Comentaristas superficiales y textoservidores a quienes recién les han llenado las alforjas –el aguinaldo, usted sabe– han reducido la alianza del Movimiento de Regeneración Nacional con el partido de los evangelistas a una mera contradicción religiosa, soslayando o quizá desconociendo la alianza que Andrés Manuel López Obrador ha tejido con el desplazado –y muy enojado– Miguel Ángel Osorio Chong, dueño verdadero de Hugo Eric Flores y de Encuentro Social. (También se apropió del Panal, pero a éste lo manda a apoyar, jejeje, al PRI).
Ha evidenciado López Obrador la ruptura no sólo en el equipo del presidentito Peña Nieto, también al seno del PRI donde los políticos-políticos ven con rechazo que El Niño ñoño Nuño sea el candidato sustituto –en caso de que, por mera sobrevivencia, Meade se le rebele a EPN y empiece a criticar su enorme corrupción– y que otro alien, Mikel Arriola, haya obtenido la candidatura testimonial para contender en la Ciudad de México.
En lo religioso, para empezar, no existe contradicción alguna. AMLO profesa el evangelismo. Obtiene así el apoyo de los suyos. Y éste se suma al de los personajes que, dio a conocer ayer, integrarían su gabinete, caso dado de que esta ocasión sí se le reconozca el triunfo electoral por la Presidencia de la República.
Ocho hombres y ocho mujeres. La ex ministra de la Corta de Justicia, Olga Sánchez Cordero, como titular de Gobernación. Héctor Vasconcelos en la Cancillería. Graciela Márquez Colín como Secretaria de Economía. En la Secretaría de Hacienda propuso a Carlos Manuel Urzúa.
En la Secretaría de Energía, Rocío Nahle García. Víctor Villalobos, Secretaría de Agricultura. Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde.
En la Secretaría de Educación Pública despacharía Esteban Moctezuma Barragán. Alejandra Frausto, Cultura y Javier Jiménez Espriú, Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
En la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Josefa González-Blanco Ortiz-Mena. Turismo, Miguel Torruco. Función Pública, Irma Sandoval Ballesteros. Jorge Alcocer Varela, encabezaría la Secretaría de Salud. En Desarrollo Social estaría María Luisa Albores González. Para la Sedatu propuso a Román Guillermo Meyer Falcón.
“Se trata de ocho mujeres y ocho hombres, caracterizados en su conjunto por su independencia de criterio, su alto nivel de preparación, experiencia y su inobjetable honestidad… Aspiro a que este Gabinete sea el mejor Gabinete que sea recordado”.
“El gran olfato político de López Obrador”
Así titulé, el 15 de julio de 2016, el Índice Político correspondiente a esa fecha. Hoy que se ratifica, por lo que se la comparto:
Guillermo Federico Hegel es, sin duda, el mayor enciclopedista de la historia, un hombre cuyos conocimientos abarcaban, así como suena, todas las especialidades del pensamiento filosófico, técnico y humanista de su tiempo. Hegel, dueño de todas esas prendas del saber, fue también el mejor biógrafo de Napoleón.
En la actualidad es difícil calificar a alguien con el aserto anterior y, mucho más, encontrar enciclopedistas. En parte, porque el avance de las tecnologías ha reducido el poder del pensamiento individual; en gran medida, porque ya es muy difícil que la gente acuda a la lectura de los textos originales para sostener sus posiciones ideológicas. Los gobernantes de pacotilla usan demasiado el teleprompter. Sólo se entretienen en sus “bisnes”.
Hegel no. En sus trabajos sobre la dialéctica de las ideas, primera piedra del materialismo histórico marxista, la Fenomenología del Espíritu, la Ciencia de la Lógica y el famoso libro sobre Elementos de la Filosofía del Derecho, destaca las dos cualidades que separaban al Gran Corso de los demás hombres.
No eran su capacidad estratégica, ni sus habilidades de mando y gobierno encaminadas a establecer un Imperio europeo que dominó al mundo durante casi un siglo, hasta la desaparición de la monarquía y el establecimiento de la República francesa, sino dos cuestiones demasiado esenciales: la intuición y la lógica.
En resumen, el talento natural. Lo inmanente a todos los seres humanos, pero que es muy difícil dejar fluir por la cantidad de asesores, favoritos y paniaguados ocurrentes que medran en las casas gubernamentales, cagando tinta e ideas falaces, que sólo resultan rupestres ocurrencias. Los ejemplos a modo los tenemos a la mano.
“Gobernantes” tipo EPN, sólo en el desfalco al erario
En el panorama mexicano del siglo XXI destacan por su desmedida influencia. Confinan a los hombres de poder en un reducto de historietas y libros vaqueros que los llevan a creer que Chespirito fue un gran literato, Fox dixit, o que los intelectuales orgánicos son el non plus ultra de los historiadores y analistas vivos.
