Por Gilberto Celis
Si supiera usted, esa añeja tradicional oferta que demanda una visión social incluyente como ampliar los apoyos a grupos vulnerables, dada por el mexiquense gobernador de Oaxaca Alí Murat en la reunión con AMLO, aclara más la percepción sentida después del reciente temblor de 4.8 grados en esta zona norte del Istmo de Tehuantepec. Porque las cosas que se dieron en la Pista Conferencia del Circo Transición Institucional mostraron una imagen montada que al no corresponder a la imagen verdadera de los del común revela una silenciosa complicidad; cómoda para la autoridad, pero de pérdida de credibilidad para AMLO.
— La verdad del poder y la verdad del que sufre.
— Ahí está el caso de PROSPERA que niega y condiciona la cirugía hernial al señor de la cuarta edad hasta que lleve la malla.
— ¿Y qué del odontólogo trabajador de la Secretaría de Salud de Oaxaca que reclama la seguridad social y tiene que desangrarse para escribir su protesta y reclamo de derechos laborales?
— No tiene ni dos años de gobierno y ya aumentó en más de 1 mil millones de pesos la deuda estatal.
— Dice que los recursos de su gobierno son menores que el FONDEN y no tiene cash para los damnificados istmeños de los terremotos del 7, 19 y 23 de septiembre de 2017
ALÍ MURAT, CANDIL DE LA CALLE
Uno del común, precisamente por serlo, dice que si el servidor público Alí Murat quiere ser creador de moral colectiva, iluminador de la conciencia de AMLO, y fortalecer la voluntad del Presidente Electo, además de disfrutar de su canonjía, tiene la obligación de honestidad, de la información real y de garante social.
— ¡Por mi madre bohemios! dijo Arturo
Por eso, con la opinión pública contraria a la opinión callada, se nota la pérdida de credibilidad, porque la realidad ha desaparecido. Como en la famosa conferencia Bi del Presidente Constitucional Enrique Peña y el Presidente Electo Andrés M. López; y en la de la CoNaGo.
La imagen montada en ningún momento correspondió a la imagen verdadera de los del común y, parafraseando al Maestro Carlos Septién García, por ello la realidad en ese espacio expuesta, no se reflejó ni penetró activamente en afán de renovación y mejoría.
Por otra parte, cierto que la información es un producto pero la comunicación ‘no debe actuar como un emisor ordinario a un receptor pasivo’, a menos que al convertirse en un producto igual se convierta en cómplice de la degeneración en la regeneración de Gulliver.
— O sea, pura palabrería para persuadir o conmover; pero al fin y al cabo, puras palabras.
— ¿Y qué con López Obrador?
— Por eso le digo.
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