La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Lo de mesías le quedó chico, ahora va por la Urbi et Orbi
Cuando la victoria de Joe Biden se comenzó a proyectar de manera clara, el presidente López Obrador evitó felicitarlo, so pretexto de no intervenir en los asuntos internos de otra nación, para justificar su acción salió con sus estribillos juaristas.
Por eso, llama la atención, que ayer en la reunión virtual sobre Cambio Climático convocada por el mandatario estadunidense, el tabasqueño en lugar de hablar de las acciones concretas (no generalidades), que su gobierno ha emprendido para combatir el fenómeno, se dedicó a tirar línea sobre lo que deben hacer los vecinos del norte y el sur.
De entrada, ya decidió que su programa electorero, perdón, social, Sembrando Vida, tiene que aplicarse en Guatemala, El Salvador y Honduras (los nicas fueron discriminados) y, además, EU le debe entrar a la ‘vaquita’ con una buena cantidad de dólares.
Pero eso no fue todo, AMLO, dando por sentado que Washington enviará la dolariza, sugirió que los que planten arboles durante un tiempo, reciban visa de trabajo para ir al país del norte y después de otro lapso la nacionalidad ¡tome su respeto al derecho ajeno!
La cereza del pastel, fue que el Tlatoani no tuvo la decencia de chutarse la participación de los otros invitados, por lo que dejó sentado al canciller Ebrard (cual cuije apartando lugar en la fila) y cuando le tocó hablar, suspendió un momento la ‘mañanera’ que es lo que en realidad le importa: hablar frente al espejo.
Por cierto, la lectura de fondo es que con la 4T no habrá prosperidad, porque el don quiere enviar a los campiranos, hechos los méritos, a que busquen el pan nuestro aplicándose como gardeners, al menos eso fue lo que se entendió.
Ni hablar, ya lo perdimos.