Los “gobernantes” tipo Peña Nieto queman incienso en los altares personales de los foristas televisivos, mendaces y oportunistas; encargan la educación a iletrados ramplones; depositan la hacienda pública en manos de ladrones rastacueros y soberbios; dejan la política interior en diletantes y disléxicos, opuestos al diálogo todos, cómplices de la cerrazón, el desfalco del erario y el oprobio.
El sistemita no tiene hombres o mujeres, en el pináculo de su estructura, que aporten una sola idea propia que beneficie a los demás. Todos, metidos en el saqueo, la corrupción y el trastupije de los negocios personales, a costa de nuestros impuestos. La opinión pública los juzga de antemano como una pandilla de asaltadores.
Celebran lo infame, porque ignoran la justicia social
Cuando fracasan en sus tareas, cargan la culpa a los “enemigos de la atria” y los involucran en obligaciones que deberían estar a cargo de servidores públicos, como pasó con la Iniciativa 3 de 3, gracias a la cual todos los ciudadanos de a pie tendríamos que demostrar públicamente que no robamos, chantajeamos o lucramos con el gasto público. ¡Hágame usted el refabrón cavor!
Cuando aprueban una limitada medida para favorecer la liberación de los primodelincuentes, casi en indigencia, que cometen robos de cincuenta pesos para poder comer y son recluidos al lado de violentos y mafiosos. Pero lo celebran fastuosos a la sombra de la noche, frente al Altar de la Patria, y diciendo “es el cambio más importante en materia de justicia durante los últimos cien años”, Peña Nieto dixit (¡gulp!).
Resulta demasiado claro entender su júbilo artificial, su celebración de lo infame, porque ignoran toda la legislación sobre justicia social y defensa del patrimonio nacional que se ejerció durante todas esas décadas: les conviene pasarlas por alto. Ellos son los beneficiarios de la desmemoria nacional.
El problema del sistemita es de credibilidad; nadie confía
Con el Sistema Penal de Justicia Acusatorio —ni a un correcto nombre le atinan—se trata sólo de trasladar al procedimiento oral pequeños juicios que estaban sometidos a los procedimientos escritos medievales de las fojas de barandilla. Pero hasta ahí. Los multimillonarios sobornos a los MP’s, los nuevos “mediadores” –en realidad “coyotes” de los anteriores–, jueces, magistrados y hasta ministros de la Corte seguirán campeando, a pesar de todo.
En las altas y medianas esferas de la impartición y de la procuración de justicia, todo seguirá igual. Pesará siempre más la presión y los intereses de la cadena “Soriana” –que ayudó a la campaña de Peña Nieto y hasta hay quien afirme que el autollamado Presidente tiene grandes acciones en ese gran abarrote—que los gritos de indigentes e indígenas que caen en las garras de Ministerios Públicos y jueces patéticos y corruptos.
El problema del sistemita es de credibilidad. Nadie confía en sus acciones supuestamente filantrópicas o pías. Porque detrás de sus publicitadas buenas intenciones, siempre hay un desaguisado de corrupción. Que todo cambie, para que todo siga igual. Se trata de distraer para $ustraer, en beneficio de los mandamases.
AMLO aprovecha los vacíos y los abusos del poder
En las Cámaras se cierra un nefando capítulo, junto con su período extraordinario, una pieza para el Museo de lo Chusco. Reversa en todo lo central. Rasuradas las leyes anticorrupción, las coordinaciones para su combate, la lucha contra los narcos, los matrimonios gay, los gramajes de posesión de mariguana, y un largo etcétera. Sólo queda la represión y la amenaza contra los que alzaron la voz, empresarios y eclesiásticos.
Lo que han pasado por alto, es que hay quien aprovecha estos vacíos y abusos de poder, desde el silencio, oportunidad que le ofrece su solitario olfato político, en medio del jolgorio abyecto: Andrés Manuel López Obrador, no ha dicho esta boca es mía ante tamaños exabruptos. El dueño de Morena es sigiloso y certero. Se beneficia de todos los dislates. Capitaliza los errores, a veces hasta sin mover un dedo. Redacta a diario la Agenda Pública de los Ofendidos.
No se peleó con iglesias ni empresarios, gays ni narcos
AMLO es, quiérase o no, el único dirigente partidista que no ha roto lanzas ni contra los reclamos de los Obispos de todos los credos –quizá por su militancia evangélica y cristiana-- no obstante su oposición como gobernante de la Ciudad de México a los matrimonios igualitarios.
