ÍNDICE POLÍTICO
FRANCISCO RODRÍGUEZ
Cada vez está peor. El señor Andrés Manuel López Obrador desvaría, critica sin proponer, cambia de opinión, busca camorra con aquellos a quienes “se las tiene jurada” o bien con los que se inventa que son sus adversarios, miente, se le ocurren cosas al botepronto o bien basado en los muchos mitos prehispánicos y hasta de la época de la Colonia en los que aún cree, aun cuando el calendario muestre que ya vivimos en el siglo XXI.
¡Habla y actúa a lo loco!
Pero, ¿qué significa la expresión a lo loco?
Quiere decir que dice y hace cosas sin pensar, de manera irreflexiva o hasta impulsiva.
En pocas palabras, se muestra cada vez más loco.
Son constantes sus cambios de opinión. Los más notorios se observan entre lo que decía, proponía y criticaba durante los muuuchos años en los que buscó alcanzar la Presidencia de la República y los que ahora sostiene desde el trapecio circense de su espectáculo cómico, literario, musical de casi todas las mañanas.
Miente y engaña sin siquiera ruborizarse. “Al día de hoy, acumula más de 85 mil afirmaciones falsas, engañosas o que no puede probar”, sostiene Luis Estrada, autor del best seller El Imperio de los Otros Datos y director general de la agencia SPIN.
Muchas más mentiras, recalca el investigador, casi el doble de las que The Washington Post le contabilizó a Donald Trump durante su cuatrienio.
Hace unos días, frente a paleros y reales periodistas, fue muy lamentable e indignante su respuesta a la pregunta del enorme sobrecosto de la refinería en Dos Bocas. Simplemente lo justificó diciendo que “se requirieron equipos adicionales”… O sea, la ingeniería que sirvió de base para cotizar los imposibles 9 mil millones de dólares y los también imposibles tres años de construcción eran mentiras. Y todavía se regodeó echándole flores a Rocío Nahle a quien calificó de íntegra y honesta.
Las empresas contratistas que están trabajando ahí no lo dicen porque no les conviene. Pero cada vez hay más evidencia de la enorme corrupción existente, y la total impunidad y opacidad.
O sea que lo de la banderita blanca que de vez en vez ondea cuando cacarea que “se acabó la corrupción” es sólo producto de su afiebrada imaginación.
De ocurrencia en ocurrencia
De repente se le ocurren cosas en plena “mañanera”. Como aquella de no acudir a Los Ángeles, California, a la Cumbre de las Américas en solidaridad con aquellos dirigentes políticos que no habían sido convocados.
O la reciente cuando, tambipen en plena “mañanera”, se le encendió la chispa. Y así nombró a Alfonso Durazo, al frente de la nueva empresa que explotará y comercializará el litio. Reculó cuando, ya en el despacho presidencial, le leyeron el artículo 71 de la Constitución de Sonora que detalla con claridad que las funciones de un gobernador son incompatibles con cualquier cargo o empleo de la Federación o de esa entidad.
Creyente, muchas veces ha insinuado o hasta ha dicho abiertamente que es como Jesucristo, sobre todo por su amor a los pobres que, en los hechos, son víctimas de sus restrictivas y erráticas políticas sanitarias y económicas, entre otras. No obstante, la mayoría sostiene que es “un gran Presidente” por las “ayudas” que creen que él les hace llegar de su propio bolsillo.
Envía iniciativas a lo loco. La más reciente, recibida apenas por la Cámara Baja de la Federación, es un galimatías jurídico que se expresa en la nota principal del oficialista diario La Jornada, de este primer jueves de septiembre: “Controlará SEDENA a la Guardia Nacional, pero seguirá siendo civil”. Sí, pero no. No, pero sí.
Son memorables sus broncas pendencieras en contra de empresarios, religiosos, periodistas, actrices y, en estos días, en contra de los miembros de la judicatura. “Si el Poder Judicial estuviese moralizado, entonces no tendríamos nada de qué preocuparnos, pero sigue siendo el Poder Judicial de tiempos atrás, caracterizado por la corrupción, con honrosas excepciones para no generalizar”, ha lanzado la reyerta hace pocos días.
