, sentenciarlos y encarcelarlos, pero no con esa pretendida reforma, sino con la aplicación del Código Penal Federal.
A diferencia de Andrés Manuel López Obrador, la abogacía independiente de la Nación espera que la futura Presidenta Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, si actúe en beneficio de la justicia y de México.
Es cuánto.
Lic. Alberto Woolrich Ortíz.
Presidente de la Academia de Derecho
Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, A.C..