Documental Político
Emilio Trinidad Zaldívar
Quería trepar a la cúspide para salvar a México. Se concentró en ello e hizo cuanto pudo -legal e ilegal- para conseguirlo. No le importó sobre quién pasar o el costo para ello. Lo urgente, imperativo, era ascender, creerse o sentirse el ave Fénix.
Su obsesión, su empeño, su constancia, caídas, revolcadas y levantadas, le dieron por fin el anhelado, el ambicionado lugar y con ello todo el Poder, pero ya arriba, en la cumbre, olvidó que ese Poder era para servir a los demás, para “atender las causas” de la miseria y terminar con ella; para dar certidumbre y certeza a nuestro crecimiento; para acabar con la delincuencia, inseguridad e impunidad; para sepultar a la corrupción; para serenar a México; para no dar cabida a los privilegios y erradicar las cuotas, los cuates, los compadrazgos y los negocios al amparo del Poder.
Su lema, gran lema: “NO Mentir, NO robar y NO Traicionar”, le sumó millones de decepcionados que por el hartazgo de gobiernos voraces urgían un cambio, pero para sorpresa de todos, sólo cambió de manos el abuso, la impunidad, los negocios, la corrupción, la mentira, la burla, el hurto, en suma, el cinismo a la décima potencia.
Pronto llegará la noche a su sexenio, oscurecerá para él.
El hombre que quería comerse a la nación entera a puños, que decía que gobernar no era ninguna ciencia, que sanaría a un país enfermo crónico de ladrones disfrazados de salvadores, no logra ya conciliar el sueño, porque se le cae a pedazos tanta falsedad, sobre todo la de la total y absoluta honestidad.
El mejor mexicano para hacer campañas, para seducir corazones diciendo que era poseedor de la solución a todos nuestros problemas, ya no sabe dónde o cómo ocultar sus trampas y marrullerías.
Como no pudo salvar a México de su tragedia -la de los políticos que sacian su hambre de dinero con programas sociales y prósperos negocios en adjudicaciones directas o en simulaciones de procesos licitatorios- parece seguir empeñado en destrozarlo.
Antes, ofrecía oídos, la mano y espacio para escuchar a todos, pero hoy rechaza sentarse con cualquiera que tiene alguna demanda o algo que reclamar. Toda disidencia es politiquería, es provocación, es insulto a su investidura.
Dividió a México como nadie. Entre ricos y pobres, entre buenos y malos, entre chairos y fifís, entre leales ciegos y traidores pensantes.
¿Cuál es el futuro de México y sus riesgos en la disputa por su control, entre la cómplice y subordinada de López Obrador y la hidalguense que sin esperarlo, corre en una pista que no esperaba y para la que no estaba preparada?
¿Que la continuidad que una ofrece se traduzca en más violencia, división, confrontación, descalificación, impunidad y corrupción?
¿O que los supuestos cambios y corrección de rumbo de la otra sea la entrega del poder a priistas, panistas y perredistas de uñas largas y muy conocidos y repudiados por sus fechorías?
De un lado la candidata es Claudia Sheinbaum pero el que decide y parece competir es el Presidente López Obrador; y del otro, Xóchitl Gálvez ha dejado en manos de políticos tramposos y desprestigiados la decisión de quienes deben disputar los cargos a las gubernaturas, ayuntamientos y al Poder Legislativo, debilitando su obligada autoridad para estos temas, que pueden ayudar e impulsar arropando o cobijando a quien va por el máximo cargo de la nación. El acompañamiento de buenos candidatos, con prestigio, siempre da buenos resultados.
Hasta hace unas semanas parecía que la campaña de la ex jefa de Gobierno era sólo de trámite, pero las pifias de ella, de sus más cercanos y sobre todo la desnudada que le han dado a los de Morena y al propio Presidente López Obrador con el tema de #NarcoPresidente y con el de los negocios de sus hijos, el enojo ciudadano es tan parecido al que se tenía en las postrimerías del gobierno de Peña Nieto, que puede reflejar que se va a repetir la historia de esa conclusión de sexenio en el que los electores decidieron no más del gobierno en turno.
