GONZALO GARCÍA RAMÍREZ
Todo sucedió una de estas bonitas tardes de agosto. Y todo gracias a las tan afamadas redes sociales. Vi un extracto de video en donde aparecen mujeres militares casi llorando por tocar al líder y presidente de Corea del Norte. Ahí, también en las redes sociales me enteré –algo que creo muchos no sabíamos— de que durante años el gobierno de Estados Unidos guardó en un museo la prótesis de la pata rota del más famoso de todos los presidentes que ha tenido México: Antonio López de Santa Anna. Y si voy un poco más para atrás (también recientemente) me enteré de que, a principios del siglo pasado, hubo autores mexicanos que dedicaron sus composiciones musicales a Carmen, la segunda esposa de Porfirio Díaz.
Sin ofender (y si sucede lo lamento), pero de esto que acabo de escribir, lo que sí me causó escozor fue la escena del líder coreano en actitud de alejar a las masas para ya poderse retirar y terminar la escena donde es tan aclamado como venerado. En lo que se refiere a López de Santa Anna, tiene mucha lógica imaginar por qué en el vecino país del norte tenían o tienen como un trofeo ese artículo prendario del mandatario que firmó la cesión de territorio a la Unión Americana. Y respecto del oaxaqueño Porfirio Díaz, lo único que puedo escribir es que tal vez la historia no ha sido tan dura para señalar su presidencialismo como sí lo ha sido –hace unos días– para atacar y recalcar los abusos cometidos durante el gobierno del oriundo de San Jerónimo Lídice: Echeverría Álvarez.
Ahora bien, puse estos tres elementos como contexto para hablar del nacido en Macuspana. Cuatro años y un poco más me tardé en decidirme a analizar muy a mi estilo el origen y cimiento del modelo de “gobierno” (así entre comillas) del presidente actual. Tuve oportunidad (lo digo con franqueza) de platicar con la llamada “gente de la calle”, incluso antes de que hayamos acudido a las urnas en aquel negro julio del año 2018. También, casi en el mismo espacio de mi vida, tuve el honor de charlar con algunos capitalinos politizados, justo luego de que tomara posesión AMLO. En esas conversaciones, predominaron tres interrogantes: Uno) ¿quién está detrás del grupo político del tabasqueño aquí en México? Dos) ¿qué injerencia extranjera hubo que haya sido determinante para que el tabasqueño obtuviera los dineros para llegar al poder? Tres) Si más de un puñado hubiera en verdad creído que AMLO “era un peligro para México” (como se dijo hasta el cansancio desde antes de los comicios del 2018) aún a costa de ello, ¿el tabasqueño habría llegado a Palacio Nacional como finalmente lo hizo?
Ejemplos de pleitesía a López Obrador, a lo largo y ancho del territorio nacional, abundan en demasía. Hasta el hartazgo. Solo acudo al último que vi (también en redes sociales). Se trata de una mujer, entiendo ama de casa, que aparece ante las cámaras cargando a un bebé, al cual, en su espaldita le puso la leyenda “AMLO-FAN”. Lo que a continuación escribiré no aludirá a este tipo de expresiones populares. Lo que buscan las siguientes ideas es tratar de frenar –en la medida de lo posible- que el modelo de gobierno populista de AMLO siga haciendo más daño a la sociedad mexicana, cada vez más polarizada a los ojos de todos.
2
Como muchos, tengo nociones básicas acerca de la conquista de la nueva España. También, hablando con expertos en el tema, hubo quien me dijo que una de las cosas que más daño ha hecho a la idiosincrasia del mexicano (como decía Octavio Paz) es sabernos herederos de la famosa Malinche. Me explicaron que por generaciones eso ha detenido nuestro crecimiento intelectual como seres humanos: sabernos producto de una violación. Me explicaron que ahí radica una suerte de revancha milenaria porque nos ofendieron los invasores y nos ultrajaron la identidad. Todo este rencor y tal vez odio ha perdurado a lo largo de los siglos. Todo ello luego de la conquista. Eso de facto ha creado generaciones de mexicanos marchados por el malinchismo. Llamémosle el primer tropiezo milenario.
Dejemos ahí este elemento que también que forma parte del nacionalismo mexicano. Dejémoslo en un elemento ya antiguo, pero que existe y nos ha perseguido por siempre.
3
Lo que dice la historia oficial es que Miguel Hidalgo, de origen extranjero, fue uno los primeros que tuvo el valor de levantar la mano y movilizar masas para iniciar un movimiento. Cabe aclarar que no imaginaron, él y sus líderes seguidores, que a ese movimiento décadas después se llamaría el movimiento de independencia. Buscaban ellos mover a las masas contra los opresores y sabemos que Hidalgo fue movido, entre otras cosas, porque su familia sostenía deudas económicas impagables. A ello apostó Hidalgo. Logró mover a una gran parte de ese pueblo sometido y pobre, pero caro, muy caro pagó por ello. Poco más de un año después, fue fusilado.
Dice la historia que, en el tiempo de esplendor de Antonio López de Santa Anna, en estas tierras no había muchos otros generales y militares que tuvieran su liderazgo. Creo tampoco hubo muchos que hayan tenido la suerte que él tuvo para ganar batallas contra fuerzas extranjeras. Lo que es público es que la Historia no lo verá de otra forma más que como un traidor por haber cedido más de la mitad del territorio nacional a grupos de interés foráneo.
