ESCUCHE PRESIDENTE
POR GUILLERMO C. ZETINA
López Obrador jugó con fuego y perdió ante Trump con el acuerdo antimigrantes. Ahora, ante la historia, es cómplice del americano en la barbarie que asombra al mundo en la frontera con Estados Unidos. Esas mismas escenas dantescas, de centroamericanos muriéndose literalmente, no tardan en aparecer en la frontera con Guatemala donde miles de militares disfrazados de Guardia Nacional realizan la cacería de seres humanos más grande y salvaje de que se tenga memoria en México.
Llamarla Guardia Nacional es un eufemismo. Se trata de una Border Patrol a la mexicana, una “migra” armada hasta los dientes y con poca preparación en migración, dispuesta a una de las más infames cacerías de parias ideadas por el hombre. Y lo peor es que esa Guardia Nacional fue propuesta por el presidente de México para abatir la descomunal violencia e inseguridad en el país y ahora hay que atenernos a las consecuencias de desproteger grandes regiones en crisis con tal de militarizar la frontera sur y más allá, para agradar al malnacido norteamericano…
Bien dice Jorge Volpi que con el terrible “acuerdo” con EU, México aceptó ser “cómplice de la barbarie de Trump; nos hace parte de esa misma barbarie”. Y Jesús Silva-Herzog Márquez sentencia: “El acuerdo firmado en Washington es caro para México. Es la proclamación oficial del patio trasero. Además, un acuerdo “indigno” porque “convierte al país en el muro de Trump; que pone al Estado mexicano al servicio de la política migratoria de Estados Unidos”. Peor aún, escribe, el acuerdo es incumplible y prolonga la extorsión
Para senadores de oposición el acuerdo firmado por Ebrard hace el trabajo sucio de Trump, convierte a la Guardia Nacional en policía migratoria norteamericana y la Guardia Nacional se convierte en “un muro humano dentro de México”. El disidente obispo de Saltillo, Raúl Vera, se refiere a un “acuerdo abusivo” mientras el Arzobispo salvadoreño, José Luis Escobar, criticó a México por militarizar su frontera sur y dijo que es una lástima que se vea a los migrantes como criminales. Hay datos de que en la frontera con Estados Unidos han sido detenidos casi 150 mil centroamericanos que huyen de sus países. El colectivo #SeguridadSinGuerra dice que el envío de la GN al sur “representa una militarización de la región”.
Ante la total cerrazón de López Obrador, activistas de dentro y fuera han repudiado esa militarización. En Washington, Kerri Talbot y Michelle Brané advirtieron que ese despliegue de tropas traería más muertes de migrantes y ya estamos viendo las primeras. Además de que México no es ningún tercer país seguro, dicen que hay reportes de migrantes secuestrados y violados y que muchas más están siendo orilladas a caer en manos de traficantes y coyotes.
Los 6 mil efectivos de la militarizada Guardia Nacional o border patrol totonaca cubren ya, para agradar a Trump, las siguientes localidades: Comitán, Tapachula, Tonalá y Huehuetán, en Chiapas; San Juan Bautista, Tlacolula, Miahuatlán y ciudad de Oaxaca; Cárdenas y ciudad de Villahermosa, en Tabasco, y Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque, en Veracruz. Huelga decir que aquí habrá sendos cuarteles de facto para retener a los centroamericanos.
Cierto, la migración creció dramáticamente en la frontera con Estados Unidos en diciembre, a la toma de posesión de López Obrador como presidente. Pero expertos dicen que el mismo tabasqueño lo propició, al crear expectativas entre miles de centroamericanos de que con su llegada al poder México sería un país amable con ellos y los trataría bien en su intento de llegar a Estados Unidos. La realidad es totalmente diferente. Los migrantes ya no saben a quién temer más: si a la migra de Trump o a la migra de López Obrador…
Mientras la tragedia se asoma todos los días en nuestras dos fronteras terrestres, el presidente da palos de ciego y deja ver una sumisión que da vergüenza ante el presidente de Estados Unidos. López Obrador optó por dejar el grueso del problema en las manos del canciller Ebrard, un ambicioso junior hambriento de protagonismo y poder. De paso, al darle TODO el control de la campaña contra los migrantes, aprovecha el viaje para perfilarlo como uno de sus posibles sucesores. Lo colocó de un plumazo por encima de varios secretarios de Estado responsables de la migración e inmigración, pero principalmente dio un estate quieto a la jurista que cobra como secretaria de Gobernación; florero, le dicen…
La molicie antimigrante continúa, mientras el gobierno morenista anuncia que de aquí al domingo echará a 5 mil burócratas más, aparte de los 1,500 que ya fueron puestos patitas en la calle en la secretaría de Agricultura, con el pretexto (que cada día menos creen) de ahorros presupuestales. Basta recordar la noticia que dejó al país sin aliento: López Obrador obsequió, del erario público, 30 millones de dólares (unos 600 millones de pesos) al locuaz presidente de El Salvador, luego de que éste lo llenara de piropos y elogios…
Dos fotografías (la del padre e hijita salvadoreños ahogados al intentar cruzar el Bravo y la de la mujer haitiana que implora ayuda, por abajo del muro, y desfallece exhausta) conmovieron al mundo por su crudeza y dolor. Norteamericanos y europeos clamaron indignados por esos hechos en nuestra frontera con EU; pero al gobierno de México eso no le pareció importante y los soslayó… Con mucha razón El Universal tituló: “Crisis humanitaria rebasa a gobierno”.
Con mucha razón el New York Times encabezó: “La nueva Guardia Nacional Mexicana propaga miedo entre quienes migran”. Con mucha razón escribió Mario Vargas Llosa: “Me preocupa México; Andrés Manuel López Obrador podría destruir la democracia y perpetuarse en el poder”. Por eso escribí en mi anterior columna que, en los 181 días de Amlo, cada día (CADA DÍA) unos 93 mexicanos habían sido asesinados. Por eso se supo que, en los primeros seis meses del gobierno de Amlo, ocurrieron 14 mil 501 homicidios en el país; mientras que en los primeros seis meses de Peña la cifra fue menor, 9 mil 49l asesinatos. (¿Estábamos mejor cuando estábamos peor?, es el chascarrillo del día…)
En su mundo, el tabasqueño está cierto de que vamos re que te bien. Ya se prepara una fiesta de auto-apoyo para el uno de julio, primer aniversario de su victoria en las urnas. Se regalará él mismo música de mariachis, habrá muchos cohetes y también muchos acarreados (como el PRI) de su propio gobierno. Más del culto a la personalidad, pues…
Este presidente cada día pierde más la brújula y preocupa más a quienes presumen de sensatez y equilibrio emocional. Amlo tiene arranques verbales públicos que son ya clásicos, de antología.
Pero si el presidente de México fue capaz de llamar “visionario” a Trump, ahora entiendo por qué tiene a México al borde del precipicio.
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