Adicional a las dificultades que enfrenta la candidata del tabasqueño, todos los días desde el Palacio Nacional el tozudo Presidente mina sin querer el camino de Sheinbaum Pardo, quien hasta el día de hoy se muestra sumisa y sometida a las órdenes del autoritario Ejecutivo federal.
Lejos, muy lejos estamos del país que ofreció el hombre que se creía rey, que finalmente ni barrió las escaleras de arriba para abajo ni retiró la busasura que ahí, arriba y abajo había, y se va a ir a su rancho convertido en cascajo, en producto echado a perder, en desperdicio, en podredumbre humana, en la burla de todos.
Y mientras él será devorado por la mafia del poder que surgirá de uno y otro bando, veremos y comprobaremos que la política es el más lucrativo de los negocios para quien quiere hacerse rico de la noche a la mañana, sin el riesgo de ser perseguido y mucho menos de ser llevado a la cárcel, siempre y cuando el bando al que perteneces, sea el que logre el control de la administración pública y con ello, de los miles de millones de pesos que significa manejar el destino del país.
Seremos testigos, con algunas excepciones, siempre y cuando seas del clan y no le debas algo a quien o quienes ejercen la política, que ese poder que otorga mágicamente el ejercicio de administrar dependencias y bienes nacionales, puede hacer que tus abusos y excesos, arbitrariedades y actos de brutal corrupción, pasen desapercibidos y ocultos, para que nada manche tu sucio historial. Eso es lo que ahora vemos y comprobamos.
Si tu papá, hermanos, hijos, primos, amigos, compadres o tú estás en el gobierno, tienes en tus manos la mina de oro que es México y puedes saquearlo con total impunidad. Lo vemos todos los días.
Desde ahí no se asaltan bancos, se asaltan instituciones dedicadas a la administración pública: Presidencia de la República, secretarías de estado, gubernaturas, alcaldías, poder legislativo, organismos descentralizados, sindicatos, partidos políticos, todo es ventanilla para que sin necesidad de pistola en mano, hagas todo tipo de negocio, desvíes recursos, simules licitaciones públicas, otorgues contratos, infles costos y presupuestos y engroses tu cartera.
Apuntes Finales…
Se rumora que el Presidente no sólo se llevó a Palacio nacional a cocineros de Tabasco para que le guisaron alimentos que tanto goza de su tierra, sino que hasta sus hijos pidieron parrilleros argentinos para sus buenos asados y hasta chefs de alta cocina oriental, entre china y japonesa, para que pudieran ahí disfrutar de esos suculentos y caros alimentos sin que sean espiados o fotografiados en restaurantes de lujo, claro, todo con costo al erario público. Qué bonita familia… Parece que Cuauhtémoc Blanco ha puesto sobre la mesa una fuerte, dura y delicada propuesta: O lo incorporan a la impunidad con algún cargo legislativo, o sale a decir todo lo que hizo y dio para beneficiar a Morena y a quienes ese partido representa en Morelos… La marcha de este domingo 18 de febrero será un termómetro para la elección que viene. Si su convocatoria logra romper records de asistencia, probablemente estaremos viendo la caída de un supuesto imperio que no pudo ser o lograr extender su totalitarismo, sus abusos, engaños y excesos, frente a un pueblo que quiere ya, ser liberado del yugo que representa la convocatoria, el llamado a odiar a sus semejantes, sin ofrecer los beneficios del verdadero progreso..,. Crece la versión de que Claudia Sheinbaum tendrá que hacer o marcar muy pronto una diferencia de su mentor, promotor y papá político, si quiere sacudir las simpatías y conciencia de quienes se encuentran sumamente decepcionados de la supuesta cuarta transformación que no llega. Aseguran que si la ex jefa de Gobierno no hace una diferencia, un alto en el camino y ofrece un rumbo de orden, paz, conciliación y suma de voluntades, los que están hartos del choque, de la confrontación, buscarán otros horizontes que ofrezcan -aunque sea en el discurso- paz, comunión, unión y crecimiento conjunto de todos los sectores. Dicen que México es uno, no ese que ha querido crear el pendenciero tabasqueño, que busca afanosamente dividir por conveniencia propia, aunque eso lo lleve al desprecio y destierro político.
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