Recientemente, el único señalamiento del dominio público contra la imagen de Benito Juárez es la aclaración de que la frase “el derecho al respeto ajeno es la paz” no fue de su autoría, sino del pensador Emmanuel Kant. Aclarado el punto anterior, atrás quedarán las décadas en las que los maestros de secundaria daban todo para que el alumnado se grabara en su mente la frase del presidente también originario de Oaxaca. Tal vez se me permita agregar que habría afectado mucho su paso por la Historia el que Juárez y sus seguidores hubieran llevado a los hechos lo que pedía el gobierno de Estados Unidos: aprobar que les cediera el Istmo de Tehuantepec para sus intereses comerciales, marítimos y expansionistas. Gracias a Dios no prosperó esa especie.
Entre 1859 y 1862 hubo en el México de ese tiempo la llamada Guerra de Tres años, relatada con maestría por Will Fowler, profesor-investigador de la Universidad de St. Andrews en Escocia. Cabe destacar que entre 2018 y 2019 fue ampliamente difundido el libro que trata este periodo dolorosísimo en la historia de nuestra patria cuando tuvo lugar –en esos años— la casi guerra civil entre liberales y conservadores.
Años después vino el larguísimo periodo conocido como el porfiriato. Y cuando en 1911 creció como reguero de pólvora la imagen y el idealismo de Francisco I Madero, muchos creyeron que ahora sí nuestro país despegaría a la modernidad y al fin de la opresión y fin del dominio de los cacicazgos. Pero es sabido por todos que lo único que llegó fue una década de guerra, muerte, desunión y la pérdida de rumbo como nación. Es sabido por todos que la Revolución no dejó más que poderes fácticos. Solo dejó más división y podredumbre respecto de los ideales que hicieron coincidir a Madero con Francisco Villa.
4
También recientemente, algunos replicaron el siguiente elemento informativo en las famosas redes sociales: Son tres retratos. Son tres personajes muy conocidos en nuestro continente. Se trata de Miguel Hidalgo y José Martí al lado de López Obrador. Abajo la leyenda: “sólo nacen cada cien años”. Enseguida se anota el año en el que los tres nacieron: Hidalgo en 1753; Martí en 1853 y AMLO en 1953. La supercarretera de la información, Wikipedia, confirma que, en efecto, en ese año nació cada uno, respectivamente. La pregunta seria: ¿hoy, este dato debiera ser motivo de preocupación milenaria?
Solo agregaré a ello que cuando lo leí, solo atiné a buscar en el YouTube videos que me recordaron algo también muy famoso en nuestro continente: las similitudes entre el día, el lugar y las circunstancias tan parecidas entre el crimen del Abraham Lincons y John F Kennedy. No pude evitar no revisar documentales que hablan acerca de las profecías de Nostradamus. Pero al revisarlos, sólo me tranquilizó que en ellos se menciona que este otro personaje alude casi en nada al continente americano en sus más de 7 mil presagios y textos poéticos que han dado trabajo a numerosos investigadores para tratar de descifrar lo que el vidente francés de hace casi 500 años vio acerca del futuro.
5
Ahora bien, ¿cómo conecto esta revisión de la historia con los tres primeros párrafos de este texto’
Para tratar de encontrar respuesta a las interrogantes de quién apoyó a AMLO a llegar a la Presidencia, bien valdría no olvidar que directa o indirectamente recibió el respaldo del líder minero Napoleón Gómez Urrutia, personaje muy perseguido y desterrado en los sexenios de Vicente Fox, Felipe Calderón y aun de EPN. Habrá que tratar de indagar dónde anda y qué fin tuvo el líder del Partido Encuentro Social. No se debe de olvidar que ese partido político apoyó en su momento temas como el aborto. Aunado a lo anterior, no se debe de olvidar que una de sus ofertas de campaña de AMLO fue eso que hoy tanto se le critica: “abrazos no balazos”, anunciando cómo atacaría el problema del crimen organizado. Y respecto a la posible injerencia de interés extranjeros en sus tiempos de campaña, vale la pena recordar que México ha sido una de las poquísimas naciones que no condenaron enérgica y marcadamente su rechazo al inicio de la guerra que mantiene Rusia contra Ucrania.
Yo no soy quien pueda juzgar a un gobierno aún en pleno uso de sus facultades. El paso de López Obrador a la historia deberá esperar unas décadas antes de ser analizado de si hizo bien o mal a México. De suyo, su forma de gobierno le ayudó más que afectarlo. Pero “toco madera” para que en los días y meses por venir no vayamos a vivir lo que sucedió con los Mártires de Tacubaya en 1859. Todos sabemos que hoy en día, México no está lejos de una batalla similar a la iniciada en aquel año del siglo XIX entre liberales y conservadores. Creo que aún estamos a tiempo de que no nos gustaría ver imágenes como las de Corea del Norte viendo a mujeres vestidas de verde olivo casi a punto de llanto, por intentar tocar al líder máximo de esa nación.
Lo que sí no me atrevo a leer de principio a fin es el texto tan, pero tan difundido en 2018, con autoría de Enrique Krauze: “El mesías tropical”. Y creo que me será difícil, pero no imposible, decidirme a buscar similitudes entre Hidalgo, Martí y Andrés Manuel López Obrador. Eso dejémoslo a lo que vaya a suceder entre lo que queda de este 2022, hasta el día de las próximas elecciones federales en nuestro querido México.
ggrt22s@gmail.com
@iztamatzatzin3092