Ni contra los empresarios, por su durísima posición contra los engaños legislativos y presidenciales del nonato Sistema Nacional Anticorrupción, ni en favor de su defensa para excluirlos de las obligaciones enjaretadas por la nueva Ley 3 de 3, que los emparenta con los fruncionarios sometidos a las declaraciones, ésos sí, por manejar recursos fiscales.
Ni en favor del mayor gramaje en la posesión de mariguana, que el narcotráfico percibió, sensiblemente, como una escalada dirigida a la legalización de todo tipo de drogas, lo que acabaría con sus imperios e influencia política en materia electoral, una espada de Damocles que se cierne sobre todo el sistema de franquicias electorales vigentes.
Propone revisar Reforma “Educativa”; no discute con Trump
Ni en defensa, todo lo contrario, del garrote fallido de El Niño ñoño Nuño en contra de quien se oponga a una reforma educativa, que es sólo una concentración de nóminas magisteriales para gozar de los intereses que “suda”, depositada en los bancos escogidos, desde Chuayfett hasta nuestros días.
Ni sobre el laberinto en que está metido, pues fue tal la confusión administrativa generada en el proceso voraz de concentración de nóminas de cientos de miles de millones de pesos, que ahora no pueden identificar a los maestros notificados, menos suspender a los faltistas al pizarrón, ¡simplemente porque no saben quiénes son!
Antes, al contrario, acaba de proponer que la (mal) llamada Reforma Educativa no se derogue, pero sí se revise.
Ni sobre el camino exitoso –y el peligro que encarna, según la tolucopachucracia– de Donald Trump rumbo a la presidencia de Estados Unidos, porque quizá sepa que allá mandan los dueños de las grandes transnacionales, no el que se sienta en la Oficina Oval que mira al Potomac. El olfato político se lo indica. El éxito de “los frijoles con gorgojo” y lo que “no tiene ni Obama”, es reflejo de su sagacidad y del pulso que tiene sobre los sentimientos nacionales.
¿Peligro para México? Lo fue Calderón; lo es Peña Nieto
AMLO sabe que al enemigo se le vence utilizando el impulso de la fuerza de ataque que utiliza. Sólo falta que el voto anti sistémico se extienda hacia parajes norteños donde no ha podido penetrar a plenitud. Y, desde luego, la aquiescencia de los patrones gabachos y de los grupos de interés y de presión de la tolucopachucracia. Lo que se ve más tierno que un chayote en Saturno.
Su olfato político es repudiado por los poderosos. Sigue siendo, según ellos, un peligro para México, a pesar de la urgencia del país de los miserables por cambiar de ambiente, por defenestrar a fallidos, ignorantes y codiciosos.
¿Peligro para México? Lo fue Calderón, con sus decenas de miles de muertos, desaparecidos y desplazados. Lo es más Peña Nieto, con las “estructurales” que nos robaron la Patria y los atracos de toda la tolucopachucracia que minan la viabilidad del país.
¿No cree usted?
Índice Flamígero: Elena Poniatowska está entre los que no entienden que no entienden –como le dijera The Economist al que recién ha “volvido” de Paris–, y ayer, durante la presentación del gabinete de AMLO sacó una cartulina renegando de la alianza con el PES. + + + Y de Chiapas reportan que, por el protagonismo del gobernador Verde Manuel Velasco Suárez, quien decidía quien subía al templete y quien no debía hacerlo, “muchas cosas raras sucedieron en la fría madrugada en la plaza central de San Juan Chamula, donde no era lo que se esperaba para el arranque de campaña de Meade en el antiguo bastión priísta más significativo de los pueblos indígenas de México. Y Enrique Peña Nieto lo sabe, porque lo que se reflejó en este evento priísta fue un vacío total a la mitad de la plancha de la presidencia municipal, a un costado de la iglesia, que rige la vida comunitaria de los tzotziles de San Juan Chamula. Nadie gritaba vivas… y a esta hora Enrique Peña Nieto seguro sabrá de este evento fracasado, y buscará responsable, por lo que es de esperarse que algo ocurrirá en los próximos días, alguien será llamado a cuentas en Chiapas porque se vio que alguien meneó la hamaca para que el arranque de campaña de José Antonio Meade Kuribreña saliera como debió salir por eso las tomas cerradas, las imágenes de Meade vestido a la usanza tzotzil en el templete, y ninguna de la multitud que supuestamente esperaban vitoreara al pre pre pre del PRI a la presidencia de México.” + + + ¡Vacaciones! Con su venia y con la de los señores editores, el escribidor se tomará unos días de descanso que, estoy seguro, lo serán también para los lectores. Le deseo ¡buenas Navidades y muchos, muchos Años Nuevos! El Índice Político reaparecerá aquí el lunes 8 de enero de 2018.
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