Todo ello, y más, entre tartamudeos, largas lagunas mentales en los que a cualquiera se le antojaría esquiar un fin de semana, y lo peor es que cada vez más muestra un absoluto desinterés por las causas y los temas que verdaderamente están afectando a la sociedad.
Sus informes de “gobierno” son también una locura. Uno, dos, tres, cuatro y más cada año.
Cada vez más loco, sí.
Por eso el suyo pasará a la Historia como el de aquel que gobernó ¡a lo loco!
¿No cree usted?
Monreal, buen discípulo de Sun Tzu
El Coronel se encontraba sitiado por algunos elementos de la tropa que supuestamente daría la batalla con él. Una especie de guerrilla interna formada por un grupo de alzados.
Una Adelita ubicada en otro de los frentes de batalla, favorita de El Generalísimo, además, lo había infiltrado y, a duras penas, consiguió que su lugarteniente se ubicara en la vanguardia de sus filas.
Y llegó la hora del encuentro.
La facción disidente, también perrunamente fiel hasta la ignominia a El Generalísimo, propuso a otros posibles vanguardistas.
Y comenzaron los escarceos.
Una, dos rondas.
La propuesta del Coronel no lograba avanzar.
Para el tercer escarceo fue que surgió la jugada de la mente estratégica del jefe del regimiento.
Como los disidentes no querían que el de las tres estrellas en el uniforme guinda estuviese cerca de El Generalísimo en las festividades de la guerra independentista, se les sugirió el nombre del mismísimo Coronel para que fuese a la vanguardia.
Lo mismo se hizo entre aquellos de las filas que a veces son aliadas y en otras feroces enemigas.
La propuesta les cayó a casi todos “como anillo al dedo”, que diría aquel.
Así tendrían inmovilizado al Coronel. Sin posibilidad de negociar y concertar, armas que prefiere emplear en lugar de los enfrentamientos sangrientos que se dan en otros frentes.
¡Y resultó!
El tercer escarceo fue el definitivo. El del triunfo en la batalla.
El Coronel obtuvo 52 pases de salida.
Su propuesta, 65.
Buen lector y practicante de Sun Tzu y su Arte de la Guerra el Coronel Ricardo Monreal, quien alzó la mano a su lugarteniente, Alejandro Armenta, para disgusto de El Generalísimo AMLO y de la Adelita Claudia Sheinbaum, así como aquellos quienes lo siguen, repito, hasta la ignominia.
Una batalla más ganada en contra de las adversidades.
Pero aún no gana la guerra.
¿No cree usted?
Indicios
Primero fue en Tabasco, donde los leales a Adán (Augusto) López encabezados por un gobernador de cuyo nombre casi nadie se acuerda, dieron de baja a seis funcionarios que mostraron abiertamente su apoyo a la “corcholata” Claudia Sheinbaum. Ahora, ella misma acomete la misma estupidez, pues pusieron de patitas en la calle a la ex funcionaria del gobierno en campaña de CDMX Luz María Rodríguez Pérez, a quien acusaron de simpatizar políticamente con Marcelo Ebrard, otro a quienes AMLO metió a una inútil disputa, pues a final de cuenta será “lo que diga su dedito” en la final de la carrera por la candidatura de “su” Movimiento en la sucesión presidencial. * * * Tersos cambios de estafeta en la Cámara de Diputados. El guinda Ignacio Nachito Mier recibió el estandarte del tricolor Rubén Moreira, mientras que el blanquiazul Santiago Creel –¡enbuenahora!– se sentará en la silla que por fin deja vacía el polémico Sergio Gutiérrez. * * * Un informe al Congreso de Estados Unidos identificó cinco guerras que actualmente libran en México los cárteles del crimen y las drogas, amén del que se da entre las huestes de la organización cuasi delictiva Morena. Se trata de las batallas entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) contra el Cártel de Sinaloa; el CJNG contra Los Zetas; Sinaloa contra el Cártel de Juárez; Los Zetas contra el Cártel del Golfo, y el CJNG contra grupos locales. * * * De acuerdo con TRsearch International, hasta junio de 2022, en México un funcionario público comete un delito ¡cada 28 minutos! Por eso estamos como estamos, dice la canción. * * * Y por hoy es todo. Mucho agradezco me haya acompañado leyendo estas líneas y, como siempre, también deseo para usted ¡buenas gracias y muchos, muchos días!
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